Ibis eremita - Geronticus eremita (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

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© M. Quevedo-Muñoz

 

Identificación

El ibis eremita es un ibis de tamaño mediano y, a diferencia de otras especies de ibis, no presenta largas patas y cuello, lo que le confiere un aspecto menos estilizado. El plumaje del adulto es verde metálico oscuro o negro brillante, con iridiscencias de color violeta y una mancha cobriza en las rémiges y coberteras secundarias. Tiene la cabeza desnuda y la piel expuesta es de color rojizo con patrones variables de manchas oscuras, coronada con un penacho de plumas. Tiene patas rojizas, y un pico largo curvado hacia abajo de color rojizo. En ambos sexos las partes desnudas de plumas son más brillantes durante la época de reproducción. No existe dimorfismo sexual acusado. Los juveniles de primer año son más apagados, menos brillantes, con plumaje negro mate que carece de la mancha cobriza en las alas. La cabeza está completamente cubierta de plumas y el iris es de color grisáceo. A medida que las aves maduran se va coloreando de anaranjado hasta ser casi amarillento en los adultos. En el segundo año van perdiendo parte de las plumas de la cabeza, pudiendo quedar algunas sueltas en cara o garganta, adquieren brillo violeta en las coberteras de las alas y evidencia de cresta nucal. En su tercer año, la cabeza y garganta quedan desprovistas de plumas, quedando “calvos” con un penacho de largas plumas en nuca. En campo, el aspecto del ibis eremita sólo podría confundirse con el otro ibis ibérico: el morito común (Plegadis falcinelus), de menor talla, aspecto más grácil y cabeza siempre emplumada.  En vuelo, las patas del ibis eremita no sobrepasan la longitud de la cola mientras que en el morito son proporcionalmente más largas y cuelgan hacia atrás sobrepasando el nivel de la cola.

 

Voz

El ibis eremita es un ave que permanece casi muda a lo largo del año, excepto cuando entra en celo. Cuando llega la época de reproducción, es capaz de emitir varios silbidos y gruñidos guturales en el cortejo y en el nido.

 

Estatus de conservación

Categoría global (IUCN 2018): En Peligro (EN).

Categoría Europa/España (IUCN 2021): Regionalmente Extinta (RE). En el marco de la actualización del Libro Rojo de las Aves de España se ha evaluado de nuevo el estado de conservación del ibis eremita en base la información disponible más actualizada. Debido a la tasa de mortalidad que soporta la población sedentaria establecida en Cádiz a partir del programa de reintroducción iniciado en el año 2004, aún es preciso liberar aves jóvenes cada año, procedentes de la cría en cautividad, por lo que la población no puede considerarse autosuficiente, lo que motiva que en la actualidad esté categorizada como especie de “Regionalmente Extinta” (RE) tanto en España como a nivel regional por la UICN.

 

Distribución

El ibis eremita se distribuye actualmente en dos áreas disyuntas, existiendo una población occidental y otra oriental. La población occidental es la única silvestre existente en la actualidad, y se circunscribe al sudoeste de Marruecos (Parque Nacional de Souss-Massa y Tamri), aunque anteriormente también ocupaba Argelia (hasta mediados de la década de 1980). La distribución de la población oriental es incierta; existe una población en semi-cautividad en el sureste de Turquía, extinguida como silvestre desde 1989. Se descubrió una colonia reproductora relicta en Siria (cerca de Palmira) en 2002, pero su tamaño ha disminuido drásticamente, y se considera virtualmente extinta. La población oriental migraba a través de la península arábiga hasta las tierras altas del centro de Etiopía. Extinguida la especie en Europa desde hace más de 400 años, en la actualidad existen poblaciones reintroducidas en los Alpes (Austria, Suiza y Alemania), Italia y España con el objetivo de restablecer la especie en partes de su antigua área de distribución.

 

Hábitat

A lo largo de su área de distribución, el ibis eremita utiliza llanuras áridas y semiáridas y mesetas con escarpes rocosos, pero también campos cultivados (p. ej. sorgo, caña de azúcar), praderas y pastizales, zonas de matorral bajo y disperso en zonas llanas o escasamente onduladas y poco arboladas como estepas abiertas pedregosas y de escasa vegetación, campiñas, terrazas fluviales, planicies litorales o altiplanicies, preferentemente en áreas no muy alejadas de los cortados rocosos donde construyen sus nidos y establecen los dormideros. A veces se encuentra en asociación con el hombre, anidando sobre antiguos edificios, muros y torres y alimentándose en campos de golf. La especie presenta un rango altitudinal amplio, desde áreas costeras hasta alcanzar, en el pasado, los 2.300 m s.n.m.

 

Movimientos

Las poblaciones orientales son migratorias, mientras que las occidentales (y las reintroducidas en Centroeuropa) presentan movimientos dispersivos, especialmente amplios en los individuos jóvenes). Muestra una gran fidelidad por sus lugares de reproducción, alimentación e invernada.

 

Ecología trófica

El ibis eremita es un depredador generalista de especies de vertebrados de pequeño tamaño y grandes invertebrados. El comportamiento trófico de los ibis eremitas es bastante gregario, en grupos que pueden superar el centenar de individuos, aunque tampoco es excepcional verlos en solitario. Muestran una gran fidelidad por sus áreas de alimentación. Se alimentan en el suelo durante el día, sondeando con su pico en fisuras, suelo blando, bajo piedras, matas de vegetación, etc.

 

Biología de la reproducción

El ibis eremita en general cría colonialmente. Se conoce como una especie monógama con cuidados biparentales y reproducción unianual, aunque se suelen dar casos de promiscuidad y cópulas extra-pareja. En España se puede iniciar la reproducción en febrero, aunque lo normal es que la especie empiece a criar en marzo en todas sus poblaciones: silvestres, reintroducidas y en semi-libertad. En junio suele concluir la cría, y los pollos volantones empiezan a acompañar a sus progenitores a las áreas de alimentación.

 

Interacciones entre especies

El ibis eremita cría colonialmente en acantilados, riscos, construcciones, etc., que comparte, o por lo que compite, con otras especies para nidificar en ellos, como por ejemplo el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), paloma bravía (Columba livia), cormorán grande (Phalacrocorax carbo), chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), grajilla occidental (Corvus monedula), vencejos (Apus spp.) o cuervo desertícola (Corvus ruficollis). También comparte áreas de alimentación con otras especies de ibis, con las que forma bandos mixtos, como el ibis carunculado (Bostrychia carunculata) o el ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus), además de la garcilla bueyera (Bubulcus ibis). Entre los posible predadores cabe mencionar aves rapaces diurnas (águila perdicera Aquila fasciata, halcón peregrino Falco peregrinus, halcón borní Falco biarmicus),  aves rapaces nocturnas (búho real Bubo bubo) y córvidos (cuervo grande Corvus corax, cuervo desertícola Corvus ruficollis), así como mesomamíferos carnívoros (zorro Vulpes vulpes y meloncillo Herpestes ichneumon).

 

Patrón social y comportamiento

El ibis eremita es una especie poco agresiva con sus congéneres, salvo cuando tiene que establecer el lugar de nidificación, y se caracteriza por su gregarismo, tanto en la formación de colonias reproductivas como en la formación de dormideros y de bandos para alimentarse fuera de la época de cría. Ambos padres realizan tareas de cuidado parental y, en la formación de la pareja, muestran comportamientos estereotipados de "saludo" con frecuentes "reverencias", acicalamiento mutuo, posturas erguidas y otras exhibiciones en el lugar de nidificación, acompañadas de llamadas guturales que pueden mantenerse durante casi todo el periodo de cría.

 

 

Luis Santiago Cano-Alonso
Comisión para la Supervivencia de Especies de la UICN. Ginebra

 

José Manuel López-Vázquez
Departamento de Biodiversidad. Consejería Medio Ambiente Junta de Andalucía,
Delegación Territorial en Cádiz. Cádiz

 

Jorge F. Orueta
SEO/BirdLife. Madrid

 

Miguel Ángel Quevedo-Muñoz
Zoobotánico de Jerez. Jerez de la Frontera

 

Iñigo Sánchez
Zoobotánico de Jerez. Jerez de la Frontera

Fecha de publicación: 6-02-2024

Cano-Alonso, L. S., López-Vázquez, J. M., Orueta, J. F., Quevedo-Muñoz, M. A., Sánchez, I. (2024). Ibis eremita – Geronticus eremita. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Blas, J. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/