Ruiseñor común - Luscinia megarhynchos (Brehm, 1831)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Nightingale, foraging mode, diet, invertebrates, berries.

 

Ecología trófica

Busca el alimento principalmente en el suelo entre la hojarasca, aunque también explora las ramas bajas de los arbustos y sus hojas. A veces se coloca en una percha y desde ahí se abalanza sobre su presa o la persigue en vuelo. Para cazar, los ruiseñores se desplazan por el suelo de los lugares en los que se mueven habitualmente o rebuscan entre las ramas bajas de los arbustos y la hojarasca. La densidad de vegetación facilita la existencia de presas que el ruiseñor detecta y sobre las que proyecta su pico fino. Las vibrisas ayudan a localizar la presa en los ambientes sombríos. Se alimenta preferentemente de insectos que viven en el suelo, aunque también incluye en su dieta arañas y lombrices.

La dieta está constituida principalmente y durante todo el año por invertebrados, especialmente escarabajos y hormigas. Pero a final del verano y en otoño se incluyen bayas y semillas. Esporádicamente pueden consumir caracoles, miriápodos y hemípteros. La alimentación suministrada a los pollos incluye insectos de varios órdenes: coleópteros (en sus formas larvarias y adultas), himenópteros (larvas y adultos), dípteros (larvas e imagos), lepidópteros (orugas y mariposas), hemípteros, colémbolos, plecópteros, ortópteros, neurópteros y tricópteros. Pero también se incluyen arácnidos, miriápodos, crustáceos (isópodos) y anélidos (Lumbricidae) (Collar y Christie, 2020).

Durante la estación reproductora los ruiseñores se alimentan casi exclusivamente de invertebrados, de manera que está ausente de su dieta el componente vegetal (López, 1988). Predomina el consumo de formícidos, tanto en número de presas como en porcentaje de presencia. En el área mediterránea las presas consumidas son principalmente hormigas obreras, a pesar de su escaso valor nutritivo en comparación con otras presas y de la secreción de ácido fórmico, lo que indica que el ruiseñor aprovecha las presas más abundantes y disponibles según su método de captura -preferentemente en el suelo-. La abundancia de Formica rufa es importante durante la estación reproductora, pues los pollos suelen ser alimentados con pupas de esta especie (Ticehurst y Jourdain, 1911). En otras zonas de su área de distribución los ruiseñores apenas incluyen las hormigas en su dieta, como sucede con otras especies similares que se alimentan en el suelo (Emmrich, 1971, Herrera, 1977).

Tras la puesta, ambos progenitores alimentan a los pollos y al principio es el macho el que aporta más presas. Los padres buscan la comida en el suelo y entre la hojarasca, en la hierba, arbustos y ramas bajas de los árboles. Recolectan insectos y sus larvas, arañas y lombrices, aunque prefieren consumir hormigas (Formicidae), escarabajos (Curculionidae, Scarabeidae, Carabidae), moscas (Diptera) y mariposas (Lepidopterae).

La dieta estival en el Levante Ibérico se compone prioritariamente de himenópteros (principalmente formícidos, que llegan a constituir dos tercios de las presas capturadas), coleópteros (13 %), hemípteros (6 %), arácnidos (4 %), larvas de lepidópteros (2,5 %), dípteros (2 %) y diplópodos (2 %) (López, 1988).

En Europa, los órdenes de insectos más habitualmente incluidos en la dieta son los coleópteros, los dípteros, los hemípteros, los himenópteros y los lepidópteros que capturan en el suelo y entre la hojarasca, así como larvas de distintos órdenes que aportan una buena cantidad de proteínas para alimentar a los pollos (Emmenegger et al., 2014).

En dos estómagos analizados en Tarragona durante la época reproductora se registraron un total de 36 hormigas, aparte de 6 escarabajos, dos himenópteros (no formícidos), 3 chinches de campo y una larva de mariposa (López, 1988). Esto indica que el consumo de hormigas se realiza de forma masiva, en función de la disponibilidad y la facilidad para su captura, aunque su aporte de biomasa sea relativamente pequeño.

Por otra parte, en Bulgaria se analizaron los contenidos estomacales de varias aves cazadas y se encontraron restos de coleópteros de las familias Carabidae, Curculionidae, Chrysomelidae (Halticinae, Donaciinae, Plateumaris serica), himenópteros de la familia Formicidae, dípteros (Tipula) y lepidópteros. Se ha observado a ruiseñores predar sobre orugas de las especies Lymantria dispar, Laspeyresia nigricana, Malocosoma neutria, Euproctis chrysorrhoea y Macrotylacia rubi, además de larvas de la familia Geometridae (Nankinov, 1981). Durante la época reproductora la dieta tiene un componente básicamente animal y está principalmente constituida por insectos (principalmente coleópteros, himenópteros, dípteros y larvas de lepidópteros), cuya explosión demográfica en los meses de verano coincide con el momento de dispersión de los pollos de la especie (Villarán et al., 2002).

A final del verano aparecen los frutos en la dieta. Durante la fase postreproductora y la migración postnupcial ingieren zarzamoras Rubus ulmifolius, fresas Fragaria sp., cerisuelas Prunus padus, grosellas Ribes rubrum y frutos de arbustos como el saúco Sambucus nigra, el arraclán Rhamnus frangula, el aladierno Rhamnus alaternus, el durillo Amelanchier ovalis y el cornejo Cornus sanguínea, así como otros frutos carnosos silvestres o cultivados (Nankinov, 2002).

Durante la migración postnupcial, al consumo de invertebrados -especialmente formícidos y coleópteros- se añaden frutos carnosos como las zarzamoras (Rubus spp.) que aportan un componente energético fundamental para el viaje a las zonas de invernada. A pesar de tratarse de una especie insectívora, incluye un componente vegetal en su dieta, especialmente cuando la disponibilidad de insectos desciende y la de frutos carnosos aumenta, de manera que hasta un 20% de las heces contienen restos vegetales (Jordano, 1987). No obstante, existe una gran variabilidad interindividual en el consumo de frutos y siempre predomina el componente animal, destacando los formícidos y, en menor medida los coleópteros y los arácnidos (Jordano, 1981).

En las zonas de invernada se alimenta preferentemente de insectos entre los que destacan las hormigas (pupas y obreras), los escarabajos, las polillas, termitas, moscas, pequeños ortópteros y las orugas. También incorpora en su dieta arañas, lombrices de tierra y solo ocasionalmente bayas (Collar y Christie, 2020).

 

Referencias

Collar, N., Christie, D. A. (2020). Common Nightingale (Luscinia Megarhynchos), version 1.0. In Birds of the World (J. del Hoyo, A. Elliott, J. Sargatal, D. A. Christie, E. de Juana, Editors). Cornell Lab of Ornithology, Ithaca, NY, USA. https://doi.org/10.2173/bow.comnig1.01  

Emmenegger, T., Hahn, S., Bauer, S. (2014). Individual migration timing of common nightingales is tuned with vegetation and prey phenology at breeding sites. BCM Ecology, 14: 9. http://www.biomedcentral.com/1472-6785/14/9 .

Emmrich, R. (1971). Zur Nahrung und Ernaehrungsbiologie des Sprossers (Luscinia Luscinia, L.). Zoologische Abhandlungen aus dem staatlichen Museum für Tierkunde in Dresden 32 (5): 57-67.

Herrera, C. M. (1977). Ecología alimenticia del Petirrojo (Erithacus rubecula) durante su invernada en encinares del Sur de España. Doñana Acta Vertebrata, 4 (1-2): 35-59.

Jordano, P. (1981). Alimentación y relaciones tróficas entre los paseriformes en paso otoñal por una localidad de Andalucía central. Doñana Acta Vertebrata, 8: 103-124.

Jordano, P. (1987). Notas sobre la dieta no-insectívora de algunos Muscicapidae. Ardeola, 34 (1): 89-98.

López, G. (1988). Alimentación del ruiseñor (Luscinia megarhynchos) durante el período reproductor en un encinar de Cataluña. Ardeola, 35 (1): 155-158.

Nankinov, D. N. (1981). Promiana v sastava na ornitofaunata v napadnat ot gasenitsi Gorski uchastak. Ornithological Information Buletin, 9: 41-50.

Nankinov, D. N. (2002). The state of the Nightingale in Bulgaria. Berkut, 11 (1): 84-97.

Ticehurst, C., Jourdain, F. C. R. (1911). On the distribution of the Nightingale during the breeding season in Great Britain. British Birds, 5: 2-12.

Villarán, A., Pascual-Parra, J., Alonso, B., Mezquida, E. T., Medina, C. (2002). La comunidad de aves del Monte de Valdelatas: un estudio basado en el anillamiento. Anuario Ornitológico de Madrid, 2001: 52-65.

 

 

Alfonso Villarán
Grupo Ornitológico Horus
Calle Neguilla 4, 28011 Madrid

Fecha de publicación: 19-10-2021

Villarán, A. (2021). Ruiseñor común Luscinia megarhynchos. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Tellería, J.L. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/