Tortuga laúd - Dermochelys coriacea (Vandelli, 1761)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Leatherback turtle, identification, description, size, variation.

 

Descripción

Tortuga marina de gran tamaño. Se caracteriza por tener el dorso cubierto de una piel resistente con aspecto de cuero que cubre un tejido conjuntivo muy graso y un tejido óseo muy ancho. El dorso presenta 7 quillas longitudinales en lugar de las placas de otras especies, mientras que el plastron tiene sólo 5 quillas. El ángulo de unión entre el dorso y el vientre no es agudo. Además, se caracteriza por tener unas aletas anteriores proporcionalmente más largas que en otras tortugas que le permiten grandes navegaciones transoceánicas. La coloración dorsal es negra con manchas rosadas y líneas del mismo color que coinciden con las quillas. La piel tiene una coloración similar. El vientre es muy variable y suele tener coloraciones rosadas, blancas y negras (Marco et al., 2009, 20141).

No presentan grandes escamas ni uñas en las extremidades. La cabeza no tiene escamas y el pico queratinizado es muy fuerte, presenta bordes lisos y tiene un extremo muy característico adaptado para capturar presas muy escurridizas. La parte superior del extremo del pico tiene forma de W, con tres muescas de varios centímetros, una central y dos laterales algo menores. La parte inferior del pico no tiene esas muescas y la punta se inserta por debajo de la muesca central superior y entre las dos muescas laterales superiores (Marco et al., 2009, 20141).

Su esqueleto es mayoritariamente cartilaginoso en un caso probable de neotenia (Deraniyagala, 1930), y se asemeja mucho más al diseño de cetáceos o sirénidos que al de otros reptiles (Rhodin et al., 1981). Presenta en las aletas un sistema de intercambio de calor contra corriente con el exterior que permite la presencia en aguas muy frías (Greer et al., 1973) junto con la presencia de un tejido subcutáneo muy graso.

Más información sobre anatomía se encuentra en Wyneken (2015)2.

Las tortugas laúd al nacer están cubiertas de pequeñas escamas negras, incluyendo varias hileras longitudinales dorsales de escamas blancas. Además, las aletas son muy alargadas respecto al cuerpo y tienen una hilera marginal de escamas blancas. Cuando son adultos se pueden distinguir los sexos por la longitud de la cola, mayor en machos (James et al., 2007) que además tienen una mayor distancia entre la cloaca y la punta posterior del caparazón (James, 2004).

 

Tamaño

Puede llegar a alcanzar una longitud curva del caparazón de 256 cm y una masa corporal de 916 kg (Eckert and Luginbuhl, 1988). La mayoría de datos sobre su tamaño es de hembras durante la anidación y de recién nacidos. Nace con una masa corporal media de unos 45 g, una longitud recta del espaldar de entre 55 y 60 mm y una anchura media de unos 40 mm (Hilterman y Goverse, 2007). Durante su vida su masa corporal puede llegar a multiplicarse hasta por 20.000 veces. Parece que los juveniles crecen muy deprisa y podrían madurar antes pero a tamaños corporales mayores que otras tortugas marinas. Se considera que el tamaño habitual de adquisición de madurez sexual en el Atlántico sería de 145 cm de longitud dorsal. No obstante tortugas menores de hasta incluso 105 cm pueden observarse en algunas playas de anidación haciendo nidos con huevos fértiles (Stewart et al., 2007). En el Pacífico las hembras madurarían a tamaños corporales menores. El crecimiento de los adultos es muy lento y se calcula en alrededor de 0,2 cm por año (Price et al., 2004). La longitud media del caparazón en hembras adultas atlánticas en el Gran Caribe varía entre 150 y 160 cm (Chacón, 1999; Godfrey, 2002; Quiñones et al. 2007). En una muestra de Galicia (n= 72) la longitud media es de 176,4 cm (López et al., 20141). Los valores medios en el Atlántico africano parecen similares (Ikaran, no publicado) pero en el Pacífico parecen algo menores con valores medios en torno a 145 cm (Reina et al., 2002).

 

Dimorfismo sexual

Aparentemente los animales adultos de ambos sexos alcanzan tamaños similares, aunque los pocos machos medidos tienen el caparazón algo más estrecho. Presentan una anchura menor en 4 o 5 cm que la de una hembra adulta de la misma longitud. La cola es más larga en los machos (James et al., 2007) y se extiende hasta 15 cm por detrás del extremo del caparazón. Aún así, la cola de las hembras de esta especie es siempre mucho mayor que la de las restantes especies de tortugas marinas. Las hembras presentan una mancha naranja de contorno irregular en la parte superior de la cabeza. Donoso-Barros (1966) indica que las áreas de color negro en el plastrón son más extensas en machos que en hembras (Marco et al., 20141).

 

Variación geográfica

Se han descrito 2 subespecies: D. c. coriacea (Vandelli, 1761) en el Atlántico y D. c. schlegelii (Garman, 1884) en el Pacífico y el Índico.

Se han sugerido otras diferencias morfológicas entre tortugas del Atlántico y del Indo-Pacífico. La tortuga laúd atlántica tendría las aletas anteriores más largas, una cabeza más corta y una coloración más oscura con menos manchas blancas claras en el dorso, la mandíbula inferior y la garganta. Sin embargo, estos rasgos tienen una gran variabilidad y no se han acreditado adecuadamente diferencias geográficas desde un punto de vista estadístico. La separación en dos subespecies es cuestionada por algunos autores (Pritchard, 1980).

Muestra una escasa variabilidad genética global (Bowen y Kart, 2007). La variabilidad intraespecífica indica un origen de la especie actual hace 900.000 años (Dutton et al., 1999), probablemente en un refugio Indo-Pacífico. En la actualidad, y a pesar de la escasa variabilidad genética, se detectan leves diferencias en ADN mitocondrial entre grandes cuencas oceánicas y dentro de cada cuenca, confirmando una cierta filopatría natal (Dutton et al., 1999), aunque parece de menor intensidad que en otras tortugas marinas. Esta variabilidad genética indica cierto aislamiento reproductor entre zonas muy separadas. Dentro de la cuenca atlántica, se han detectado leves diferencias genéticas significativas entre ambos hemisferios, entre ambas orillas, o incluso entre zonas de anidación distantes más de 1.000 km en el atlántico americano.

Las poblaciones de tortuga laúd están estructuradas globalmente y dentro de cuencas oceánicas. Dentro del Atlántico hay diferencias de frecuencias de haplotipos entre las poblaciones que nidifican en las costas del Caribe y las de las islas Vírgenes y Trinidad. Los análisis de ADN mitocondrial confirman que las poblaciones del Pacífico forman dos unidades genéticas, una en el Pacífico oriental y otra en el Pacífico occidental. Los haplotipos más divergentes se habrían diferenciado hace 640.000 a 840.000 años, lo que es compatible con un escenario en el que habría ocurrido al menos un cuello de botella global durante el Pleistoceno y una expansión posterior. Las poblaciones del Pacífico oriental son relativamente recientes. La genealogía de genes y la distribución global de haplotipos mitocondriales sugieren que las tortugas laúd podrían haber sobrevivido en un refugio del Indo-Pacífico durante la temprana glaciación del Pleistoceno (Dutton y Shanker, 2015)2.

La productividad primaria marina afecta a la talla corporal de las hembras reproductoras, la fecundidad y las migraciones. Las hembras de mayor talla y fecundidad son las que nidifican en las costas de Sudáfrica y Mozambique. Estas tortugas no deben realizar movimientos a larga distancia pues disponen de abundante alimento. Las hembras de talla menor y menor fecundidad son las que nidifican en las costas del Pacífico oriental y deben efectuar movimientos a larga distancia para alimentarse. Las tortugas laúd del Atlántico norte tienen una talla relativamente grande y su fecundidad duplica a las del Pacífico oriental debido a que su área de alimentación más importante se encuentra en la plataforma continental de América del norte, un área de elevada productividad primaria (Saba et al., 2015)2.

 

Referencias

Bowen, B. W., Karl, S. A. (2007). Population genetics and phylogeography of sea turtles. Mol. Ecol., 16: 4886-4907.

Chacón, D. (1999). Anidación de la tortuga Dermochelys coriacea (Testudines: Dermochelyidae) en Playa Gandoca, Costa Rica (1990 a 1997). Rev. Biol. Trop., 47: 225-236.

Deraniyagala, P. E. P. (1930). Testudinate evolution. Proc. Zool. Soc. Lond., 68: 10571070.

Dutton, P. H., Bowen, B. W., Owens, D. W., Barragan, A., Davis, S. K. (1999). Global phylogeography of the leatherback turtle (Dermochelys coriacea). J. Zool., 248: 397-409.

Dutton, P., Shanker, K. (2015). Phylogeny, Phylogeography, and Populations of the Leatherback Turtle. Pp. 8-20. En: Spotila, J. R., Santidrián Tomillo, P. (Eds.). The Leatherback Turtle. Biology and Conservation. Johns Hopkins University Press, Baltimore. 219 pp.

Eckert, K. L., Luginbuhl, C. (1988). Death of a giant. Mar. Turtle Newsl., 43: 2-3.

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Adolfo Marco, Juan Patino-Martínez, Maite Ikaran y Liliana Quiñones
Estación Biológica de Doñana (CSIC)

Fecha de publicación: 30-07-2009

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 20-11-2015; 2. Alfredo Salvador. 28-01-2016

Marco, A., Patino-Martínez, J., Ikaran, M., Quiñones, M. L. (2016). Tortuga laúd – Dermochelys coriacea. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/