Lagartija de Valverde - Algyroides marchi Valverde, 1958

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Spanish Algyroides, description, variation, subspecies.

 

Origen y evolución

Salvador (1974) postuló una posible procedencia tirrénica para A. marchi a través del puente pliocénico entre el macizo Penibético y los archipiélagos baleárico, pitiusense y tirrénico. El ancestro del género Algyroides debió originarse en el Mediterráneo oriental, y desde allí pudieron derivarse las otras especies, bien por dispersión o bien por eventos de vicarianza (Harris et al., 1999). Actualmente el género está distribuido por la cuenca mediterránea.

Se reconocen un total de cuatro especies (Arnold, 1973, 1989; Arnold et al., 2007). La especie más primitiva es A. nigropuncatus, de mayor talla y robustez y escamas dorsales fuertemente aquilladas. Mediante secuencias de ADN mitocondrial y caracteres morfológicos se pone de manifiesto que las dos especies occidentales del género, A. marchi y A. fitzingeri, están más emparentadas, fomando un grupo-hermano relacionado con  A. moreoticus (Harris et al., 1999). Todo el género muestra adaptaciones para el mimetismo en ambientes boscosos. Dentro del género, A. marchi muestra adaptaciones al uso de fisuras, como por ejemplo el cráneo poco osificado, aplanado y escamas dorsales débilmente aquilladas.

Análisis moleculares recientes indican que el génro no es monofilético y parafilético respecto al género Dinarolacerta (Pyron et al., 2013).

 

Morfología externa

Lagartija de pequeño tamaño y de proporciones esbeltas. Cabeza y cuerpo más aplanados que en el resto de las lagartijas peninsulares. Coloración dorsal variable; los adultos poseen libreas que varían desde el parduzco grisáceo a tonalidades broncíneas e incluso café, en ocasiones con matices oliváceos. La tonalidad puede variar según la incidencia de la luz. Diseño uniforme, sin manchas por lo general, aunque en algunos ejemplares aparecen pequeños lunares oscuros en posición medio-dorsal.

 

Figura 1. Juvenil de lagartija de Valverde. © L. García Cardenete.

 

Costados oscuros muy contrastados, con coloraciones pardo-oscuras hasta casi negras, que se extienden habitualmente por ambos lados de la cabeza, aguzándose hacia el hocico, y también de forma lateral por la región proximal de la cola. El píleo es de coloración similar a la librea dorsal del cuerpo, con un punteado negro que no siempre aparece. Los miembros pueden presentar un diseño abigarrado, con pequeñas motas claras sobre un fondo oscuro. La zona gular es más clara que el resto de las partes inferiores, de blanco sucio a tonalidades grises. Ventralmente, el cuerpo presenta un tono blanquecino o amarillento, que puede tornar hacia coloraciones vivas amarillas o verdosas brillantes en los machos durante el celo. La parte inferior de la cola es también clara, pero se oscurece de forma paulatina hacia su extremo distal.

Escamas dorsales poligonales, de gran tamaño y forma tendente a lo hexagonal, con disposición imbricada y marcadamente carenadas en orientación diagonal. Contrastan de forma destacada con las de los costados, que son pequeñas y granulares, rasgo este distintivo del género. Las escamas dorsales muestran una distintiva microornamentación, con celdas de bordes levantados y pústulas. Escamas ventrales lisas, no imbricadas.  Cola larga y de sección cilíndrica, con escamas marcadamente aquilladas. Las escamas caudales oscilan en número entre 40 y 47.  

Cabeza deprimida y píleo plano, en el que no sobresalen las escamas supraoculares, en número de cuatro. Cuatro o más comúnmente cinco supralabiales, y de cinco a siete sublabiales. Orificio nasal generalmente abierto entre tres escamas separado de la primera supralabial por un estrecho anillo. Dos postnasales superpuestas excepcionalmente fusionadas. De cuatro a cinco escamas submaxilares, otros autores citan cinco o seis. Dos escamas loreales, raramente tres. Región temporal con escama masetérica a veces indiferenciada (sólo la mitad de los ejemplares estudiados poseen este rasgo diferenciado). El número de escamas gulares varía entre 17 y 24. Collar bien marcado, con cinco a diez escamas. Pliegue gular presente. Escamas dorsales en número de 24 a 30 filas en el centro del tronco. Escamas ventrales en número variable de 22 a 30 series transversales. En la cara interna de los muslos se abren de 11 a 16 poros femorales, y bajo los dedos poseen 19 a 27 laminillas subdigitales (Valverde, 1958; Palacios et al., 1974; Klemmer, 1960; Salvador y Palacios, 1981; Pérez-Mellado, 1998, Fernández-Cardenete y García-Cardenete, 20141).

 

Hemipenes

Hemipenes con labios del surco espermático excepcionalmente pequeños. Como microornamentación, presentan tubérculos espinosos con aspecto de corona (Arnold et al., 2007; Arribas, 20121).

 

Dimorfismo sexual

Machos con cabezas más anchas y robustas (altura con respecto a longitud); hembras más gráciles, con extremidades ligeramente más cortas y cabezas menores. Los poros femorales son comparativamente más conspicuos en aquéllos, sobre todo durante el celo. Diseños dorsales masculinos más punteados por lo general, con algunos ejemplares muy moteados; en algunas poblaciones predominan los tonos más oscuros. Zonas ventrales en machos con coloraciones amarillentas o verdosas, más vivas durante el periodo del celo. Esta librea llega a extenderse en ocasiones hasta la región gular. Los machos de algunas poblaciones (Sierra del Agua, Bogarra) presentan escamas del collar o la región gular de tonos azul cobalto. Hembras con coloraciones más desvaídas, y menor contraste en general entre el dorso y los costados; conservan la librea juvenil carente de manchas (Valverde, 1958; Klemmer, 1960; Palacios et  al., 1974; Manzanares, 1980).

 

Biometría

La longitud de cabeza y cuerpo en adultos varía entre 39 y 53 mm (Palacios et al., 1974; Eikhorst et al., 1979). Los machos alcanzan 46,5 mm (n= 54) y las hembras 47,7 mm (n= 52) (Palacios et al., 1974). La longitud de la cola completa de los adultos varía entre 67 y 87 mm (Palacios et al., 1974), pudiendo alcanzar 95 mm (Eikhorst et al., 1979). La cola representa como media un 65,0% de la longitud total en machos (n= 18) y un 59,5% en hembras (n= 17) (modificado de Palacios et al., 1974).

Según Eikhorst et al. (1979) el peso de los machos de la Nava de San Pedro (Cazorla) puede alcanzar 2,53 g (n= 5). En las hembras, el peso varía entre 1,2 g y 2,0 g (n= 20) (Palacios et al., 1974). El peso de los machos de Alcaraz varía entre 1,2 g y 2,2 g (n= 29) (Palacios et al., 1974).

 

Esqueleto

Cráneo muy deprimido y osteodermos supraoculares en adultos débilmente osificados (fenestrados), como adaptación al uso de grietas rocosas como refugios. Proceso anteromedial del hueso postfrontal no expandido, en el hueso postorbital, los procesos anteromedial y la proyección ventral del dentario superan en longitud a la proyección dorsal. Dientes pterigoideos ausentes. Estas diferencias en el cráneo postnatal de la especie la separan de otros lacértidos paleárticos (Acanthodactylus erythrurus, Iberolacerta monticola, Zootoca vivipara, Podarcis bocagei, Podarcis hispanicus, Podarcis muralis, Psammodromus algirus y Psammodromus hispanicus) y macaronesios (Gallotia galloti). Región anterodorsal de la espina neural del axis de altura igual o superior a su extremo dorsal posterior; en el resto de las vértebras cervicales las espinas neurales son relativamente más bajas. De 24 a 26 vértebras presacrales (25 en machos). Fontanela esternal acorazonada. (Barahona, 1996; Barahona y Barbadillo, 1997, 1998; Arnold et al., 2007).

 

Cariotipo

Cariotipo diploide formado por 38 cromosomas acrocéntricos, dos de ellos microcromosomas (Cano et al., 1978; Calera y Cano, 1979; Palacios y Elvira, 1979). Organizador nucleolar en un macrocromosoma de tamaño mediano (tipo M). Cromosomas sexuales del tipo ZW (Arnold et al., 2007). No se diferencian los sexos a partir de los cariotipos (Calera y Cano, 1979), aunque en un macho se observaron dos satélites basales en uno de los pares cromosómicos (Palacios y Elvira, 1979).

 

Variación geográfica

No se ha confirmado ninguna variabilidad geográfica de tipo morfológico y se considera un taxón monotípico (Salvador y Palacios, 1981). la comparación entre las poblaciones de Cazorla, Riópar y Bogarra no ha revelado diferencias, por lo que no se admite como válida la subespecie A. marchi niethammeri Buchholz, 1964, descrita de la Cuesta de las Carboneras, Sierra de Alcaraz (Bogarra), a partir de un único ejemplar conservado (Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980).

Muestra una alta variabilidad genética (estimada a partir de ADN mitocondrial), estructurada en tres grupos geográficos, originados hace 1 millón de años; hay un grupo suroccidental, pequeño aunque muy variable; un gran grupo central, que abarca todo el eje central de su distribución, y un tercero, ubicado en el nordeste. Sin embargo, los marcadores nucleares sugieren flujo genético (contemporáneo o reciente) entre tales linajes. Se interpreta que las poblaciones, relictas en la actualidad, provienen de distribuciones pasadas más amplias, de las que se ha conservado únicamente la zona de contacto entre los tres grupos (Carretero et al., 2010)1.

La primera referencia del género Algyroides en la Península Ibérica se remonta a Boscá (1916), a partir de un único individuo procedente de la Sierra de Guadarrama (San Ildefonso, Segovia), que compara y diferencia anatómicamente de A. fitzingeri, proponiendo A. hidalgoi como especie nueva. No obstante, no se ha encontrado ningún otro espécimen del supuesto género en esas sierras, por lo que la identidad del nuevo taxón permanece incierta. Engelmann et al. (1993) postulan que podría tratarse de una forma aberrante de A. marchi, aunque la cita se ubica claramente fuera del área de distribución conocida para la especie.

 

Referencias

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Juan Ramón Fernández Cardenete
Departamento de Biología Animal, Facultad de Ciencias
Universidad de Granada, Severo Ochoa, /n., 18071, Granada

Luis García Cardenete
C/ Carrera de San Agustín, 24, 2ºA
18300 Loja, Granada

Fecha de publicación: 16-12-2009

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 4-09-2015

Fernández-Cardenete, J. R., García-Cardenete, L. (2015). Lagartija de Valverde – Algyroides marchi. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/