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Identificación Ungulado de pequeño tamaño, de tamaño similar al de una oveja y con coloración uniforme grisácea o marrón clara. Carece de cola. Los machos tienen una cuerna poco ramificada que mudan en la época invernal; se compone esta de un asta central con una punta inferior proyectada hacia adelante y una dirigida hacia la parte trasera del individuo, más alta que la primera. Al tener las cuartos traseros más levantados que los delanteros y andar con pequeños saltos, le confieren además un aspecto grácil. La masa corporal media varía entre poblaciones 20-25,5 kg en machos y 17-25 kg en hembras.
Estatus de conservación Categoría global IUCN (2008): Preocupación Menor LC. Categoría España IUCN (2006): Preocupación menor LC. Es una especie cinegética que se caza en modalidad y fechas que varía según las legislaciones autonómicas.
Distribución Los principales núcleos poblacionales ocupan la Cordillera Cantábrica, Pirineos y los Sistemas Ibérico y Central. Desde ellos se encuentra en proceso de expansión. Reductos poblacionales se encuentran, además, en Montes de Toledo, Sierra Morena, el este de Extremadura y en las sierras andaluzas de Jaén y Cádiz.
Hábitat Se le encuentra en bosques de todo tipo e incluso en aquellas etapas de degradación, como son matorrales o zonas adehesadas. La abundancia varía entre 1,69 corzos/100 ha en pinares a 35 corzos/100 ha en hayedos.
Ecología trófica Consume herbáceas, gramíneas, hojas y brotes de árboles y arbustos. Su dieta muestra variaciones estacionales y geográficas según la disponibilidad de alimento. En primavera y verano aumenta el consumo de herbáceas y en otoño de gramíneas.
Biología de la reproducción En el norte peninsular el celo se lleva a cabo durante el mes de agosto, siendo la paridera en el mes de mayo. En el centro peninsular el celo comienza a mediados de junio y finaliza a mediados de septiembre. La paridera en este caso, es la más temprana descrita para todo el rango de distribución del corzo, ya que comienza a principios de abril y finaliza a últimos de mayo. En las poblaciones andaluzas, los ciclos reproductores parecen ceñirse más a lo que sucede en el norte peninsular. La razón de la dilación entre el celo y los partos, se debe a un fenómeno denominado diapausa embrionaria o implantación retardada. A los quince días de la cubrición, el desarrollo de la gestación se ralentiza hasta casi su parada durante varios meses; en torno al mes de enero, comienza esta gestación en sus términos normales para que la paridera se lleve a cabo en la primavera. Con esto, las corzas evitan que los corcinos nazcan en los meses de invierno, que es lo que le correspondería a una especie del tamaño de un corzo con un celo en el verano. Las hembras paren unos o dos crías, rara vez tres.
Interacciones entre especies Entre los depredadores del corzo se conocen en España el lobo, el zorro y el oso pardo. La interacción entre ciervo y corzo parece ser asimétrica, pues la presencia de ciervo tiene un efecto negativo sobre el corzo mientras que la presencia de corzo afecta positivamente a la presencia de ciervo. Se conocen numerosos parásitos y enfermedades en las poblaciones ibéricas.
Patrón social y comportamiento Mayoritariamente los grupos están formados por la madre con sus crías, y ocasionalmente un macho. Es por tanto muy común la presencia de animales solitarios, sobre todo de machos o de jóvenes errantes. Las crías abandonan el grupo familiar a partir de los seis meses pero no más allá del año.
Patricio Mateos-Quesada Fecha de publicación: 4-04-2005 Revisiones: 3-04-2007; 8-08-2008; 28-01-2011 Versión 8-09-2017 Mateos-Quesada, P. (2017). Corzo - Capreolus capreolus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja. I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
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