Tortuga verde - Chelonia mydas (Linnaeus, 1758)

Para más información sobre cada apartado hacer click en:

 

Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Green Turtle, diet.

 

Ecología trófica

Esta especie se caracteriza por presentar cambios ontogenéticos de hábitat y dieta durante su desarrollo. Tras su nacimiento, las crías de tortuga verde entran al mar y nadan activamente  alimentándose de residuos de vitelo del desarrollo embrionario (Wyneken y Salmon, 1992; Hirth, 1997). A continuación, los juveniles se dispersan en el océano abierto y permanecen allí con una dieta omnívora, situándose en una escala trófica superior que los adultos y juveniles inmaduros de mayor tamaño (Carr y Meylan, 1980; Arthur et al., 2008). Los experimentos de laboratorio han demostrado que, a diferencia de la tortuga boba y la tortuga carey, la tortuga verde tiende a evitar las algas flotantes y permanece nadando en mar abierto durante más tiempo que las otras dos especies (Mellgren et al., 1994; Mellgren y Mann, 1996). Sin embargo, los juveniles pequeños de esta especie podrían aparecer dentro o cerca de los sargazos de forma fortuita, debido a que tanto estos animales como las algas son arrastrados pasivamente por las corrientes hasta las zonas de convergencia (Carr, 1982).

La dieta de los juveniles durante la fase oceánica incluye pirosomas, percebes, anfípodos, gasterópodos, ctenóforos, algas, insectos y escifozoos (Jones y Seminoff, 2013)1.   

Un juvenil del Mediterráneo que medía 40 cm de longitud del caparazón tenía un contenido estomacal formado en un 69,8% de poliquetos (Chaetopterus variopedatus) y un 11,1% formado por fanerógamas (Cymodocea nodosa) y algas (Rhodymenia ardissonei, Chylocladia verticillata, Dictyota linearis) (Lazar et al., 2010)1.

Durante la fase nerítica se alimentan de fanerógamas, algas, gasterópodos, Thaliacea, poríferos, poliquetos, antozoos, malacostráceos y cianofíceas (Jones y Seminoff, 2013)1.   

El cambio a hábitats neríticos ocurre con un tamaño de aproximadamente 20-40 cm de longitud curva del caparazón (Bjorndal, 1980; Balazs, 1982; Musick y Limpus, 1997). Cuando los juveniles de tortuga verde realizan este cambio adquieren una flora intestinal capaz de digerir nutrientes vegetales, como la celulosa, ya que pasan a tener una alimentación herbívora (Wyneken, 2001). Estos tamaños son inferiores a los descritos para el cambio de hábitat ontogenético en la tortuga boba, por lo que inicialmente se sugirieron dos explicaciones: (1) la etapa pelágica para esta especie es más corta; y/o (2) el ratio de crecimiento pelágico es más lento en esta especie. Estudios con isótopos estables posteriores han corroborado la menor duración del estadio pelágico de la tortuga verde (3-5 años; Reich et al., 2007) respecto al de la tortuga boba (6-12 años; Bjorndal et al., 2000). Sin embargo, existen excepciones donde este periodo podría ser de mayor duración, por ejemplo la población de Hawaii (6 años o más; Zug et al., 2002). El cambio de hábitat es relativamente rápido y directo, aunque variaciones en la temperatura, dieta, calidad, y/o disponibilidad de alimento, podrían afectar la talla del reclutamiento (Reich et al., 2007). Es importante señalar que pueden existir variaciones importantes de este modelo, ya que se ha demostrado que estos cambios ontogenéticos de hábitat son facultativos. Por ejemplo, algunas hembras adultas de Japón pueden presentar una alimentación parcialmente pelágica basada en macroplacton (Hatase et al., 2006). Además, estudios de isótopos estables han demostrado que el reclutamiento a hábitats neríticos no implica un cambio inmediato a una dieta herbívora. Por ejemplo, los juveniles de tortuga verde del noroeste de la costa de África consumen gran cantidad de presas animales (53-99% de los nutrientes asimilados), clasificándose mejor como omnívoros que como herbívoros (Cardona et al., 2009; Cardona et al., 2010).

Un análisis de la dieta de 22 tortugas verdes del Mediterráneo que tenían un rango de longitud del caparazón de 28 a 83 cm, mostró que las fanerógamas predominan en la dieta de los individuos mayores de 30 cm de longitud del caparazón pero que continúan comiendo presas animales hasta alcanzar al menos 60 cm (Cardona et al., 2010)1.   

Por otro lado, los hábitats de alimentación de los juveniles neríticos no suelen coincidir con los de los adultos reproductores. En los hábitats de desarrollo tropicales y subtropicales, con temperaturas estacionalmente estables, los juveniles neríticos pueden ser residentes con una gran fidelidad a las áreas (decenas de km2) durante varios años (Musick y Limpus, 1997; Limpus y Walter, 1980; Limpus et al., 1994). Sin embargo, poblaciones situadas en los extremos latitudinales de su distribución, como la población de Florida, pueden mostrar migraciones estacionales (Henwood y Ogren, 1987; Epperly et al., 1995).

 

Referencias

Arthur, K. E., Boyle, M. C., Limpus C. J. (2008). Ontogenetic changes in diet and habitat use in green sea turtle (Chelonia mydas) life history. Marine Ecology Progress Series, 362: 303-311.

Balazs, G. H. (1982). Growth rates of immature green turtles in the Hawaiian archipelago. Pp. 117–125. En: Bjorndal, K.A. (Ed.). Biology and Conservation of Sea Turtles. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C.

Bjorndal, K. A. (1980). Nutrition and grazing behavior of the green turtle Chelonia mydas. Marine Biology, 56: 147-154.

Bjorndal, K. A., Bolten, A. B., Chaloupka, M. Y. (2000). Green turtle somatic growth model: evidence for density dependence. Ecological Applications, 10: 269-282.

Cardona, L., Aguilar, A., Pazos, L. (2009). Delayed ontogenic dietary shift and high levels of omnivory in green turtles (Chelonia mydas) from the NW coast of Africa. Marine Biology, 156: 1487-1495.

Cardona, L., Campos, P., Levy, Y., Demetropoulos, A., Margaritoulis, D. (2010). Asynchrony between dietary and nutritional shifts during the ontogeny of green turtles (Chelonia mydas) in the Mediterranean. Journal of Experimental Marine Biology and Ecology, 393: 83–89.

Carr, A. (1982). Notes on the behavioral ecology of sea turtles. Pp. 19-26. En: Bjorndal, K.A. (Ed.). Biology and Conservation of Sea turtles. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C.

Carr, A., Meylan, A.B. (1980). Evidence of passive migration of green turtle hatchlings in sargassum. Copeia, 1980: 366-368.

Epperly, S. P., Braun, J., Chester, A. J., Cross, F. A., Merriner, J. V., Tester, P. A. (1995). Winter distribution of sea turtles in the vicinity of Cape-Hatteras and their interactions with the summer flounder trawl fishery. Bulletin of Marine Science, 56: 574-568.

Hatase, H., Sato, K., Yamaguchi, M., Takahashi, K., Tsukamoto, K. (2006). Individual variation in feeding habitat use by adult female green sea turtles (Chelonia mydas): are they obligately neritic herbivores? Oecologia, 149: 52–64.

Henwood, T. A., Ogren, L. H. (1987). Distribution and migrations of immature Kemp’s ridley turtles (Lepidochelys kempii) and green turtles (Chelonia mydas) off Florida, Georgia, and South Carolina. Northeast Gulf Science, 9:153-160.

Hirth, H. F. (1997). Synopsis of biological data on the green turtle Chelonia mydas (Linnaeus, 1758). Fish and Wildlife Service, U.S. Department of the Interior. Biological Report 97(1), 120 pp.

Jones, T. T., Seminoff, J. A. (2013). Feeding biology. Advances from Field-Based Observations, Physiological Studies, and Molecular Techniques. Pp. 211-247. En: Wyneken, J., Lohmann, K. J., Musick, J. A. (Eds.). The Biology of Sea Turtles. Volume III. CRC Press, Boca Raton.

Lazar, B., Zulgevic, A., Holcer, D. (2010). Diet composition of a green turtle, Chelonia mydas, from the Adriatic Sea. Nat. Croat., 19 (1): 263-271.

Limpus, C. J., Walter, D. (1980). The growth of immature green turtles (Chelonia mydas) under natural conditions. Herpetologica, 36: 162-165.

Limpus, C. J., Eggler, J. P., Miller, J. D. (1994). Long interval remigration in eastern Australian Chelonia. Proceedings of the thirteenth annual symposium on sea turtle biology and conservation: 85-88.

Mellgren, R.L., Mann, M.A. (1996). Comparative behavior of hatchling sea turtles.  Proceedings of the Fifteenth Annual Symposium on Sea Turtle Biology and Conservation. (Comp. Keinath, J. A., Barnard, D. E., Musick, J. A., Bell, B. A.) NOAA Technical Memorandum NMFS-SEFSC-387, pp. 202.

Mellgren, R. L., Mann, M. A., Bushong, M. E., Harkins, S. R., Krunke, V. K. (1994). Habitat selection in three species of captive sea turtle hatchlings. Proceedings of the 14th Annual Symposium on Sea Turtle Biology and Conservation (comp. Bjorndal, K. A., Bolten, A. B., Johnson, D. A., Eliazar, P. J.) NOAA Technical Memorandum NMFS-SEFSC-351, pp. 259-260.

Musick, J. A., Limpus, C. J. (1997). Habitat utilization and migration in juvenile sea turtles. Pp. 137–163.En: Lutz, P. L., Musick, J. A. (Eds.). The Biology of Sea Turtles. CRC Press, Boca Raton, Florida.

Wyneken, J. (2001). The Anatomy of Sea Turtles. NOAA Technical Memorandum NMFS-SEFSC-470, US Department of Commerce, Washington.DC. 172 pp.

Zug, G. R., Balazs, G. H., Wetherall, J. A., Parker, D. M., Murakawa, S. K. K. (2002).Age and growth of Hawaiian green sea turtles (Chelonia mydas): an analysis based on skeletochronology. Fishery Bulletin, 100: 117-127.

 

 

Catalina Monzón-Argüello 1, Jesús Tomás 2, Eugenia Naro-Maciel 3, Adolfo Marco 4

1 Department of Biological Sciences, University of Wales Swansea, Swansea SA2 8PP, Wales, UK

2 Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Universidad de Valencia. Apdo. 22085, E-46071 Valencia

3 Biology Department, College of Staten Island, City University of New York, Staten Island, NY 10314, USA

4 Estación Biológica de Doñana (CSIC), Américo Vespucio s/n, 41092, Sevilla

 

Fecha de publicación: 26-04-2011

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 27-11-2015

Monzón-Argüello, C., Tomás, J., Naro-Maciel, E., Marco, A. (2015). Tortuga verde - Chelonia mydas. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/