Ranita meridional - Hyla meridionalis Boettger, 1874

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Stripeless tree frog, diet.

 

Ecología trófica

Hyla meridionalis caza al acecho durante el día, y activamente por la noche (Schleich et al., 1996). En experimentos de selección de alimento según su movilidad en los que se ofreció a las ranitas tres tipos de presa, eligieron en el 75% de los casos grillos (Acheta domesticus), en el 25% larvas de tenebriónido (Tenebrio mollitor) y un tercer tipo de presa (Porcellio sp.) no fue seleccionado (Eiroa Suárez, 2008).1

La dieta en Granada de los individuos adultos se basa principalmente en Coleoptera (29,40%), Formicidae (21,75%) y Diptera (11,72%), lo que constituye un total del 62,87% (571 presas en 77 estómagos); además, come también Homoptera (7,2%), Araneae (6,0%) y Stylonmatophora (5,8%), entre otros (Hodar y Camacho, 1991). En Almería, la dieta es muy similar, compuesta también por Diptera, Formicidae, Coleoptera, y ocasionalmente flores (12 presas en 5 estómagos; Valverde, 1967). En Canarias, en un estudio con 105 individuos, las presas más frecuentes son Formicidae, Diptera, Coleoptera, Aracnidae, Isopoda, Hemiptera y Lepidoptera (Cott, 1934). Las presas terrestres y de locomoción marchadora constituyen el 77,9% de la dieta, mientras que las voladoras el 19,1%; la dieta no incluye presas acuáticas (Hodar y Camacho, 1991). El número medio de presas por estómago es elevado (7,61) y no existe relación significativa entre el tamaño de la presas y de la ranita adulta. Los adultos se alimentan en periodo de reproducción (Hodar y Camacho, 1991).

En los Aiguamolls de l'Empordà, la dieta se compone de lumbricimorfos (1,8%), estilomatóforos (13,03%), araneidos (5,51%), isópodos (1,8%), quilópodos (3,71%), dermápteros (11,12%), coleópteros (25,95%), larvas de coleópteros (1,8%), dípteros (11,12%), lepidópteros (9,32%), heterópteros (7,41%), himenópteros no formícidos (7,41%) (Bea et al., 1994).1

Las larvas se alimentan por absorción de detritus en el fondo, raspando las algas adheridas a los macrófitos, aspirando en la columna de agua, royendo las plantas y bombeando contra la superficie (Díaz-Paniagua, 1987a). En el interior de las charcas, se las encuentra preferentemente en la zona asociada a los macrófitos emergentes, donde frecuentemente raspan las algas adheridas o cortan trozos de las fanerógamas (Díaz-Paniagua, 1987b). La dieta de las larvas se compone básicamente de algas, detritos y fanerógamas, en altos porcentajes en los contenidos intestinales. Además, se alimenta en menor proporción también de polen, hongos, animales, bacterias y protozoos. El consumo de fitoplancton está estrechamente relacionado con la disponibilidad de este recurso en el medio (Díaz-Paniagua, 1985). Se ha observado a las larvas de H. meridionalis depredando huevos en puestas de Pelodytes punctatus en una charca del sur de Portugal (Mutz, 2005).

Las larvas se segregan espacialmente en función de la dieta, variando determinados caracteres morfológicos en función de ello. Así, H. meridionalis pertenece al grupo de larvas que vive en la columna de agua, con una gran capacidad nadadora, y por tanto, con la cola y la cresta largas y altas (Díaz-Paniagua, 1985, 1988). De las otras cuatro especies de la comunidad larvaria estudiada por Díaz-Paniagua (1985) (Discoglossus galganoi, Bufo calamita, Pelobates cultripes y Pelophylax perezi), tan sólo P. cultripes tiene una dieta y segregación espacial similar a H. meridionalis. Ambas especies tienen los intestinos larvarios más largos, por causa de una mayor presencia de vegetales en la dieta. El resto de las especies (E. calamita, D. pictus, P. perezi) viven en el fondo de las masas de agua, con un cuerpo deprimido, cola más corta e intestinos cortos al ser los detritos los principales componentes de la dieta.

 

Referencias

Bea, A., Montori, A., Pascual, X. (1994). Herpetofauna dels Aiguamolls de l'Empordà. Pp. 359-407. En: Gosálbez i Noguera, J., Serra i Raventós, J., Velasco i Batlle, E. (Coords.). Els sistemas naturals dels aiguamolls de l'Empordà. Treballs de la Institució Catalana d'Història Natural, 13.

Díaz-Paniagua, C. (1985). Larval Diets related to Morphological Characters of five Anuran Species in the Biological Reserve of Donana (Huelva, Spain). Amphibia-Reptilia, 6: 307-321.

Díaz-Paniagua, C. (1987a). Estudio en cautividad de la actividad alimenticia de siete especies de anuros. Revista Española de Herpetología, 2: 189-197.

Díaz-Paniagua, C. (1987b). Tadpole distribution in relation to vegetal heterogeneity in temporary ponds. Herpetological Journal, 1: 167-169.  

Eiroa Suárez, A. (2008). Selección de alimento en la ranita de San Antón (Hyla meridionalis). Anales Universitarios de Etología, 2: 119-124.

Hodar, J. A., Camacho, I. (1991). La alimentación de Hyla meridionalis (Boettger, 1874) en una población reproductora del sureste de la Península. Rev. Esp. Herp., 5: 15-22.

Mutz, T. (2005). Laichpredation durch die Kaulquappen des Mittelmeerlaubfrosches (Hyla meridionalis). Zeitschrift fur Feldherpetologie, 12 (2): 260-265.

Schleich, H. H., Kästle, W., Kabisch, K. (1996). Amphibians and reptiles of North Africa. Koeltz Scientific Books. 630 pp.

  

Neftalí Sillero
Centro de Investigaçao em Ciências Geo-Espaciais (CICGE). Universidade do Porto

Fecha de publicación: 25-08-2008

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 5-06-2009

Sillero, N. (2014). Ranita meridional - Hyla meridionalis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Martínez-Solano, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/