Bisbita campestre - Anthus campestris (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Tawny Pipit, habitat, abundance, status, threats.

 

bitat

Habita terrenos abiertos, llanos, secos y áridos, pero no desérticos. Prefiere zonas con poca vegetación o vegetación dispersa de porte bajo, generalmente caméfitos. La especie es capaz de ocupar hábitats muy diferentes: zonas dunares, salobrales, pastizales, cultivos extensivos de cereal de secano, zonas labradas, rastrojeras, eriales, viñedos, formaciones extensas de matorrales caméfitos (romerales, aljezares, aliegares, esplegares, tomillares, parameras de erizón, cambronales, espartales, lastonares, jarales, brezales, piornales...), praderas de media montaña, pastos alpinos, sabinares de Juniperus thuriferea y formaciones boscosas ralas (Tellería et al., 1999). Evita las condiciones más húmedas de la montaña media-alta. Prefiere suelos arenosos, con poca vegetación, a menudo con abundantes piedras o cantos rodados. Se acerca a terrenos cultivados y rastrojeras sobre todo en otoño (Noval, 1975). El bisbita campestre muestra una clara selección de hábitat (índice 0,46) (Carrascal et al., 2005).

Busca el alimento apeonando en zonas abiertas tipo pastizal. Según (Zamora, 1990b), en Sierra Nevada el bisbita se alimenta principalmente en el suelo (69.75 %), sobre matorrales de Genistabaetica (17.71 %) o Juniperuscommunis (8.17 %), o en el aire (4.36 %). Ver más detalles en el apartado de Ecología Trófica.

 

Abundancia

En España, el hábitat que alcanza mayores densidades son las formaciones herbáceas 12,1 parejas/km2, seguido de las formaciones arbustivas y arboladas abiertas 4,4 parejas/km2 y 4,3 parejas/km2 y, por último, zonas de vegetación escasa 2,1 parejas/km2 (Martí y Del Moral, 2003). Las mayores densidades, de hasta 14,6 parejas/km2, se alcanzan en el valle del Ebro (Tellería et al., 1999).

En la mayoría de las zonas donde está presente no es muy abundante (Martínez y Purroy, 1993), pese a que puede aparecer localmente en altas densidades. La distribución por hábitat y densidades conocidas por regiones son:

– En País Vasco, en Álava es frecuente en pastizales de Brachypodium, Bromus y Festuca con escasa o nula cobertura de matorral (Álvarez et al., 1998).

En Cataluña se encuentra en prados y roquedos alpinos y subalpinos (densidad de 0,2-0,9 parejas/km2), matorrales y prados de media montaña (2,4-9,1 parejas/km2), mosaico submediterráneos y mediterráneos continentales (1,1-6,9 parejas/km2), mosaicos mediterráneos húmedos (0,1-2,2 parejas/km2), encinares y alcornocales (0,1-2,5 parejas/km2) y garrigas y bosques mediterráneos (1,5-6,4 parejas/km2).

En Navarra está presente en zonas de estepa y matorral de las zonas bajas de la mitad sur (margen izquierda del Ebro), ocupando pastizales secos en lomas y laderas de montaña y, en menor medida, cultivos cerealistas de la zona centro (Elósegui et al., 1985)

– En Aragón (Pelayo y Sampietro, 2000): zona de las saladas de Alcañiz, 16,6-22,8 aves / km2, 2,7 aves / km2Zaragoza, 9,5 aves / km2 en Tarazona. En el Moncayo, 20 aves / km2 en coscojar y 15,5 aves / km2en matorral de Erinacea. En el valle del Ebro se han detectado índices kilométricos de abundancia (IKAs) 0,4 aves/km en zonas de matorral, 2,02 aves/km en aliagares y de 0,5 a 1,17 aves/km en parameras a más de 1000 m. de altitud. En Huesca están presente en tomillares y campos temporalmente no cultivados y, en menor densidad, en cereal de secano (Woutersen y Platteeuw, 1998). En el Alto Aragón occidental se encuentra en solanos cálidos, con cultivos o aliagares (Pedrocchi-Renault, 1987).

En Castilla León, en los páramos de Burgos y Soria se han detectado 7 y 33 aves/ km2 , respectivamente (Carrascal y Palomino, 2008). En laderas desarboladas de la zona centro de Valladolid se encontró una densidad de 11 aves/ km2 (Matute, 2007), y en Salamanca entre 2 y 4 aves/ km2 (Carnero y Peris, 1988). En Palencia aparece en brezales de montaña en una densidad de 2 aves/ km2 (Santos y Suárez, 1983), mientras que en León se ha detectado en mosaicos de cultivo de regadío (1,7 aves/ km2, mosaicos de cultivos de secano y campos abandonados (1,6 aves/ km2), así como en zonas de tomillar-retamar (0,2 aves/ km2) (Suárez-Seoane et al., 2002).

En Galicia aparece en zonas pedregosas o arenosas de oscilación del nivel de agua, en zonas de vegetación de gramíneas y matas rastreras con abundante suelo desnudo o en zonas degradadas, incendiadas, recién roturadas (González et al., 1995). En O Caurel aparece en brezales degradados de zonas altas (Guitián et al., 2004).

En el Pirineo prefiere campos de cereal y sus bordes, así como matorrales de porte bajo (Woutersen y Platteeuw, 1998).

En la Sierra de Madrid ocupa pastizales y piornales de alta montaña (Martí et al., 1994).

En el Sureste peninsular: en la Comunidad Valenciana se distribuye principalmente por la zona interior de las tres provincias: En Alicante se ha descrito que ocupa zonas de matorral de bajo porte y roquedos con fuerte pendiente, y en menor medida pinares jóvenes y de repoblación (López-Iborra, 2015). En las sierras de esta provincia ocupa preferentemente pastizales de montaña, mientras que en zonas mas bajas lo hace en pastizales secos y zonas de erial junto a cultivos cerealistas (Campos, 2001). En el Rincón de Ademuz (Valencia) se encuentra en parameras con matorrales de porte bajo y cultivos de almendros en una densidad media de 7,8 aves/km2 (Pérez-Granados, 2014). En Andalucía aparece como reproductor en todas las provincias aunque es mas frecuente en la mitad oriental de la Comunidad (Yanes y Delgado, 2006), ocupando zonas de montaña y zonas de estepa en las Hoyas de Baza y Guadix. Selecciona matorral de bajo porte y suelo desnudo, tanto en altiplanos de montaña como en zonas de estepa (Yanes y Delgado, 2006). En Sierra Nevada se reproduce en pastizales y matorrales en altitud (hasta 2700 m.s.n.m), con densidades mensuales máximas de 16 aves/ km2 (Zamora, 1990a), mientras que en la Sierra de Baza se reproduce en las zonas llanas con escaso matorral que predominan en las cumbres de las montañas. Debe ser frecuente en otras sierras de la región del SE español, aunque existe poca información sobre la ocupación de hábitat específicos o densidades locales. Nosotros lo hemos encontrado en Sierra de Gádor y Sierra de los Filabres (Almería), en el primer caso en matorral almohadillado de bajo porte, y en claros de pastizal entre pinares en el segundo.

Tamaño poblacional

En Europa se estiman entre 1.000.000 y 1.900.000 parejas (BirdLife International, 2004). Como Europa ocupa el 25-49 % del rango global de distribución de la especie, la UICN estima una población mundial aproximada de 6.120.000-22.800.000 de individuos.

Las poblaciones españolas de bisbita campestre albergan el 50 % de la población europea. El tamaño poblacional en España está estimado en 400.000-640.000 parejas (Purroy, 1997). Según las estimas al 90 % de confianza aportadas por Carrascal y Palomino (2008) durante 2004-2006, el tamaño poblacional rondó los 673.000-1164.000 bisbitas (excluidas Baleares y las poblaciones peninsulares por encima de 1.500 m). La comunidad con un mayor número de bisbitas es Aragón (31,5%), seguida por Castilla y León (28,4%), y con una menor abundancia se encontraría la comunidad Valenciana (8,2%), Castilla La-Mancha (7,6%) y Extremadura (7,4%). En la actualidad, y pese a que no existen registros detallados, algunas poblaciones de bisbita campestre podrían estar en disminución, como hemos podido constatar en la provincia de Albacete. En esta zona, a pesar de aparecer como una especie con reproducción probable o segura en un 11 % de su superficie, recientemente sólo se ha detectado en un 2 % de la misma (datos propios de los autores).

 

Estatus de conservación

Global:

UICN (BirdLife-International 2017): Preocupación menor (Least Concern).

Europa:

Directiva aves: Anexo I (2009/147/EC).

Convenio de Berna: Anexo II (82/72/CEE).

BirdLife-International (BirdLife-International 2004): SPEC 3 (1994: 3). Estatus: en disminución. Criterio: disminución continua y moderada. Vulnerable.

EU25 (BirdLife International, 2004) tendencia de la población reproductora (1970-1990): gran disminución, tendencia de la población reproductora (1990-2000): desconocido, estatus de amenaza: Least Concern.

España:

Anterior Catálogo Nacional de especies amenazadas (Real Decreto 439/1990): De Interés Especial.

Libro Rojo de las aves de España (Madroño et al., 2004): No amenazada.

Anexo IV Especies que serán objeto de medidas de conservación especiales en cuanto a su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción en su área de distribución (Ley 42/2007).

Especie protegida con Categoria D (Decreto Legislativo 2/2008).

Actual Catálogo Nacional de especies amenazadas (139/2011): Incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Oficial.

Las comunidades autónomas en las que el bisbita campestre se encuentra protegido son:

Cataluña: Preocupación menor (Decreto).

Castilla-La Mancha: De Interés Especial (Decreto 33/98)

Extremadura: Vulnerable (Decreto 37/2001)

Galicia: Estrictamente protegida (Decreto). Rara y Vulnerable.

País Vasco: de Interés especial (Decreto 167/1996)

Baleares: Preocupación menor (Viada, 2006).

 

Factores de amenaza y estrategias de conservación

Globalmente la especie no está amenazada debido su amplio rango de distribución, aunque sus tendencias generales se desconocen. Se estima que en Europa ha sufrido un declive de aproximadamente el 20% desde 1970 (Hagemeijer y Blair, 1997). En Francia se ha observado una disminución significativa de sus poblaciones entre 1982 y 2002 (Fonderflick et al., 2010), mientras que, actualmente, sólo 11,06 % de la población de bisbita campestre francesa se encuentra en zonas de protección especial (SPAs) (Godet et al., 2007) En las estepas rusas de Transvolga se estima que ha disminuido en abundancia en la segunda mitad del siglo XX pasando de común a escasa (Oparin, 2008). Más aún, en otras poblaciones europeas la especie ha llegado a extinguirse en algunas poblaciones como es el caso de Bélgica y Holanda (Van Turnhout, 2005). Sin embargo, hay poblaciones de bisbita campestre estables en Polonia (Grzybek et al., 2008), Italia y Ucrania (Hagemeijer y Blair, 1997). Según el atlas climático (Huntley et al., 2007), en un escenario futuro las poblaciones más amenazadas serían las del sur de su distribución.

En España la información tanto pasada como actual es muy parcial. La tendencia poblacional media actual es estable (0,6%) y variable según las distintas poblaciones de un incremento del 3,3% a una disminución de 2,1% según último informe de SEO (SEO/BirdLife International, 2010).

Es una especie de abundancia fluctuante y dependiente de la disponibilidad de hábitat. Las modificaciones de la estructura del hábitat en las zonas de reproducción debido a la creación de grandes infraestructuras, áreas recreativas o cambios en la gestión agraria y ganadera pueden influir significativamente sobre su abundancia. Dentro de las infraestructuras, los parques eólicos, a pesar de no eliminar completamente el hábitat disponible para la cría, como ocurre en caso de los parques solares, son un peligro potencial, aunque se desconoce con exactitud sus efectos en las tendencias poblacionales para la especie. En cuanto a la agricultura, las medidas agrarias que afectan de un modo más negativo al bisbita campestre y a otras aves esteparias son la intensificación agraria, la puesta de cultivos en regadío, las roturaciones de los campos o el uso abusivo de insecticidas que disminuyen la cantidad de alimento. Sin embargo, el abandono de tierras agrícolas puede favorecer inicialmente a la especie en los primeros estadios, pero junto con la disminución del pastoreo favorecen la matorralización y la reducción de hábitats abiertos (Sirami et al., 2008). Por lo tanto, el mantenimiento de una carga ganadera adecuada es fundamental para garantizar el mantenimiento de la estructura de la vegetación, y con ello las poblaciones de numerosas aves esteparias como el bisbita campestre. Así, tanto la ganadería intensiva como el abandono del pastoreo pueden generar la desaparición del hábitat adecuado para la especie, ya sea por desaparición del matorral o por una matorralización excesiva. Algunas estrategias de gestión ganadera como la quema de matorral durante la época de cría, parece ser una amenaza en zonas gallegas (González et al., 1995). Otra causa de destrucción total del hábitat adecuado para la especie son las repoblaciones forestales. Por el contrario, los incendios de masas forestales, bien sean involuntarios o para la creación de zonas de pastos, le favorecen al dejar el suelo desnudo durante los primeros años en los que la regeneración vegetal y su cobertura es menor (Martí y Del Moral, 2003). Un ejemplo claro es el de Cataluña, donde la especie se ha visto favorecida aumentando hasta un 80 % en zonas que habían sido quemadas (Brotons et al., 2005a; Brotons et al., 2005b). Además, es posible que los cambios en la estructura del hábitat de reproducción tengan otros efectos indirectos, como las variaciones en la cantidad de alimento o en la presión de depredadores (Evans, 2004).

Por lo tanto, parece claro que para evitar el descenso poblacional de la especie es fundamental mantener la estructura de la vegetación en las zonas óptimas, evitando la construcción de grandes infraestructuras como parques eólicos o solares, la forestación, y manteniendo el sistema tradicional de ganadería y agricultura extensiva. La creación de nuevas zonas óptimas para la reproducción de esta especie sería posible con medidas como el abandono de tierras de cultivo para dedicarlas a ganadería extensiva ovina (Tucker y Heath, 1994).

 

Referencias

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María Calero-Riestra y Jesús T. García
Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (CSIC-UCLM-JCCM)
Ronda de Toledo s/n, E-13005 Ciudad Real

Fecha de publicación: 7-03-2019

Calero-Riestra, M., García, J. T. (2019). Bisbita campestre – Anthus campestris. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/