|
|
|
|
|
|
Para más información sobre cada apartado hacer click en:
|
(C) J. Bécares
Identificación Ave marina con alas largas y delgadas, tiene una envergadura media de 126 cm. Vuela a escasa altura sobre el agua, en largas secuencias de planeo combinadas con secuencias de vuelo activo batiendo las alas. C. borealis es en promedio mayor en masa corporal que C. diomedea y su pico es más robusto. El cuello muestra menos contraste con la cabeza y el dorso en borealis, dando la sensación de ser más estrecho que en diomedea. El plumaje de C. borealis se muestra en general más oscuro y contrastado, en particular las partes inferiores, donde el reborde oscuro de las alas se adentra más hacia el interior y define un margen mucho más resaltado que en C. diomedea. En C. borealis, el área blanca de la zona inferior de las alas se restringe a las plumas cobertoras, dando una forma redondeada a dicho área. Por el contrario, en C. diomedea la zona proximal de las primarias más externas es casi blanca, lo que crea un efecto de panel blanco angulado en forma de cuña, no sólo formado por la cobertoras, como en C. borealis, sino también por las primarias. Masa corporal media, 785 g.
Voz Posee un complejo sistema de vocalizaciones que sólo emite durante la época reproductora en las colonias de cría. El reclamo de los machos consta de tonos nasales, mientras que en las hembras es de tipo gutural, más grave. La llamada de C. borealis tiene tres sílabas mientras que la de C. diomedea tiene dos.
Estatutos de conservación Categoría global IUCN (2015): Preocupación menor LC. Categoría España IUCN (2002): Vulnerable VU A3d+4d. Especie en declive a nivel global. La mortalidad no natural, causada sobre todo por capturas accidentales en artes de pesca y por la introducción de mamíferos depredadores (gatos, ratas, ratones y visones) en las islas donde cría, es la principal amenaza. La contaminación, el deslumbramiento de los volantones en sus primeros vuelos por causa de la contaminación lumínica, e incluso aún hoy día la caza y consumo humano de pollos, son otras de sus amenazas.
Distribución geográfica Ave marina atlántica que se encuentra como reproductora en los archipiélagos de Azores, Madeira, Salvajes y Canarias. Además, hay dos colonias en el Mediterráneo occidental, una en la isla de Terreros (Almería) y otra en las islas Chafarinas en el norte de África. Recientemente ha expandido su área hacia el norte 500 km, encontrándose en 2007-2008 tres nuevas colonias en Galicia (islas Cíes, Sisargas y Coelleira).
Hábitat Especie pelágica, la pardela cenicienta atlántica vive en mar abierto, tanto en zonas neríticas sobre la plataforma continental como en zonas oceánicas, acudiendo a tierra firme tan sólo durante el período reproductor. En mar abierto, ocupa aguas cálidas o templadas del Atlántico. Se encuentran a menudo asociadas a zonas de elevada productividad biológica como frentes oceánicos, zonas de surgimiento de aguas profundas, o extensas plataformas continentales.
Movimientos La pardela cenicienta atlántica realiza largas y complejas migraciones, ya que en buena parte suponen movimientos entre los dos hemisferios atravesando el Ecuador. Finalizado el período reproductor, en torno a octubre, inician la migración postnupcial, que los mantendrá alejados de las áreas de cría unos 3 meses en promedio. La migración prenupcial, de retorno a las colonias de cría, tiene lugar mayoritariamente durante febrero, terminando el viaje a lo largo de febrero y marzo. Las rutas migratorias se ven muy influenciadas por los patrones de vientos oceánicos, que son aprovechados por las pardelas para disminuir el coste energético de la migración, a pesar de conllevar rutas más largas. Es por ello que muchos ejemplares llevan a cabo una compleja ruta migratoria en forma de lazo cruzando dos veces el Atlántico para llegar a sus zonas de invernada. Las principales zonas de invernada se sitúan en las corrientes de Benguela y de Agulhas, desde las aguas frente a Namibia hasta el Canal de Mozambique, ya en el océano Índico, en la corriente de Canarias, frente a las costas del Sahara Occidental, Mauritania y Senegal, y también en la confluencia entre las Corrientes de Brasil y Malvinas, sobre la plataforma continental frente a las costas de Uruguay y sur de Brasil.
Ecología trófica El principal componente de su dieta lo constituyen peces epipelágicos, como boquerones (Engraulis encrasicholus), sardinas (Sardina pilchardus), caballas (Scomber scolias), jureles (Trachurus picturatus) y peces voladores, junto con cefalópodos y, en mucha menor medida, crustáceos e insectos. Para capturar a sus presas son capaces de sumergirse y bucear impulsándose con las alas.
Biología de la reproducción Forman sus colonias de cría en islas, islotes y acantilados costeros, situando los nidos en huras, esto es, túneles o grietas, a menudo dentro de cuevas calizas o volcánicas o en pequeñas galerías excavadas por ellas mismas. Acuden a las colonias exclusivamente durante la noche (salvo en la población de las Islas Salvajes). Es una especie altamente monógama y filopátrica, retornando a la misma colonia de cría y utilizando incluso la misma hura a lo largo de los años. La llegada a las zonas de cría comienza a finales de febrero y principios de marzo, las cópulas se dan en abril, y la puesta, de un único huevo sin reposición, ocurre en mayo. La incubación abarca unos 53 días, mientras que el cuidado del pollo desde la eclosión hasta el abandono del nido dura unos 90-99 días, participando ambos sexos en todo el proceso. La tasa media de supervivencia tras el primer año de vida es del 52%. Los jóvenes vuelven a la misma colonia o a alguna próxima a los cinco años, aunque muchos de ellos no crían por primera vez hasta los seis a nueve años.
Interacciones entre especies En las islas Chafarinas la pardela cenicienta atlántica se reproduce de forma simpátrica con la pardela cenicienta mediterránea e incluso se forman parejas mixtas entre ambas especies. En algunas poblaciones pueden formar colonias mixtas con la pardela balear (Puffinus mauretanicus). En ocasiones se dan episodios de pesca en los que concurren con delfines y atunes. La pardela cenicienta es parasitada por tres especies de piojo, una especie de pulga, una de garrapata y, al menos nueve especies de ácaros, aunque la prevalencia y abundancia de cada una varía entre individuos y colonias.
Patrón social y comportamiento Se trata de una especie altamente gregaria durante todo el año. Durante el período reproductor, gran parte de los individuos (incluso los no reproductores en la colonia) se agrupan en aguas cercanas a la colonia al atardecer, esperando a que caiga la noche, formando grandes grupos a menudo denominados “balsas” de pardelas, que pueden reunir a cientos de individuos. Estas “balsas” también se forman desde el inicio del período reproductor, antes de empezar a ocupar la colonia. También se agrupan en grandes bandadas monoespecíficas durante la migración. En las áreas de invernada adoptan, igualmente, comportamiento gregario, aunque pueden entonces asociarse también con otras aves marinas.
José Manuel de los Reyes González y Jacob González-Solís Bou Fecha de publicación: 28-11-2016 Reyes-González, J. M., González-Solís, J. (2016). Pardela cenicienta atlántica - Calonectris borealis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
|
|
|
|
|
|
|
