Jineta - Genetta genetta (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Common Genet, description, size, variation.

 

Descripción

Su aspecto morfológico hace de la jineta un animal inconfundible (Cabrera, 1914; Livet y Roeder, 1987; Calzada, 1998; Larivière y Calzada, 2001; Calzada, 2007; Jennings y Veron, 2009). Es un carnívoro mediano, del tamaño de un gato doméstico, pero en proporción tiene las patas más cortas, el hocico más puntiagudo, las orejas más prominentes y la cola más larga y gruesa. El cuerpo es alargado y esbelto, con un pelaje pardo grisáceo o pajizo sucio, con muchas manchas oscuras que tienden a formar líneas longitudinales, conformando un patrón único e irrepetible en cada individuo (Pla et al., 2001; Sarmento et al., 2010). Tiene cinco series muy sinuosas de manchas negras, de forma irregular, en cada flanco. En el centro del dorso, las manchas forman una banda continua de pelos eréctiles oscuros que va desde la cruz hasta la base de la cola. El vientre carece de manchas. La cola, que es tan larga como la longitud de la cabeza más el cuerpo, presenta de ocho a diez anillos negros, de los cuales los cuatro o cinco primeros son estrechos y no están tan bien definidos como los restantes. La punta de la cola es blanquecina. La cabeza es pequeña, y los ojos y las orejas, de extremo redondeado, son relativamente grandes. Encima del hocico, afilado y blancuzco, y delante de los ojos, tiene una amplia mancha oscura a cada lado, formando una máscara facial muy característica. Las extremidades acaban en cinco dedos, provistos de uñas semiretráctiles, y con cojinetes plantares bastante reducidos. Las hembras poseen dos pares de mamas abdominales.

Los casos de melanismo se dan con cierta frecuencia, y han sido citados desde hace tiempo (Cabrera, 1914; Alcover, 1983; Duarte y Rubio, 1999; Gaubert y Mézan-Muxart, 2010). Se han registrado en el norte de Portugal tres jinetas melánicas (Barros et al., 20141). Delibes et al. (2013) señalan haber observado jinetas melánicas en toda España y no solo en el sur1. Se ha citado una jineta melánica en Cataluña (Barrul y Mate, 20121).

Mención especial merece la cita de un caso de albinismo: en enero de 2005, una gineta albina fue encontrada atropellada en la cuneta de una carretera comarcal de la provincia de Lleida por miembros del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Cataluña (Fuente: Cuerpo de Agentes Rurales). Delibes et al. (2013) citan en España dos ejemplares albinos y uno con la coloración negra diluída1.

El cráneo de la jineta es estrecho y alargado, con la cresta sagital desarrollada sólo por la parte posterior y con las apófisis postorbitales salientes. Las bullas timpánicas son alargadas, con las cámaras anteriores un poco más pequeñas que las posteriores (Larivière y Calzada, 2001; Jennings y Veron, 2009). La dentición de la gineta muestra que pertenece a una familia poco evolucionada dentro de los Carnívoros: dispone de 40 dientes, repartidos según la fórmula I 3/3, C 1/1, PM 4/4, M 2/2 (Livet y Roeder, 1987).

Tanto machos como hembras tienen cuatro tipos de glándulas, utilizadas para el marcaje olfativo (Livet y Roeder, 1987; ver apartado de “Comunicación social y marcaje olfativo”). Las glándulas perineales son las únicas visibles externamente y tienen forma de saco muscular, situado entre la vulva y el ano en la hembra, y entre la base del pene y el escroto en el macho. Son especialmente sus secreciones las que dan el olor característico del animal. Las glándulas anales son internas y abdominales, y se sitúan a ambos lados del recto. Las glándulas plantares están situadas sobre los tarsos y metatarsos de las patas posteriores. Finalmente, en los flancos, disponen de una especie de glándulas asociadas a los pelos.

 

Biometría

Como medidas generales, la longitud de la cabeza y el cuerpo mide 43,2-55,2 cm, la longitud de la cola 33,1-48,5 cm, la longitud del pie posterior 8,0-9,0 cm, la longitud de la oreja 4,0-5,0 cm, y la altura hasta la cruz 16,8-22,8 cm (Calzada, 1998; Larivière y Calzada, 2001; López-Martín, 2003; Rodríguez-Refojos et al., 2011). En el caso de la población de Ibiza, más pequeña, la longitud de la cabeza y el cuerpo alcanza 44,1-50,0 cm, la longitud de la cola 39,4-44,0 cm, la longitud del pie posterior 6,5-8,0 cm y la longitud de la oreja 4,2-5,0 cm (Delibes, 1977).

La Tabla 1 presenta la variación entre poblaciones.

 

Tabla 1. Biometría (cm) y masa corporal (g) (X + SD) de varias poblaciones ibéricas: Vizcaya (País Vasco), Collserola (Cataluña), Grândola (Portugal) (Rodríguez-Refojos et al. (2011) y Andalucía (Krapp y Delibes, 1993). Lcc: longitud de cabeza y cuerpo; Lc. longitud de la cola.

 

 

Lcc

Lc

Masa corporal

n

Machos

 

 

 

 

Vizcaya 

50,7 ± 2,8

41,5 ± 1,2

1.745 ± 156

11

Collserola 

47,1 ± 1,2

42,7 ± 2,3

1.908 ± 150

6

Grândola  

49,2 ± 3,5

41,9 ± 2,0

1.580 ± 234

15

Andalucía

49,9 + 3,0

44,6 + 1,9

1.922 + 159

10

Hembras

 

 

 

 

Vizcaya 

 48,4 ± 3,0

39,9 ± 1,7

1.529 ± 158

10

Collserola 

45,2 ± 1,4

38,9 ± 3,3

1.633 ± 164

9

Grândola 

47,7 ± 2,1

40,3 ± 1,6

1.420 ± 185

16

Andalucía

47,0 + 1,9

41,2 + 1,9

1.806 + 149

10

 

 

Masa corporal

La masa corporal de los adultos puede variar entre 1,24 kg y 2,25 kg (Calzada, 1998; Larivière y Calzada, 2001; López-Martín, 2003; Camps y Llimona, 2004; Rodríguez-Refojos et al., 2011). La población de Ibiza no supera los 1,30 kg: 1,15-1,26 kg (Delibes, 1977).

 

Dimorfismo sexual

El dimorfismo sexual es poco marcado, exceptuando la observación directa de la región genital. Si bien los machos son ligeramente mayores que las hembras, comúnmente se ha dicho que las diferencias entre sexos no eran significativas (Livet y Roeder, 1987; Calzada, 2007). Sin embargo, un estudio reciente que ha analizado conjuntamente tres regiones de la Península, ha detectado que las jinetas ibéricas presentan un dimorfismo sexual en cuanto a la longitud de la cabeza y el cuerpo, la longitud de la cola, y el peso, siendo las tres medidas mayores en los machos (Rodríguez-Refojos et al., 2011). El peso se mostró como la variable más dimórfica, siendo los machos entre un 11% y un 17% más pesados que las hembras, y presentando una mayor variación, tal y como marcaría la regla de Rensch. Un estudio anterior (Camps y Llimona, 2004), realizado con la comparación de 10 hembras y 7 machos, ya apuntó diferencias significativas entre sexos en el peso de las jinetas, así como Rosalino et al. (2005) en Portugal. También los cráneos de las jinetas presentan dimorfismo sexual en algunas medidas, siendo mayores en machos que en hembras (Delibes, 1974a).

 

Huellas

Las huellas de la jineta son redondeadas y ligeramente ovaladas. Las de las patas posteriores son más grandes (3x3 cm) que las de las anteriores (3 cm de largo y 2.5 cm de ancho). Todas las patas tiene cinco dedos, pero solo las buenas huellas y en sustratos más finos marcan el quinto (el dedo pulgar, más pequeño y retrasado), más visible en el pie posterior. Los cuatro dedos superiores se disponen regularmente en abanico y las uñas no se marcan en las huellas. La impronta de la almohadilla principal presenta un aspecto trapezoidal, compuesta por dos lóbulos separados por una escotadura central, que forma un tercer lóbulo más pequeño, metido hacia dentro. Las almohadillas de los dedos son desproporcionadamente pequeñas comparadas con la almohadilla principal (Livet y Roeder, 1987; Blanco-Garrido y Rivas, 2009). El rastro más frecuente es el “trote”, donde los pies de la jineta pisan las manos de su mismo lado. En el “galope”, una marcha más rápida, no se pisan, y manos y pies aparecen claramente diferenciados (Blanco-Garrido y Rivas, 2009).

La huella de la jineta parece la de un gato cuando solo marcan cuatro dedos (Livet y Roeder, 1987; Lozano y Urra, 2007). Algunas diferencias, sin embargo, nos permiten discernir una especie de otra, como la impronta de la almohadilla principal. Respecto al tamaño total de la huella, la de la jineta es mayor que la del gato, y sus tres lóbulos no alineados, la diferencian de la huella del felino, que presenta los tres lóbulos alineados. Las huellas sin uñas en que aparece el quinto dedo, son características de la jineta.

 

Excrementos

Los excrementos de la jineta son grandes para un carnívoro de su talla, y desprenden un olor fuerte y característico de la especie (Livet y Roeder, 1987). La longitud media es de 15.6 cm y el diámetro de 1.42 cm (Larivière y Calzada, 2001), aunque se han descrito excrementos de hasta 20-25 cm (Cugnasse y Riols, 1984). Su forma es cilíndrica, habitualmente con un extremo redondeado y grueso y el otro más estrecho y terminado en punta, a veces formada por una mata de hierbas. Frecuentemente están doblados más o menos por la mitad, en forma de herradura. Es fácil encontrar en los excrementos restos sin digerir como plumas, pelos, dientes y huesos de micromamíferos, exoesqueletos de invertebrados, frutos y semillas. Otros, en cambio, están compuestos totalmente por fragmentos vegetales (Blanco-Garrido y Rivas, 2009). El color de los excrementos depende de su contenido y de su frescura. Cuando están frescos, suelen ser negruzcos, pero después de unos 10-15 días se emblanquecen y disgregan con facilidad, liberando su contenido (Livet y Roeder, 1987). A partir de los excrementos, se puede determinar la biomasa consumida por la jineta (Palomares y Delibes, 1990).

 

Letrinas

Las letrinas (y sus excrementos) son el indicio más fácilmente detectable de la jineta. Son muy características y no permiten confusión con otra especie (Livet y Roeder, 1987). Generalmente, y si hay disponibilidad en la zona, están situadas en lugares elevados, como rocas prominentes, riscos o árboles, donde se han encontrado en la horcadura, en un hueco del tronco, encima de las ramas y en antiguos nidos de aves. Más raramente se han encontrado letrinas en matorrales y en el suelo. También cabe destacar el uso no poco habitual de soportes humanos como cabañas, viejos muros, puentes, el interior de casas y ermitas abandonadas, tejados, graneros, sobre el techo de hides para la observación de aves, postes y vigas de construcción, bases de torres eléctricas, en un antiguo molino de agua, sobre escombros, así como en lugares tan singulares como en el interior de una lavadora y de la carrocería de un coche abandonados en el bosque (Cugnasse y Riols, 1984; Livet y Roeder, 1987; Palomares, 1993a; Larivière y Calzada, 2001; Rodríguez, 2002; Sáez y Montiel, 2006; Blanco-Garrido y Rivas, 2009; Camps, inédito).

Es posible encontrar varias letrinas muy cercanas (Livet y Roeder, 1987) y parece que las jinetas las ubican en los límites de los hábitats que más utilizan (Palomares, 1993a). Algunos de los factores que pueden intervenir en la selección de los lugares para ubicarlas son la disponibilidad de recursos tróficos (Rosalino y Santos-Reis, 1998), la presencia de sotobosque alto, la diversidad de unidades de paisaje, la lejanía a posibles molestias humanas, y la proximidad a refugios potenciales y otras letrinas (Costa y Santos-Reis, 2002; Espírito-Santo et al., 2007).

El número de excrementos de una letrina puede ser muy elevado, y los excrementos frescos suelen depositarse encima de los secos (Palomares, 1993a). Se han descrito letrinas de entre uno y 65 excrementos (Cugnasse y Riols, 1984; Palomares, 1993a), pero se ha reportado el  excepcional caso de una letrina de unos 3 m de largo por 1,5 m de ancho que contenía unos 500 excrementos (Blanco-Garrido y Rivas, 2009). 

Una misma letrina puede ser utilizada por diferentes jinetas, tanto jóvenes como adultas (Livet y Roeder, 1987), reportándose el caso de una letrina que era frecuentada por diez individuos (Roeder, 1984a). Sin duda, las letrinas tienen una función comunicativa muy importante para las jinetas (Palomares, 1993a), ya que son usadas por varios individuos que depositan sus heces impregnadas por el olor producido por las secreciones de las glándulas anales, permitiendo el reconocimiento de cada uno de ellos (Roeder, 1980b). La frecuencia de uso de las letrinas es distinta dependiendo de la época del año y del sexo, principalmente debido a la reproducción y al status social (Roeder, 1978; Palomares, 1993a; Barrientos, 2006).

 

Variación geográfica

Se han descrito al menos una treintena de subespecies de Genetta genetta en su área de distribución (Jennings y Veron, 2009). A lo largo de la geografía española, se reconocen 4 subespecies, atendiendo a ligeras diferencias de coloración del pelaje (Livet y Roeder, 1987; Delibes, 1999; Calzada, 2007): G. g. genetta Linnaeus, 1758 en la Península Ibérica (Cabrera, 1905); G. g. balearica Thomas, 1902 en las islas de Mallorca y Cabrera; G. g. isabelae Delibes, 1977 en la isla de Ibiza; y G. g. afra Cuvier, 1825 en Ceuta y Melilla (Calzada, 2007). También se ha descrito el taxón pyrenaica Bourdelle y Dezillière, 1951. G. g. isabelae es la subespecie más diferenciada de la especie nominal, debido a su menor tamaño (Delibes, 1977; Delibes, 1999), que parece ser consecuencia de la insularidad de su área de distribución y su evolución en una isla donde las presas son escasas y pequeñas (Delibes, 1977).

Por otro lado, y aunque con el estudio de solo tres poblaciones, los datos obtenidos por Rodríguez-Refojos et al. (2011) sugieren que las jinetas ibéricas parecen seguir la regla de Bergman, siendo más grandes (longitud de la cabeza y el cuerpo) y más pesadas en las regiones más al norte y más frías. Sin embargo, las poblaciones de Andalucía no corroboran este patrón (Tabla 1).

Estudios basados en ADN mitocondrial han puesto de manifiesto que hay cuatro linajes mitocondriales, uno en el norte de África y la Península Ibérica, otro en Oriente Medio, otro en el sur de África y otro en África occidental (Gaubert et al., 2009).

Se ha propuesto incluir en la subespecie típica, G. g. genetta, descrita de España (restringida a El Pardo, Madrid), a todos los representantes del linaje I, incluyendo afra, balearica e isabelae como sinónimos (Gaubert et al., 2009). 

 

Referencias

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David Camps i Munuera
Servei de Biodiversitat i Protecció dels Animals
Direcció General del Medi Natural i Biodiversitat
Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural
Dr. Roux 80, 08017 Barcelona

Fecha de publicación: 1-03-2012

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 4-07-2017

Camps, D. (2017). Jineta – Genetta genetta. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/