Focha moruna - Fulica cristata J. F. Gmelin, 1789

Para más información sobre cada apartado hacer click en:

 

Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Red-knobbed coot, breeding, courtship, demography.

 

Biología de la reproducción

La focha moruna es una especie monógama que exhibe un comportamiento muy territorial durante el período de cría (Cramp y Simmons, 1980; Fernández-Palacios y Raya, 1991), aunque fuera de dicha época se muestra más gregaria (Taylor, 1996).

En España, el rango de fechas de puestas de focha moruna es notablemente más corto que en las poblaciones subsaharianas, donde las aves generalmente ponen huevos durante todo el año (Varo, 2008). Los territorios de cría pueden empezar a establecerse desde finales de diciembre a principios de enero (Varo, 2007) y el período reproductor abarca desde febrero hasta finales de agosto o septiembre (Taylor, 1998; Varo, 2008), variando de un año para otro en función de los factores meteorológicos y la disponibilidad de alimento que haya en el hábitat (Perrins y Birkhead, 1983; Martin, 1987).

Los territorios de cría tienen un tamaño medio de 0,17 hectáreas y se sitúan en general en las zonas de transición entre la vegetación palustre densa y las aguas libres (Díaz et al., 1996), prefiriendo en los humedales del sudoeste de España las franjas de orilla inundada con abundante vegetación emergente (Varo, 2007). Se ha observado la existencia y tolerancia de solapamientos en los territorios de cría de fochas morunas con otros de la misma especie (Fernández-Palacios y Raya, 1991).

 

Nidificación

En Andalucía, la ocupación de los territorios comienza a principios de enero y las parejas buscan territorios con aguas abiertas adyacentes a abundante vegetación emergente donde establecen sus nidos (Varo, 2007). Los nidos se anclan en su mayoría al carrizo Phragmites australis, al junco espinoso Juncus acutus y a otras especies de vegetación acuática emergente como Bolboschenus maritimus, Tamarix africana y Typha domingensis (Varo, 2008).

No obstante, en un estudio realizado en dos lagos de Marruecos las fochas morunas construyeron sus nidos formando islotes de vegetación sumergida alejados de las orillas. Para ello utilizaron principalmente ramitas y hojas de álamo Populus sp. (Es Salai et al., 2021).

Los nidos son voluminosas plataformas de hojas y tallos de plantas acuáticas (Taylor, 1996) estando sus cuencos forrados con un material más fino (Cramp y Simmons, 1980) y normalmente con una rampa a un lado. Ambos sexos están implicados en su construcción (Taylor, 1996), siendo la hembra quien los elabora y el macho quien aporta los materiales, a veces con ayuda de individuos inmaduros (SEO/BirdLife-Fundación BBVA, 2008). En la Tabla 1 se exponen las características de los nidos de focha moruna obtenidas del estudio de la especie en el norte de África.

 

Tabla 1. Características de los nidos de focha moruna en Marruecos (Es Salai et al., 2021).

Parámetros

Promedio

Error estándar

Mínimo

 Máximo

Diámetro exterior del nido (cm)

36,3

2,12

33

41

Diámetro interior del nido (cm)

19,31

2,59

16

24

Altura del nido (cm)

13,01

2,4

10

18

Profundidad del humedal bajo el nido (cm)

77,6

23,1

52

120

 

Puesta de huevos

Las hembras depositan entre 3 y 11 huevos, normalmente de cinco a siete, puestos a intervalos diarios; se ha observado que hasta dos hembras pueden poner su puesta en un mismo nido (Taylor,1996). En Andalucía, el tamaño medio de puesta en el año 2002 fue de 5,9 ± 1,28 (n = 13) y de 5,8 ± 1,39 (n = 27) para 2003 (Varo, 2008), quedando dentro del rango de los datos para la especie en las poblaciones subsaharianas: de 5 a 7 huevos (Cramp y Simmons, 1980; Taylor, 1996).

Los huevos son ovalados, lisos y ligeramente brillantes, de un color gris piedra pálido y con motas de un marrón oscuro que se encuentran dispersas de manera uniforme; miden de media 54 × 37 mm (rango 50-60 × 35-40) (n =7 0), con un peso medio de 41 g (Cramp y Simmons, 1980). Son incubados entre 18 y 25 días tanto por el macho como por la hembra (Taylor, 1996). La eclosión de los huevos es asincrónica y solo suelen realizar una puesta anual, aunque puede haber una segunda puesta si las condiciones son muy favorables (Taylor, 1996). En España, estas segundas puestas suelen ocurrir entre julio y septiembre (Díaz et al., 1996).

 

Parasitismo intraespecífico de nidos

Aunque en España no se ha documentado, probablemente debido a la baja densidad poblacional, en Namibia se registró un frecuente parasitismo intraespecífico de nidos, que afectó al 43-75% de las puestas (Jamieson et al., 2000). Los hospedadores rechazaron el 69% de los huevos parásitos (Jamieson et al., 2000).

Para un caso de parasitismo interespecífico de nido véase Interacciones entre especies.

 

Pollos

Un día después de eclosionar, los pollos abandonan el nido y se desplazan al agua, donde son capaces de nadar con soltura y, al poco tiempo, de alimentarse de forma independiente (Ceballos y Guimerá, 1992). Mientras tanto, son cuidados y alimentados por ambos progenitores, ayudados de vez en cuando por individuos aún inmaduros, procedentes de una puesta anterior, particularmente cuando la comida es excepcionalmente abundante (Taylor, 1996).También se ha observado que en algunos casos, cuando los territorios de cría se solapan, pueden alimentar a los pollos pertenecientes a la pareja vecina (Fernández-Palacios y Raya, 1991). El cuidado de las crías se reparte entre ambos progenitores. Los pollos completan el desarrollo de las plumas a los 5560 días de edad (Taylor, 1996). En las lagunas de Andalucía se observó que los grupos familiares siempre permanecían juntos y en el mismo lugar al menos hasta que los pollos tenían 60 días de edad, cuando los padres dejaban de alimentarlos (Varo, 2008). Vuelan a las siete u ocho semanas de edad (Ceballos y Guimerá, 1992), tras alcanzar su completo desarrollo (SEO/BirdLife-Fundación BBVA, 2008).

Las condiciones del hábitat de cría, a través de la disponibilidad del alimento, determinan la probabilidad de supervivencia de los pollos (Varo, 2007), siendo la focha moruna especialmente sensible a la reducción en la calidad de sus hábitats en el sudoeste de España (Varo, 2007). En Andalucía, el número medio de pollos volantones por pareja fue de 0,9 ± 1,06 (n = 15) en el año 2002 de los cuales, tras los primeros 60 días, sólo sobrevivieron el 36%. En 2003 el número medio de pollos volantones por pareja fue de 2,1 ± 1,62 (n=26) sobrevivió el 55% de ellos (Varo, 2008). Los datos varían mucho en comparación con los de la fochas comunes que se encontraban en esas mismas lagunas estudiadas puesto que sobrevivió el 93% de las crías de focha común en 2002 y el 91% en 2003. En contraste con la focha común, la focha moruna dedica más tiempo al forrajeo, en detrimento del tiempo que invierte en atender a sus crías, lo que podría explicar una menor supervivencia de los mismos frente a la focha común (Varo, 2008).

 

Estructura y dinámica de poblaciones

Se carece de estudios sobre estructura de las poblaciones, densidad poblacional, supervivencia y factores que afectan a la dinámica de las poblaciones. Para algunos parámetros demográficos véase Biología de la reproducción”.

 

Referencias

Ceballos, J. J., Guimerá, V. M. (1992). Guía de las Aves de Jerez y de la Provincia de Cádiz. Biblioteca de Urbanismo y Cultura, Jerez de la Frontera.

Cramp, S., Simmons, K. E. L. (1980). The Birds of the Western Palearctic, Vol. II. Oxford University Press, Oxford.

az, M., Asensio, B., Tellería, J. L. (1996). Aves Ibéricas No Paseriformes. J. M. Reyero Editor, Madrid.

Es Salai, K., Mansouri, I., Squalli, W., El Hassani, A., Dakki, M., Zine, N. E. (2021). Nesting features and breeding chronology of the crested coot (Fulica cristata) in two North African high altitude wetlands. Journal of Animal Behaviour and Biometeorology 9: 2129.

Fernández-Palacios, J. M., Raya, C. (1991). Biología de la Focha cornuda (Fulica cristata) en Cádiz y otros humedales del Bajo Guadalquivir. Pp. 97-117. En: Fernández Palacios, J. M., Martos, J. M. (Eds.). Plan Rector de Uso y Gestión de las Reservas Naturales de las Lagunas de Cádiz. Agencia de Medio Ambiente, Sevilla.

Jamieson, I. G., McRae, S. B., Simmons, R. E., Trewby, M. (2000). High rates of conspecific brood parasitism and egg rejection in coots and moorhens in ephemeral wetlands in Namibia. Auk 117: 250-255.

Martin, T. E. (1987). Food as a limit on breeding birds: A life-history perspective. Annual Review of Ecology and Systematics 18: 453-487.

Perrins, C. M., Birkhead, T. R. (1983). Avian Ecology. Blackie, Glasgow.

SEO/BirdLife-Fundación BBVA. (2008). Enciclopedia de las Aves de España. https://www.seo.org/listado-aves-2/?letra=F

Taylor, P. T. (1996). Family Rallidae. P. 205 En: del Hoyo, J., Elliot, A., Sargatal, J. (Eds.). Handbook of the Birds of the World. Vol. 3. Lynx Edicions, Barcelona.

Varo, N. (2007). Ecología de las Fochas Moruna, Fulica cristata, y Común, Fulica atra, en un Área de Simpatría. Tesis Doctoral, Universidad de Sevilla.

Varo, N. (2008). Breeding biology of two sympatric coots with contrasting conservation status. Bird Study 55 : 314-320.

 

.

 

 

Francisco Hortas
Departamento de Biología, Universidad de Cádiz, Cádiz

 

José Manuel Marín
11650 Villamartín, Cádiz

 

Remedios Cabrera
Departamento de Biología, Universidad de Cádiz, Cádiz

 

Concha Raya
11405 Jerez de la Frontera, Cádiz

 

Fecha de publicación: 29-12-2023

 

Hortas, F., Marín, J. M., Cabrera, R., Raya, C. (2023). Focha moruna - Fulica cristata. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Amat, J. A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http: //www.vertebradosibericos.org/