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Key words: Wallcreeper, voice.
Voz Comparado con otros Passeriformes el treparriscos tiene un repertorio de vocalizaciones escaso. En los dominios de cría las expresivas señales visuales actúan como sustitutas de la voz, máxime cuando es habitual el ruido del agua que cae y el viento. Las voces son utilizadas todo el año, pero más en otoño, invierno e inicios de primavera, aunque no mucho para marcar territorio. El canto completo del macho consiste en una serie ascendente de melodiosos y aflautados silbidos, seguidos de un pitido final muy tranquilo de un segundo de duración, bien aislado o unido al conjunto de estrofas. Pueden repetirlo a lo largo de varios minutos y es audible hasta unos 150 m, a veces a muchos más para un oído experto. El canto de la hembra tiene la misma estructura que el masculino, con cinco notas ascendentes y el pitido final. El canto fuera de la época de cría carece de la nota final silbante. Ambos sexos emiten una versión abreviada de advertencia cuando se les perturba cerca del nido. También se describen silbidos que recuerdan a los del estornino pinto (Sturnus vulgaris). Los machos emiten el canto completo desde mayo a julio y pueden hacerlo posados o en vuelo. Durante el cortejo, en el contacto de la pareja, se escucha un “pli-pli-pli-pli” que recuerda sonidos del pico menor (Dendrocopos minor). El grito de contacto, exclusivo de la temporada reproductiva, es un corto sonido de tipo “zui”, “tui” o “pli”, que tiene parecido con el piar del gorrión molinero (Passer montanus). Este sonido también sirve como grito de alimentación, bien hecho por el macho cuando ceba a la hembra o por ambos progenitores dando de comer a los pollos. Hay un grito de alarma muy común cuando los pollos son volanderos, de tipo zumbante; otra modalidad es un silbido de sube y baja (“chuit dweeoo”) que recuerda al reclamo del ánade silbón (Anas penelope). Los pollos, incluso recién nacidos, emiten una delicada y fina serie de “psi” o “zi” reclamando cebo. Estas notas se incrementan en volumen y tono a medida que crecen. Cuando siguen a los padres emiten un insistente “tsiiih, tsiiih, tisú”, quizás una combinación de llamada de contacto y de petición de alimento. Las aves jóvenes empiezan en octubre con una irregular concatenación de las notas de canto que pronto perfeccionan (Cramp y Perrins, 1993; Glutz von Blotzheim y Bauer, 1993; Löhrl y Wilson, 2008).
Referencias Cramp, S., Perrins, C. M. (1993). Handbook of the Birds of Europe, the Middle East and North Africa. The Birds of the Western Palearctic. Volume VII. Flycatchers to Shrikes. Oxford University Press, London. Glutz von Blotzheim, U. N., Bauer, K. M. (1993). Handbuch der Vögel Mitteleuropas. Band 13/II. Passeriformes (4. Teil). Sittidae-Laniidae. Aula Verlag, Wiesbaden. Löhrl, H., Wilson, M. G. (2008). Family Tichodromidae (Wallcreeper). Pp. 146-165. En : Del Hoyo, J., Elliot, A., Christie, D. (Eds.). Handbook of the Birds of the World. Volume 13. Penduline-tits to Shrikes. Lynx Edicions, Barcelona.
Javier Purroy Francisco José Purroy Jorge Falagán Fecha de publicación: 25-06-2014 Purroy, J., Purroy, F. J., Falagán, J. (2016). Treparriscos – Tichodroma muraria. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
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