Alondra totovía - Lullula arborea (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

 

Key words: Woodlark, voice, song, call.

 

Voz

El nombre científico de la totovía, Lullula arborea, remite a su característico cadencioso y aflautado canto. De los nombres vernáculos que se conocen en la actualidad, buena parte se han inspirado asimismo en la voz de esta alondra, aunque en este caso sea en el reclamo o alarma -una especie de totoví-, y no en el canto (Suárez, et al. 2009).

 

Reclamo, notas, estrofas, duración

El canto de los machos se produce generalmente en vuelo, desde el suelo o desde una percha, frecuentemente de noche. Es poco probable que el canto de la totovía se confunda con otras alondras del Paleártico occidental, ya que es más lento que los cantos de otras alondras simpátricas. Consta de una serie clara, rica y melodiosa de florituras descendentes y claramente aceleradas, en la que las notas "tlee tlee-tlee" pronto se convierten en notas "tlu" más rápidas y suaves, seguidas por algunos silbidos y trinos. Se compone de frases, separadas por pausas, algo menos ricas y llenas de sonido en comparación con otras alondras. Son sonidos claros, líquidos, suaves y agradablemente aflautados que se dan en un patrón descendente: la frecuencia (2–4 kHz) normalmente cae gradualmente a lo largo de cada frase, dando lugar a un efecto melodioso y melancólico (Cramp, 1992).

Según Mackowicz (1970), cuyo estudio en el oeste de Polonia no involucró un análisis sonográfico, se pueden distinguir 5 tipos de frases diferentes según el sonido de unidades particulares y el ritmo de la frase: unidades disílabas lentas y de tono bajo—'di lee', 'de lee' o 'd'lee'; un 'dee yah', 'diyah' o 'dyah' ligeramente más rápido y agudo, que se asemeja a una parte del canto de la bisbita arbórea (Anthus trivialis). Producen principalmente frases con unidades 'dli' (40–45%), y el tipo 'loo' también es común (Cramp, 1992).

El reclamo es un líquido tee-lueeo ti-tluee” (Donald, 2020), mientras que la llamada en vuelo consta de tres notas 'lit-loo-eet' (Cramp, 1992). Los machos son generalmente más vocales y propensos a cantar diferentes variaciones que las hembras (Krampitz, 1952; Pätzold, 1971).

Por otro lado, los pollos son inicialmente silenciosos, y sólo producen llamadas de alimentación apenas audibles a 1 m del nido (Mackowicz, 1970). Hasta los 5 días de edad producen un 'chip' y 'chep' silencioso, y cuando se acercan los adultos realizan un 'siss-siss-siss' (Cramp, 1992); a partir del día 10 producen llamadas de alimentación de 2-3 sílabas (Pätzold, 1971). Poco antes de abandonar el nido, las crías emiten un 'twe-chep' o 'ee(t)-chip' más pleno, bastante fuerte, y a partir del día 12, ocasionalmente un 'geet' silencioso y áspero probablemente precursor de la llamada adulta (Mackowicz, 1970). El canto se desarrolla completamente durante el otoño (Pätzold, 1971).

 

Periodos de actividad diaria y anual

La alondra totovía, junto con la alondra ricotí (Chersophilus duponti), son las únicas alondras que escapan a la norma, ya que la máxima actividad canora ocurre con anterioridad al alba (Suárez et al., 2009). La máxima actividad de canto se da durante la madrugada : el pico para machos no emparejados se da en torno a las 07.00 h en abril y 04.00 h en junio, mientras que para los emparejados este pico de actividad se retrasa en torno a una hora, y tienden a parar sobre las 10.00 h (Cramp, 1992). Los machos no emparejados a menudo cantan antes de la puesta del sol (c. 18.00–19.00 h), especialmente de mayo a junio (Mackowicz, 1970). El canto nocturno no es infrecuente, incluso en vuelo, para el cual prefieren las noches cálidas, sin viento y a la luz de la luna (Cramp, 1992; Labitte, 1958). El periodo de inicio del canto se ve fuertemente influenciado por el clima y, especialmente, por la temperatura durante el día (Mackowicz, 1970; Pätzold, 1971). Además, se han descrito diferencias en la duración y ocurrencia de los periodos de canto entre distintas zonas de Europa (Cramp, 1992 y sus referencias). Así, en Gran Bretaña, el período principal de canto se extiende de marzo a mediados de junio, y desde mediados de septiembre a mediados de octubre en Eure-et-Loir (Francia), normalmente desde principios de febrero; en Frankfurter Stadtwald (Alemania), se dan cantos en vuelo realizados por machos no apareados; mientras que en Rzepin (Polonia), el canto aumenta gradualmente a partir de marzo, con el aumento de la temperatura, para alcanzar su punto máximo en la segunda quincena de junio; y en Marruecos, el canto empieza generalmente a partir de la primera semana de abril (Cramp, 1992).

El canto en vuelo es importante para destacar su presencia y reclamar el territorio; el cual es realizado principalmente por machos en busca de pareja, y también en el período inmediatamente posterior al apareamiento (Mackowicz, 1970).  El macho asciende en ángulo, normalmente desde la copa de un árbol, sube en espiral, luego gira en círculos a una altura bastante constante—máximo usual aprox. 100 m si no está emparejado, aprox. 50 m si está emparejado (Cramp, 1992). Posteriormente desciende silencioso y con las alas cerradas. Los machos emparejados generalmente cantan con menos intensidad, y de manera menos continuada y breve (Cramp, 1992). El canto en suelo dura cerca de 2 minutos (Mackowicz, 1970; Pätzold, 1971).

Desde el comienzo de la incubación el canto se produce a menudo desde un lugar de vigilancia; también en otoño, cuando normalmente es breve, aunque se registran cantos de hasta 34 minutos de duración (Mackowicz, 1970). Realiza un canto vigoroso desde la percha hacia el final de la fase de nidificación (después de un descanso temporal durante la crianza), que posiblemente sea el preludio de la segunda puesta (Krampitz, 1952). Los machos emparejados también cantan desde el suelo, aparentemente para marcar la ocupación del territorio.

 

Referencias

Cramp, S. (Ed.) (1992). Handbook of the Birds of Europe the Middle East and North Africa. The Birds of the Western Palearctic. Volume VI. Warblers. Oxford University Press, Oxford.

Donald, P. (2020). Wood Lark (Lullula arborea), version 1.0. En: del Hoyo, J., Elliott, A., Sargatal, J., Christie, D. A., de Juana, E. (Eds.). Birds of the World. Cornell Lab of Ornithology, Ithaca, NY, USA.

Krampitz, H. E. (1952). Beobachtungen an Heidelerchen. Vogelwelt, 73, 81-92.

Labitte, A. (1958). Observations sur Lullula arborea en Pays Drouais (Eure-et-Loir). Oiseaux, 28: 39-52.

Mackowicz, R. (1970). Biology of the Woodlark Lullula arborea (Linnaeus, 1758) (Aves) in the Rzepinforest (Western Poland). Acta Zoologica Cracoviensia, 15: 61-160.

Pätzold, R. (1971). Heidelerche und Laubenlerche. Die Neue Brehm-Bücherei 440. A-Ziemsen Verlag. Wittenberg Lutherstadt.

Suárez, F., Hervás, I., Herranz, J. (2009). Las alondras de España peninsular. Dirección General para la Biodiversidad, Madrid.

 

 

 

Cristian Pérez Granados
Departamento de Ecología
Universidad de Alicante

 

 Eva Serrano Davies
Department of Animal Ecology
Netherlands Institute of Ecology (NIOO-KNAW)

cristian.perez@ua.es

 

Fecha de publicación: 26-12-2023

 

Pérez-Granados, C., Serrano-Davies, E. (2023). Alondra totovía – Lullula arborea. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Traba, J. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/