Ruiseñor común - Luscinia megarhynchos (Brehm, 1831)

Para más información sobre cada apartado hacer click en:

 

Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Nightingale, interactions, anti-predatory strategies, predators, parasites, pathogens.

 

Interacciones con otras especies

Su relación con otras especies se concreta en la competencia por los recursos tróficos o el hábitat, las relaciones parásito-hospedador y las relaciones presa-depredador.

El ruiseñor forma parte de comunidades de aves con algunas de cuyas especies comparte recursos tróficos. En los sotos coincide con otras especies de tamaño similar como la curruca mosquitera Sylvia borin, la curruca capirotada Sylvia atricapilla, o la curruca mirlona Sylvia hortensis, aunque la forma de alimentarse de estas especies es diferente a la del ruiseñor (Villarán et al., 2002). Con el petirrojo europeo Erithacus rubecula coincide en la forma de alimentarse (en el suelo), lo mismo que con el chochín Troglodytes troglodytes, aunque el menor tamaño de esta última especie hace que no sea un competidor importante.

También en los sotos y, especialmente, en los parques y jardines comparte espacio con los mirlos comunes Turdus merula (Villarán et al., 2002). En los carrizales -hábitat subóptimo- coincide con diferentes especies habituales en estos medios como el carricero común Acrocephalus scirpaceus, el carricero tordal Acrocephalus arundinaceus, el cettia ruiseñor Cettia cetti, el bigotudo Panurus biarmicus o la lavandera boyera Motacilla flava (Villarán, 2000, Arizaga et al., 2009).

En época reproductora comparte hábitat en los setos fluviales con especies como el Chochín Troglodytes troglodytes, el petirrojo Erithacus rubecula, el Mirlo común Turdus merula, el Cetia ruiseñor Cettia cetti, el Zarcero común Hippolais polyglotta, la Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala, la Curruca capirotada Sylvia atricapilla, el Mito Aegithalos caudatus, el Pájaro moscón Remiz pendulinus, el Estornino negro Sturnus unicolor, el Gorrión común Passer domesticus, el Gorrión molinero Passer montanus, el Pinzón vulgar Fringilla coelebs, el Verdecillo Serinus serinus, el Verderón común Carduelis chloris, el Jilguero Carduelis carduelis y el Picogordo Coccothraustes coccothraustes, como se ha comprobado en parques forestales periurbanos cercanos a la ciudad de Madrid (Villarán et al., 2002).

Aunque comparte sotos con numerosas especies, suele ocupar las partes bajas de los arbustos. Lo mismo sucede en las dehesas agrícolas de las sierras del sureste peninsular donde las especies se distribuyen de forma estratificada en los arbustos y árboles, con el ruiseñor común y el petirrojo europeo Erithacus rubecula en las zonas bajas, el zarcero políglota Hippolais polyglotta, las currucas mosquitera Sylvia borin y mirlona Sylvia hortensis y el pinzón vulgar Fringilla coelebs en las zonas intermedias y los herrerillos comunes Parus caeuruleus y los carboneros comunes Parus major en las zonas altas (Pinedo et al., 2016b).

En una comunidad de ribera del río Záncara el ruiseñor fue la segunda especie en abundancia solo por detrás del gorrión moruno Passer hispaniolensis, aunque ambas especies presentan hábitos alimentarios y lugares de nidificación diferentes, por lo que no entran en competencia (Pinedo et al., 2016a). En zonas en las que se producen podas de arbolado y se constituyen setos con las ramas acumuladas, los ruiseñores encuentran lugares adecuados para la nidificación, protegidos del ganado -cabras y ovejas- y de las inclemencias meteorológicas. En estos lugares los nidos pueden situarse a alturas superiores a las habituales (a veces por encima de 1,5 metros) y comparten espacio con otras especies que también se sienten atraídas por estas zonas, como la curruca capirotada Sylvia atricapilla (Nankinov, 2002).

Los nidos de ruiseñor pueden ser parasitados por el cuco, aunque la ubicación de los nidos hace más compleja la puesta del cuco que en el caso de otras especies. Por ello la proporción de nidos parasitados es relativamente baja (Glue y Morgan, 1972 y Campobello y Sealy, 2009).

En Europa central y oriental comparte área de distribución con el ruiseñor ruso Luscinia luscinia con el que a veces hibrida (Reifová et al., 2011) y con el que establece relaciones de competencia (Sorjonen, 1986, Ranoszek, 2001). En algunas zonas está expandiendo su área distribución en detrimento de esa especie congenérica debido a la fragmentación del hábitat, pues el ruiseñor común amplía su hábitat a zonas algo más secas y alejadas de los arroyos, mientras que el ruiseñor ruso se limita a las zonas con mayor humedad (Zoltán y Kováts, 2013). También en las zonas en las que coinciden las dos especies no solo se produce una segregación espacial, sino que existe una segregación ecológica, mostrando los ruiseñores comunes picos más largos (Sottas et al., 2018). Cuando ambas especies coinciden en la misma zona, la respuesta de los machos del ruiseñor ruso suele ser tan agresiva hacia el ruiseñor común como hacia sus propios congéneres, mientras que la del ruiseñor común es menos agresiva hacia los machos de la otra especie (Reif et al., 2015). Los híbridos suelen cantar durante la época reproductora como los ruiseñores comunes (Kverek et al., 2008).

Durante la migración postnupcial coincide en los lugares de sedimentación para alimentarse y descansar con otras especies migratorias de tamaño similar que utilizan en su dieta los mismos recursos y comparten los sotos fluviales y riberas de arroyos. Entre estas especies se encuentran el Carricero común Acrocephalus scirpaceus, el Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, el Papamoscas gris Muscicapa striata, el mosquitero musical Phylloscopus trochilus, el mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli, el Zarcero políglota Hippolais polyglotta, la Buscarla pintoja Locustella naevia, el Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus, la Curruca mosquitera Sylvia borin, la Curruca zarcera Sylvia communis y la Curruca mirlona Sylvia hortensis, que forman junto al ruiseñor parte de la comunidad de aves en paso de sotos del centro ibérico (Villarán et al., 2004).

Durante los períodos de sedimentación se une en los sotos a otras especies insectívoras de carácter sedentario o locales como el cettia ruiseñor Cetti cetti, el mito Aegithalos caudatus, el agateador común Certhia brachydactyla, el petirrojo europeo Erithacus rubecula, la lavandera blanca Motacilla cinerea, la lavandera cascadeña Motacilla cinerea, el carbonero común Parus major, el herrerillo común, Cyanistes caeruleus, la curruca cabecinegra Sylvia melanocephala, el mirlo común Turdus merula y el chochín Troglodytes troglodytes (Villarán et al., 2004).

 

Depredadores

Entre los depredadores habituales se encuentran los perros Canis familiaris y los gatos Felis silvestris en las áreas urbanas, y los turones Mustela putorius, las comadrejas Mustela nivalis, las martas Martes martes, las garduñas Martes foina y los zorros Vulpes vulpes en ambientes silvestres (Nankinov, 2002). Los mamíferos de tamaño pequeño y medio suelen depredar sobre adultos y jóvenes.

Las aves rapaces suelen depredar, de forma oportunista, sobre diferentes especies de paseriformes. Entre las rapaces diurnas de las que el ruiseñor común forma parte de la dieta se ha citado al gavilán Accipiter nisus (Mañosa, 1994) y al halcón de Eleonora Falco eleonorae, en cuyos nidos se encontró que los ruiseñores llegaban a constituir hasta el 6 % de las presas cazadas (Gangoso et al., 2019). Aunque existen pocas citas por la dificultad de determinar las especies de aves en las egagrópilas de las rapaces diurnas y por la probable escasa contribución de la especie a la dieta de estas debido a los hábitos huidizos y al hábitat en el que se mueve, es probable que, al menos esporádicamente, otras rapaces diurnas como el alcotán Falco subbuteo, el cernícalo vulgar Falco tinnunculus, el cernícalo primilla Falco naumanni, la aguililla calzada Hieraaetus pennatus, el busardo ratonero Buteo buteo, el azor común Accipiter gentilis o el aguilucho lagunero occidental Circus aeruginosus puedan depredar sobre la especie. El lagarto ocelado Timon lepidus es, también, un potencial depredador de los nidos, lo mismo que las grandes culebras de escalera (Zamenis scalaris) y bastarda (Malpolon monspessulanus) (Valverde, 1967).

En cuanto a las rapaces nocturnas, se ha constatado la depredación por parte de la lechuza común Tyto alba (De Pablo, 2000, Obuch et a. 2016), el búho chico Asio otus (García-González y Cervera-Ortí, 2001) y el cárabo común Strix aluco (Rothenberg, 2005, Obuch, 2011). También es probable su depredación por parte de córvidos.

Aunque es poco habitual, debido a sus hábitos de caza en el suelo, los reptiles pueden depredar sobre la especie. Se ha citado el caso de la víbora cornuda (Cerastes cerastes) alimentándose de un ruiseñor en Marruecos durante una parada de sedimentación en la migración prenupcial (Barnestein et al., 2013).

El ruiseñor es una de las especies que presenta una tasa de depredación de nidos más baja entre los paseriformes, situándose en torno al 7,5%. (Avilés et al., 2006).

 

Parásitos y patógenos

Al hablar de los parásitos del ruiseñor habría que diferenciar entre tres grandes grupos: los parásitos internos, los parásitos externos y los parásitos de nidificación.

Los parásitos internos desarrollan al menos una parte de su ciclo vital en el interior del cuerpo de los ruiseñores. Entre estos parásitos se incluyen parásitos sanguíneos como los Hemosporidios (protozoos parásitos). El género Haemoproteus ha sido descrito como parásito de los ruiseñores en Israel (Dimitrov et al., 2010, Paperna et al., 2016). En Badajoz se ha detectado una prevalencia media de hemosporidios de más del 20 % (Magallanes et al., 2020).

Tanto Plasmodium, cuya infestación también es habitual en la especie congenérica Luscinia luscinia (Valkiunas et al., 2017), como Leucocytozoon, son parásitos potenciales del ruiseñor (Paperna et al., 2016).

Durante la fase aguda de infestación los parásitos pueden llegar a modificar el comportamiento de las aves de manera que las aves con mayor carga parasitaria se exponen más que las no infectadas y asumen mayores riesgos (Marinov, et al., 2017).

Entre los acantocéfalos, la especie Apororhynchus silesiacus ha sido citada como parásito localizado en la cloaca de los ruiseñores (Okulewicz y Maruszewski, 1980). También se han detectado huevos de nematodos como Acuaria spiralis en las heces (Glasenapp, 2016, Tietz-Marques et al., 2018) y Echinocoleus tridens (=Thominx tridens), localizado en el intestino (Rodríguez López-Neyra, 1947). El ruiseñor es hospedador de algunas especies de cestodos de la familia Dilepididae, como Monopylidium borealis (Nankinov, 2002).

Los parásitos externos son los que se aprovechan de las aves alimentándose de ellas desde el exterior, pero no penetran en su interior. Por un lado, están los parásitos hematófagos, que utilizan su aparato bucal picador o mordedor y se alimentan extrayendo la sangre. Entre ellos se encuentran diferentes órdenes de insectos, como los dípteros (mosquitos, moscas hematófagas, tábanos), los anopluros (piojos verdaderos), los afanípteros (pulgas) y algún grupo de arácnidos como las garrapatas (ácaros hematófagos). Por otro lado, se encuentran los ectoparásitos que se alimentan de las descamaciones producidas en las plumas a los que pertenecen los llamados piojos de las plumas, del orden de los insectos malófagos. Entre los malófagos se ha citado como parásito del ruiseñor la especie Menacanthus stramineus (Monoponidae) que se recolectó de nidos en los que la tasa de infestación era alta (Baziz-Neffah et al., 2015). También se ha citado la especie Brueelia lais (Rékási, 1993, Martín-Mateo, 2006), citada también como Guimaraesiella lais sobre ruiseñores de Chequia (Gustafsson et al., 2019).

Las garrapatas pueden llegar a infestar a una alta proporción de ruiseñores, especialmente al final del verano, tanto en sus formas larvarias como en sus fases adultas. Se han citado como parásitos habituales Hyalomma marginatum e Ixodes ricinus (Hoogstraal et al., 1964). Ixodes ricinus transmite el protozoo Borrelia burgdorferi que, en un estudio realizado en Alemania se encontraba en la sangre de más de la mitad de los ruiseñores analizados (Kaiser et al., 2002). También las garrapatas transmiten la bacteria Rickettsia aeschlimannii, como se ha comprobado en La Camarga, en Francia (Socolovschi et al., 2012) y en España (Palomar, 2017), así como la bacteria congenérica Rickettsia mendelii, transmitida igualmente por la garrapata Ixodes ricinus (Hajduskova et al., 2016). El hecho de que los ruiseñores se alimenten en el suelo y de que los nidos se sitúen preferentemente a baja altura favorece el acceso de las garrapatas a las aves adultas y juveniles, lo que convierte a los ruiseñores en potenciales reservorios de bacterias transmitidas por estos ácaros hematófagos (Rudenko et al., 2011). En Europa oriental la especie congenérica Luscinia luscinia se ha citado como hospedador y reservorio de Borrelia burgdorferi, transmitida por garrapatas del género Ixodes (Olsen et al., 1995, Caride-Villaamil, 2002).

En cuanto a los parásitos de nidificación cabe distinguir dos grupos: los que parasitan a los polluelos y forman parte del ecosistema del nido y los que parasitan las puestas, de manera que realizan su puesta en el nido del ruiseñor. Entre los primeros se sitúan numerosas especies de dípteros que ponen los huevos en el nido, donde se desarrollan los estadios preimaginales (larvas y pupas). Un ejemplo es la mosca Protocalliphora azurea, cuyas larvas son hematófagas y se alimentan de la sangre de los pollos (González-Mora y Peris, 1988). También se han citado las larvas del díptero Neottiophyllum praestum como parásito de nidos de los ruiseñores comunes (Owen, 1957). En los nidos también suelen encontrase ácaros, pulgas y piojos que se alimentan parasitando a los pollos. Entre las especies de ácaros encontradas en los nidos se han citado Dermanyssus hirundinis (Roy y Chauve, 2007, Masan et al., 2014), Ornithonyssus sylviarum (Masan et al., 2014) y Ericotrombidium chabaudi (Stekolnikov, 2018).

Por otro lado, el nido puede ser parasitado por especies de aves que han evolucionado de forma que realizan su puesta en los nidos de otras especies. El Cuco (Cuculus canorus) es un parásito ocasional de los nidos de ruiseñor, donde deposita un único huevo y elimina uno de los de la puesta. Debido a la coloración de los huevos de ruiseñor y a la diferencia con la coloración de las especies más habitualmente parasitadas por el cuco, la parasitación es poco frecuente y se produce en los nidos albergados en zonas de sombra profunda y con una menor iluminación (Antonov et al., 2011). En Inglaterra se ha comprobado que la frecuencia de parasitación de los nidos de ruiseñor común por parte del cuco es muy baja en comparación con otros paseriformes (Lack, 1963, Glue y Morgan, 1972). Esta misma circunstancia se produce en países mediterráneos como Italia, donde menos del 3 % de los nidos fueron objeto de parasitación en zonas en las que el cuco es abundante (Campobello y Sealy, 2009). En Bulgaria también es esporádica la parasitación por el cuco, aunque puede concentrarse en determinadas zonas (Nankinov, 2002).

 

Referencias

Antonov, A., Avilés, J. M., Stokke, B. G., Spasova, V., Vikan, J. R., Moksnes, A., Yang, C., Liang, W., Roskaft, E. (2011). Egg discrimination in an open nesting passerine under dim light conditions. Ethology, 117 (12): 1128-1137.

Arizaga, J., Alonso, D., Fernández, E., Fernández, I., Martín, D., Vilches, A. (2009). Ensamblaje de aves paseriformes y su dinámica a lo largo del ciclo anual en un carrizal del Valle del Ebro. Ecología, 22: 101-116.

Avilés, J. M., Stokke, B. G., Moksnes, A., Roskaft, E., Moller, A. P. (2006). Nest predation and the evolution of egg appearance in passerine birds in Europe and North America. Evolutionary Ecology Research 8 (3): 493-513.

Barnestein, J. A. M., Fernández-Carrasco, J. A., González de la Vega, J. P., Gabari-Boa, V. (2013). Depredación de Cerastes cerastes sobre Luscinia megarhynchos en el Antiatlas marroquí. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 24 (2): 25-26.

Baziz-Neffah, F., Bitam, I., Kernif, T., Beneldjouzi, A., Boutellis, A., Berenger, J. M., Zenia, S., Doumandji, S. (2015). Contribution à la connaissance des ectoparasites d'oiseaux en Algérie. Bulletin de la Société Zoologique de France, 140 (2): 81-98.

Campobello, D., Sealy, S. G. (2009). Avian brood parasitism in a Mediterranean region: hosts and habitat preferences of Common Cuckoos Cuculus canorus. Bird Study, 56 (3): 389-400.

Caride-Villaamil, E. (2002). Epidemiología de Borrelia burgdorferi sensu lato (enfermedad de Lyme) en un ecosistema de pinar de montaña supramediterráneo. Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid.

De Pablo, F. (2000). Alimentación de la Lechuza Común (Tyto alba) en Menorca. Bolletí de la Societat d'Història Natural de les Balears, 43:15-26.

Dimitrov, D., Zehtindjiev, P., Bensch, S. (2010). Genetic diversity of avian blood parasites in SE Europe: Cytochrome b lineages of the genera Plasmodium and Haemoproteus (Haemosporida) from Bulgaria. Acta Parasitologica 55 (3): 201-209.

Gangoso, L., Gutiérrez-López, R., Martínez de la Puente, J., Figuerola, J. (2019). Louse flies of Eleonora's falcons that also feed on their prey are evolutionary deadend hosts for blood parasites. Molecular Ecology, 28 (7): 1812-1825.

García-González, A., Cervera-Ortí, F. (2001). Notas sobre la variación estacional y geográfica de la dieta del búho chico Asio otus. Ardeola, 48 (1): 75-80.

Glasenapp, R. (2016). Avaliaçao de corante fluorescente em helmintos e protozoários diagnosticados por flutuaçao simples. TFG Universidade Federal do Río Grande do Sul, Facultade de Veterinária. Porto Alegre.

Glue, D., Morgan, R. (1972). Cuckoo hosts in British habitats. Bird Study, 19 (4): 187-192.

González-Mora, D., Peris, S. V. (1988). Los Calliphoridae de España: 1: Rhiniinae y Chrysomyinae (Diptera). Eos: Revista Española de Entomología, 64 (1): 91-139.

Gustafsson, D. R., Oslejskova, L., Najer, T., Sychra, O., Zou, F. (2019). Redescriptions of thirteen species of chewing lice in the Brueelia-complex (Phthiraptera, Ischnocera, Philopteridae) with one new synonymy and a neotype designation for Nirmus lais Giebel, 1874. Deutsche Entomologische Zeitschrift, 66 (1): 17-39.

Hajduskova, E., Literak, I., Papousek, I., Costa, F. B., Novakova, M., Labruna, M. B., Zdrazilova-Dubska, L. (2016). "Candidatus Rickettsia mendelii", a novel basal group rickettsia detected in Ixodes ricinus ticks in the Czech Republic. Ticks and Tick Borne Diseases, 7 (3): 482-486.

Hoogstraal, H., Traylor, M. A., Gaber, S., Malakatis, G., Guindy, E., Helmy, I. (1964). Ticks (Ixodidae) on migrating birds In Egypt, spring and fall 1962. Bulletin of Wild and Health Organization, 30 (3): 355-367.

Kaiser, A., Seitz, A., Strub, O. (2002). Prevalence of Borrelia burgdorferi sensu lato in the nightingale (Luscinia megarhynchos) and other passerine birds. International Journal of Medical Microbiology, 291; Suppl. 33: 75-79.

Kverek, P., Storchová, R., Reif, J., Nachman, M. W. (2008). Occurrence of a hybrid between the Common Nightingale (Luscinia megarhynchos) and the Thrush Ningthingale (Luscinia luscinia) in the Czech Republic confirmed by genetic analysis. Sylvia, 44: 17-26.

Lack, D. (1963). Cuckoo hosts in England. Bird Study, 10 (4): 185-202.

Magallanes, S., Moller, A. P., Luján-Vega, C., Fong, E., Vecco, D., Flores-Saavedra, W., García-Longoria, L., De Lope, F., Iannacone, J. A., Marzal, A. (2020). Exploring the adjustment to parasite pressure hypothesis: differences in uropygial gland volume and haemosporidian infection in palearctic and neotropical birds. Current Zoology, 67 (2): 147-156.

Mañosa, S. (1994). Goshawk diet in a Mediterranean area of northeastern Spain. Journal of Raptor Research, 28 (2): 84–92.

Marinov, M. P., Zehtindjiev, P., Dimitrov, D., Ilieva, M., Bobeva, A., Marchetti, C. (2017). Haemosporidian infections and host behavioural variation: a case study on wild-caught nightingales (Luscinia megarhynchos). Ethology Ecology and Evolution, 29 (2): 126-137. 

Martín-Mateo, M. P. (2006). Diversidad y distribución de las especies de Mallophaga (Insecta) en aves y mamíferos de la Comunidad de Madrid. Graellsia, 62 (número extra): 21-32.

Masan, P., Fenda, P., Kristofík, J., Halliday, B. (2014). A review of the ectoparasitic mites (Acari: Dermanyssoidea) associated with birds and their nests in Slavakia, with notes on identification of some species. Zootaxa, 3893 (1): 77-100.

Nankinov, D. N. (2002). The state of the Nightingale in Bulgaria. Berkut, 11 (1): 84-97.

Obuch, J. (2011). Spatial and temporal diversity of the diet of the Tawny Owl (Strix aluco). Slovak Raptor Journal, 5: 1-120.

Obuch, J., Danko, S., Noga, M. (2016).  Recent and subrecent diet of the Barn Owl in Slovakia. Slovak Raptor Journal, 10: 1-50.

Okulewicz, J., Maruszewski, W. (1980). Apororhynchus silesiacus sp. n. (Apororhynchidae, Acantocephala) a parasite of passerine birds (Passeriformes). Acta Parasitologica Polonica, 27 (53): 459-470.

Olsen, B., Jaenson, T. G. T., Bonnedahl, J., Bergström, S. (1995). Prevalence of Borrelia burgdorferi sensu lato – infected ticks on migrating birds. Applied and Environmental Microbiololy, 61 (8): 3082- 3087.

Owen, D. F. (1957). Neottiophillum praestum in birds' nests. British Birds, 50 (4): 160-164.

Palomar, A. M. (2017). Papel de las aves en la dispersión de garrapatas y microorganismos que vehiculan. Tesis Doctoral. Universidad de La Rioja.

Paperna, I., Rózsa, L., Yosef, R. (2016). Avian Haemosporidian blood parasite infections at a migration hotspot in Eilat, Israel. European Journal of Ecology, 2 (1): 47-52.

Pinedo, S. O., Fernández-Baltanás, J. F., Cañizares, D. (2016). Estudio de paseriformes riparios y palustres orientado a la posible ampliación de la red de áreas protegidas en el entorno de la laguna del Hito (Cuenca). Fase II. Informe inédito. Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural. Dirección Provincial de Cuenca. Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales.

Pinedo. J., Cañizares, J. A., Cañizares, D. (2016). La comunidad de aves de los noguerales de Nerpio, Sierra del Segura (Albacete). Póster. III Jornadas sobre el medio natural albacetense. Centro Cultural la Asunción. Albacete.

Ranoszek, E. (2001). Occurrence and habitat preferences in breeding season of the Thrush Nightingale Luscinia luscinia and the Nightingale Luscinia megarhynchos in the Barycz river valley. Ptaki Slaska, 13: 19–30.

Reif, J., Jiran, M., Reifová, R., Vokurkova, J., Dolata, P. T., Petrusek, A., Petruskova, A. (2015). Interspecific territoriality in two songbird species: Potential role of song convergence in male aggressive interactions. Animal Behaviour, 104: 131-136.

Reifová, R., Kverek, P., Reif, J. (2011). The first record of a female hybrid between the Common Nightingale (Luscinia megarhynchos) and the Thrush Nightingale (Luscinia luscinia) in nature. Journal of Ornithology, 152 (4): 1063-1068.

Rékási, J. (1993). Bird lice (Mallophaga) parasiting the birds of Hungary. Aquila, 100: 71-93.

Rodríguez López-Neyra, C. (1947). Los Capillarinae. Memorias de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Serie Ciencias Naturales. Tomo XII (248 pp).

Rothenberg, D. (2005). Why birds sing: a journey through the mystery of bird song. New York: Basic Books. Nueva York.

Roy, L., Chauve, C. M. (2007). Historical review of the genus Dermanyssus Dugés, 1834 (Acari: Mesostigmata: Dermanyssidae). Parasite, 14 (2): 87-100.

Rudenko, N., Golovchenko, M., Grubhoffer, L., Oliver, J. H. (2011). Updates on Borrelia burgdorferi sensu lato complex with respect to public health. Ticks and Tick Borne Diseases, 2 (3): 123-128.

Socolovschi C., Reynaud, P., Kernif, T., Raoult, D., Parola, P. (2012). Rickettsiae of spotted fever group, Borrelia valaisiana, and Coxiella burnetii in ticks of passerine birds and mammals from the Camargue in the south of France. Ticks and Tick-Borne Diseases, 3 (5-6): 355-360.    

Sorjonen, J. (1986). Mixed singing and interspecific territoriality – consequences of secondary contact of two ecologically and morphologically similar nightingale species in Europe. Ornis Scandinavica, 17 (1): 53-67.               

Sottas, C., Reif, J., Kuczynski, L., Reifová, R. (2018). Interespecific competition promotes habitat and morphological divergence in a secondary contact zone between two hybridizing songbirds. Journal of Evolutionary Biology, 31 (6): 914-923.

Stekolnikov, A. (2018). Taxonomy and distribution of African chiggers (Acariformes, Trombiculidae). European Journal of Taxonomy, 395: 1-233.

Tietz-Marques, S. M., Barbosa Barros, H. L., Glasenapp, R., Stefani, V. (2018). Avaliaçao de corante fluorescente benzazólico para detecçao em parásitos diagnosticados por fluctuaçao simples. Pubvet Medicina Veterinária e Zootecnia, 12 (4): 1-5.

Valkiunas, G., Ilgunas, M., Bukauskaite, D., Palinauskas, V., Bernotiené, R., Iezhova, T. A. (2017). Molecular characterization and distribution of Plasmodium matutinum, a common avian malaria parasite. Parasitology, 144 (13): 1726-1735.

Valverde, J. A. (1967). Estructura de una comunidad mediterránea de vertebrados terrestres. Monografías de Ciencia Moderna nº 76. Estación Biológica de Doñana con la contribución del World Wildlife Fund. Nº 1. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Villarán, A. (2000). Evolución estacional de la comunidad de aves del Carrizal de Villamejor (España central), a partir de datos de anillamiento. Oxyura, 10 (1): 137-151.

Villarán, A., Pascual-Parra, J., Alonso, B., Mezquida, E. T., Medina, C. (2002). La comunidad de aves del Monte de Valdelatas: un estudio basado en el anillamiento. Anuario Ornitológico de Madrid, 2001: 52-65.

Villarán, A., Pascual-Parra, J., Medina, C., Mezquida, E. T. (2004). La comunidad de aves del Monte de Valdelatas durante el paso migratorio postnupcial 2003-2004. Anuario Ornitológico de Madrid, 2004: 62-79.

Zoltán, Á. C. S., Kováts, D. (2013). Phylogenetic patters of a nightingale population in a contact zone of Luscinia megarhynchos and L. luscinia in Hungary. North-Western Journal of Zoology, 9 (2): 365-373.

 

 

 

Alfonso Villarán
Grupo Ornitológico Horus
Calle Neguilla 4, 28011 Madrid

Fecha de publicación: 19-10-2021

Villarán, A. (2021). Ruiseñor común Luscinia megarhynchos. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Tellería, J.L. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/