Lince ibérico - Lynx pardinus (Temminck, 1827)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

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Hembra adulta en el Parque Nacional de Doñana. (C) A. Sabater

 

Identificación

Felino esbelto con patas relativamente largas en relación con la longitud (82-103 cm) y la altura del cuerpo (36-55 cm). Pelaje leonado con manchas oscuras de tamaño, forma y densidad muy variables entre individuos. Cabeza pequeña flanqueada por largos mechones de pelo blanco y negro (barbas). Orejas terminadas en pinceles negros. Cola corta (14 cm) también con una conspicua mancha negra distal. Rostro breve, ojos grandes amarillo-verdosos con líneas disruptoras de su contorno y pupilas oscuras. Pies con cuatro dedos y garras retráctiles.

Masa corporal media, 12,8 kg en machos y 9,3 kg en hembras.   

 

Estatus de conservación

Categoría global IUCN (2014): En Peligro D. Anteriormente (2008) incluido en la categoría En Peligro Crítico CR. Se ha justificado el cambio por el incremento de población y por el incremento del área de ocupación registrados entre 2002 y 2012.

Categoría para España IUCN (2006): En Peligro Crítico CR A2bc; C2a(i). Se ha justificado por que en 16 años (tres generaciones) el área de ocupación disminuyó un 87%, el área donde se reproduce regularmente se contrajo un 93%, el número de individuos de más de un año se redujo en un 86% y el número de hembras reproductoras descendió un 90%.

El lince ibérico es una especie amenazada en España y extinta en Portugal. El lince está estrictamente protegido en Europa (Convenio de Berna), la protección de su hábitat es prioritaria (Directiva 92/43 de la Comisión Europea) y figura como especie amenazada de extinción en el Convenio Internacional sobre el Comercio de Especies Silvestres de Fauna y Flora Amenazadas (CITES). Considerado como la especie de felino más amenazada del mundo.

Las estrategias de conservación y los planes de acción elaborados por distintas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales coinciden en que la vía hacia la recuperación del lince pasa por 1) garantizar la supervivencia de las pocas poblaciones existentes, 2) aumentar su tamaño hasta hacerlas resistentes a la extinción a medio plazo, 3) definir un espacio de actuación suficientemente grande dentro de su área de distribución histórica –por ejemplo, el que ocupaba hace 20 años- donde proteger estrictamente el hábitat del lince, y 4) recuperar poblaciones extintas mediante reintroducción, a partir de translocaciones de individuos silvestres y nacidos en programas de cría en cautividad.

Durante el periodo 2006-2011 las causas de mortalidad más importantes fueron las enfermedades y la caza furtiva.

 

Distribución

El área de distribución del lince ibérico se replegó un 99% en 50 años, pasando de 58.000 km2 de extensión en 1950 a ocupar aproximadamente 350 km2 en 2000 en Doñana (Huelva) y Andújar-Cardeña (Sierra Morena). Ambas poblaciones están aisladas y, por tanto, presentan demografías independientes. Además, se ha reintroducido en Guadalmellato y en Guarrizas, a unos 50 km de las poblaciones existentes. También se ha reintroducido en el valle del Guadiana en Portugal, Valdecigüeñas y valle del Matachel en Badajoz, sector norte de Montes de Toledo y Sierra Morena de Ciudad Real

 

Hábitat

El lince es una especie ligada al monte mediterráneo. La abundancia de grandes masas de matorral unida a un bajo índice de actividad humana explican la distribución del lince a gran escala. Dentro del monte mediterráneo, las hembras establecen territorios en áreas con alta densidad de borde entre matorral y pastizal, muy favorables para los conejos de monte. Los espacios sin cobertura arbustiva (cultivos, baldíos, marismas y pastizales) apenas se incluyen dentro de las áreas de campeo y son también evitados durante la dispersión juvenil. Las plantaciones forestales de pinos y  eucaliptos son generalmente pobres en alimento y se usan muy poco excepto durante la fase de dispersión. La densidad de linces establecidos en territorios aumenta con la densidad de conejos. Las hembras de Doñana crían en árboles huecos.

 

Ecología trófica

La dieta del lince ibérico se compone casi exclusivamente de conejos de monte, con independencia de la localidad, el año o la estación. No existe ninguna evidencia de una presa que pueda sustituir al conejo cuando éste se hace escaso. Por debajo de un umbral de abundancia de conejos, la población de linces responde numéricamente (comienza a decrecer) hasta la extinción. Un modelo energético calcula que la cantidad de energía que necesita un individuo para su actividad diaria se corresponde con la energía contenida en un conejo de campo de tamaño medio. Las hembras con crías necesitan un mayor aporte diario. Se ha estimado que la densidad umbral de conejos por encima de la cuál una población de linces puede mantenerse estable es alrededor de 1 conejo/ha en otoño, la época del año con menor abundancia de conejos.

Caza los conejos al rececho, ocultándose entre las matas hasta quedar a una distancia de la presa que puede cubrirse con uno o unos pocos saltos. A veces los linces también aguardan a los conejos camuflados contra los arbustos. Los conejos mueren de un mordisco en la nuca y son consumidos casi en su totalidad en un lugar tranquilo, generalmente no alejado del punto de captura, salvo en el caso de hembras que deben aprovisionar a las crías en su madriguera. 

 

Biología de la reproducción

Las hembras crían una vez al año y no todos los años. A pesar de que las hembras maduran fisiológicamente antes, la edad de primera reproducción suele retrasarse hasta el tercer o cuarto año debido a factores sociales o ambientales. No se ha detectado reproducción en hembras con más de nueve años. Generalmente los partos tienen lugar en marzo tras aproximadamente dos meses de gestación. Las crías son altriciales, poco móviles y con los ojos cerrados durante los primeros 12 días de vida. Normalmente nacen tres cachorros, aunque con frecuencia sólo uno o dos sobreviven hasta los 10 meses de edad, cuando puede dar comienzo la dispersión juvenil.

 

Interacciones entre especies

Los mesocarnívoros minimizan la interacción entre ellos mediante plasticidad en sus patrones de actividad, siendo asincrónicos los máximos de cada especie. El único depredador del lince en su área de distribución actual es el hombre. El lince mata a otros carnívoros de menor tamaño, competidores por el alimento. El riesgo de depredación hace que estos carnívoros eviten el espacio defendido por linces residentes. Como resultado, en áreas con lince se produce una reducción neta en el número de conejos consumidos respecto a áreas sin lince ocupadas por otros depredadores que, como el zorro o el meloncillo, consumen gran número de gazapos.

Se han descrito gran número de endoparásitos y ectoparásitos en el lince ibérico pero se desconoce qué efectos tienen sobre la salud de los individuos, sobre su riesgo de mortalidad y, por tanto, sobre la dinámica de sus poblaciones. Las enfermedades infecciosas (leucemia felina, tuberculosis bovina, moquillo canino, panleucopenia felina) suponen una seria amenaza para la supervivencia de la especie.

 

Patrón social y comportamiento

El lince ibérico desarrolla su actividad principalmente durante los crepúsculos y la noche. Los linces adultos defienden territorios de 3-4 km2 frente a individuos de su mismo sexo. Los límites de los territorios son relativamente estables en el tiempo. El acceso a los territorios se produce por ocupación de vacantes y mediante interacciones agresivas hacia el ocupante. Los linces utilizan marcas olfativas para delimitar su territorio. En Doñana los machos solapan sus territorios mayoritariamente con los de una sola hembra reproductora. Por tanto, el sistema de apareamiento es la monogamia, con cierta tendencia a la poliginia. Los linces son solitarios. Las interacciones entre individuos se limitan a las relaciones madre-crías y al corto periodo de celo.

La mayoría de los linces jóvenes abandonan su área natal a una edad media de 18 meses. En Doñana la duración media de la dispersión es de 6 meses. Tras dicho periodo de búsqueda los individuos acaban estableciendo su territorio a una distancia entre 10 y 20 km del punto de origen. Aproximadamente la mitad de los jóvenes dispersantes no consiguen asentarse en un territorio y mueren, generalmente por causa humana (atropellos en carreteras, caza ilegal, captura por perros o ahogados en pozos).   

 

 Alejandro Rodríguez
Estación Biológica de Doñana (CSIC)

Fecha de publicación: 15-07-2004

Revisiones: 21-05-2008; 27-03-2012

Versión 7-07-2017

Rodríguez, A. (2017). Lince ibérico - Lynx pardinus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja. I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/