Lagartija de Valverde - Algyroides marchi Valverde, 1958

Para más información sobre cada apartado hacer click en:

 

Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Spanish Algyroides, habitat, abundance, status, threats.

 

Hábitat

Especie estenotópica, presente en la parte alta de valles de montaña, así como en barrancos de laderas umbrías en macizos aislados, generalmente con orientación norte (NO-NE) (Valverde, 1958; Palacios et al., 1974; Arnold, 1987; Gil-Sánchez, 1992; Rubio y Carrascal, 1994; Sánchez-Videgaín y Rubio, 1996; Pleguezuelos y Villafranca, 1997; Rubio y Carrascal, 1994; Rubio, 1997; Quirantes et al., 2000).

Se ha debatido la dependencia de la especie de medios forestales cerrados (Arnold y Burton, 1978; Eikhorst et al., 1979; ver no obstante Manzanares, 1980; Rubio y Carrascal, 1994, ó Quirantes et al., 2000). Las variables más importantes que explican la distribución de la especie a escala regional, local e individual son la presencia de grandes rocas, el encajonamiento del cauce y la extensión de puntos de agua, e inversamente, la cobertura de matorrales (Rubio y Carrascal, 1994), mientras que para modelos de distribución serían la presencia de ríos y riachuelos (Carretero et al., 20101).

En las sierras de Cazorla, Segura y en la de Alcaraz ocupa entornos umbríos y relativamente húmedos de media montaña o las proximidades de cursos de agua (Valverde, 1958; Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980; Rubio y Carrascal, 1994). Igualmente, habita cañones fluviales y tramos de arroyos de montaña con grandes rocas (Cazorla, Segura, Castril), nacimientos de ríos (Figura 1) (Guadalquivir, Mundo, Castril), tramos de cauces temporales semisecos o totalmente secos, dolinas húmedas de altiplanicies y laderas umbrías con pendientes elevadas (sierras de Cazorla, Alcaraz, Agua, del Pozo, Las Villas,  Castril, y La Puebla de Don Fadrique -Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980; Sánchez-Videgaín y Rubio, 1996; obs. pers.-).

 

Figura 1. Hábitat de la lagartija de Valverde en nacimiento de río. © J. R. Fernández Cardenete.

 

Figura 2. Hábitat de la lagartija de Valverde en paredes verticales. © J. R. Fernández Cardenete.

 

Figura 3. Hábitat de la lagartija de Valverde en roquedos abiertos. © L. García Cardenete.

 

También ha sido encontrada en taludes de pistas forestales con vegetación arbustiva e incluso áreas cultivadas abandonadas (Pérez-Mellado, obs. pers.; obs. pers. autores). Puede ocupar construcciones humanas de ingeniería dentro de hábitats adecuados; no es raro observarla en construcciones de piedra y hormigón asociadas a infraestructuras hidráulicas y/o viarias (Rubio, 2002; obs., pers.). Tiende a evitar las áreas expuestas a mucha insolación y a altas temperaturas y baja humedad relativa  (Rubio y Carrascal, 1994). Los juveniles no obstante suelen alejarse más de estos hábitats óptimos, encontrándose entonces en el suelo en zonas de matorral y tocones (obs. pers.). A escala local (Sierra de Alcaraz), está presente en localidades higrófilas situadas a mayor altitud, con mayor cobertura de grandes rocas, sitios encajonados, mayor volumen de agua y menor cobertura de matorrales (Rubio y Carrascal, 1994 –ver no obstante, Palacios et al., 1974, ó Manzanares, 1980-).

Es una especie de marcado carácter montano, condición propia de los endemismos de lacértidos peninsulares (Pleguezuelos y Villafranca, 1997). Su distribución en altitud se ajusta a los pisos bioclimáticos supra y oromediterráneos, entre los 700 y los 1.700 m.s.n.m. (Sánchez-Videgaín y Rubio, 1996; Pleguezuelos y Villafranca, 1997; Rubio et al., 1998); no obstante, recientemente ha sido descubierta una población a 550 m, correspondiente al piso mesomediterráneo (obs. pers.-datos no publicados-) y otra a 2.065 m (García-Cardenete y Pérez-García, 20131). La altitud media en toda su área de distribución se aproxima a los 1.200 m (n= 52 citas), y parece ser más abundante en el rango situado entre los 1.000 y los 1.500 m (Palacios et al., 1974; Pleguezuelos y Villafranca, 1997). En la Sierra de Alcaraz sube hasta los 1.550 m.s.n.m.; en el cauce del río Castril, asciende por encima de los 1.300 m (Rubio, 2002; Gil-Sánchez, 1992; obs. pers.).

En zonas de gran altitud puede ocupar laderas de orientación noroeste sin presencia de agua y con roquedo variable, desde tajos rocosos a bloques y canchales de fuerte pendiente (García-Cardenete y Pérez-García, 2013)1.

En zonas más secas y soleadas suele verse sustituida por otras especies de lacértidos, como Podarcis hispanicus y Psammodromus algirus, aunque ambas especies han sido encontradas en sintopía con ésta, aunque en bajas densidades (Valverde, 1958; Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980; Rubio, 2002; obs.pers.). Se ha observado igualmente compartiendo microhábitat en diferentes condiciones junto a otras especies de saurios, como Tarentola mauritanica o Timon lepidus, y como integrantes de las herpetocenosis de algunas localizaciones han sido halladas otras especies potencialmente depredadoras, como Coronella girondica, Malpolon monspessulanus o Vipera latastei (Valverde, 1958; Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980; obs.pers.).

 

Abundancia

Hay pocos datos sobre su abundancia; esta parece estar directamente relacionada con la cobertura de rocas y la disponibilidad de agua, y negativamente, con la cobertura forestal y las horas de insolación (Rubio y Carrascal, 1994; Rubio, 1998; Rubio, 2002). Dada su ecología montana, el número de citas se concentra en altitud, en el rango de los 1.000 a 1.500 m.s.n.m. (Pleguezuelos y Villafranca, 1997). Localmente, pueden ser relativamente abundantes en hábitats óptimos de valle, más que ningún otro lacértido sintópico (Sierra de Alcaraz, Palacios et al., 1974). Rubio y Carrascal (1994) estimaron una densidad de 213 ind./ha, en una parcela en el nacimiento del río Mundo (Sierra de Alcaraz).

 

Estatus de conservación

Categoría global IUCN (2008) y europeo (Cox y Temple, 2009): calificado como En Peligro (EN); criterios B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv) -ver. 3.1 [IUCN, 2001]-: área de distribución inferior a 5.000 km² y área de ocupación estimada menor que 500 km²; distribución fragmentada; declive continuado en la extensión y calidad de sus hábitats y en el número de localidades con presencia de la especie (Pérez-Mellado et al., 2009).

Categoría para España IUCN (2002): “Vulnerable”, criterios A1ab+2ab relativos a su restringida distribución mundial (área inferior a 2.000 km2 con poblaciones muy fragmentadas) y al relativamente bajo número de integrantes de las poblaciones (Rubio, 2002).

Especie estrictamente protegida, a nivel regional en ambas Comunidades Autónomas: Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha (Decreto 33/1998, de 5 de mayo), en el que se cataloga como especie “Vulnerable”, y por el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas (Ley 8/2003 de 28 de octubre), como “De Interés especial”. A nivel del territorio español, se cita además en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo), incluida como especie de “De Interés especial”, recientemente integrada también en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y Biodiversidad (Anexo V: “Especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta”). Igualmente protegido en la normativa de la Unión Europea (Anexo IV de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres - Directiva de Hábitats-, y Anexo II del Convenio relativo a la Conservación de la Vida silvestre y del Medio Natural en Europa, de 19 de septiembre de 1979 -Convenio de Berna-, que recogen las especies de interés comunitario que requieren una protección estricta). Incluida además en el libro rojo de los vertebrados amenazados de Andalucía con la categoría de “Vulnerable” (González de la Vega et al., 2001).

 

Amenazas

Sus estrechas preferencias de hábitat dentro de su área de distribución, el aislamiento de sus poblaciones y lo reducido del área de distribución mundial determinan un status de gran vulnerabilidad para esta especie, y condicionan la pervivencia de los reductos poblacionales, acantonados en enclaves óptimos sin conexión entre sí. Estos forman un conjunto de poblaciones-isla limitadas por áreas inadecuadas para la especie, en particular en las zonas borde de su distribución (entorno de la La Puebla de Don Fadrique, Granada; Sierra del Agua y Alcaraz, Albacete, p. ej.) (Manzanares, 1980; Rubio, 1998; Fernández Cardenete et al., 2000). Además, su baja tasa de crecimiento, junto con su escasa inercia térmica y ciclo reproductivo generalmente unimodal (Sierra de Alcaraz, p. ej.) de baja fecundidad, determina una escasa capacidad de adaptación a medios subóptimos (Rubio y Carrascal, 1993; Rubio, 1996). Algunos autores han referido un declive de sus poblaciones como consecuencia del deterioro del hábitat y la reducción del número de subpoblaciones; se han detectado igualmente desapariciones o rarefacciones locales en cortos periodos de tiempo por incidencia de sus factores de amenaza (Manzanares, 1980; Sánchez-Videgaín y Rubio, 1996; González de La Vegaet al., 2001; Rubio, 2002). En este sentido, cobra especial importancia el escenario de cambio global actual, en el que una posible aridifización o desertificación de las localidades relictas donde habita podría extinguir por completo algunas subpoblaciones, debido al agotamiento de la disponibilidad de hábitats en un posible flujo migratorio hacia áreas de mayor cota. En este sentido, sus características autoecológicas, su carácter de especie estenotópica muy dependiente del hábitat (Rubio, 2002), y su distribución mundial restrigida, según los criterios establecidos por la UICN en su versión 3.1 (UICN, 2001, Pérez-Mellado et al., 2008, Cox y Temple, 2009]), lo hacen muy sensible a los cambios ambientales, por lo que la especie es apta como taxón indicador de cambio climático, al igual que otros miembros del género, como A. fitzingeri, en la que se ha modelizado la pérdida de hábitat en distintos escenarios de cambio climático (Henle et al., 2008).

Como amenazas directas, se citan:

-Los incendios forestales, como el que afectó a la Sierra de Cazorla en 2005, por pérdida directa de hábitat y de individuos, y por erosión del suelo y colmatación de cauces y barrancos en las cabeceras de los valles.

-La ampliación de la red de carriles y pistas forestales, en especial cuando atraviesan cauces donde se dan las condiciones de estructura del hábitat de la especie:

-Los tratamientos preventivos, clareos y otras labores forestales que conlleven el desbroce de vegetación y la saca de madera aprovechando los cauces de ríos.

-También han sido citadas la depredación por gatos domésticos y ratas, que ha de afectar a las poblaciones de fondos de valles (ver apartado de dieta y depredadores).

-La  proliferación del jabalí, citado como posible depredador natural de la especie (Palacios et al., 1974; Manzanares, 1980; Rubio, 2002, entre otros) podría afectar a determinadas poblaciones locales de pedrizas, claros de bosque y cauces accesibles para el depredador.

-Entre otras amenazas, se citan igualmente la desecación, derivación y colmatación de fuentes y arroyos, la sustitución de estructuras tradicionales para la acumulación de agua (depósitos y albercas de piedra) por depósitos metálicos elevados y balsas de materiales plásticos.

-El comercio y el coleccionismo, tanto por colectores nacionales como extranjeros, de gran demanda por el carácter endémico local de la especie, así como la presión turística, con la apertura y ampliación de las áreas recreativas, principalmente en el núcleo de la Sierra de Cazorla se citan también como amenazas directas.

-Finalmente, entre las amenazas potenciales, se mencionan los proyectos de instalación de parques eólicos (La Puebla de Don Fadrique) e infraestructuras hidrológicas, como las del río Castril) (Manzanares, 1980; Rubio y Carrascal, 1994; Sánchez-Videgaín y Rubio, 1996; Rubio et al., 1998;  Fernández-Cardenete et al., 2000; González de la Vega et al., 2001; Rubio, 2002; Pérez-Contreras et al., 2006; obs. pers.).

 

Medidas de conservación

Se citan como medidas preventivas de conservación, la protección legal de sus hábitats. En Europa, la Directiva 92/43/CEE -Directiva de Hábitats-; para España, la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, Ley 42/2007 de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y Biodiversidad; para Andalucía, la Ley 2/1989 de 18 de julio, de Inventario de Espacios Naturales Protegidos; Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, para Castilla La Mancha), en la que se ha visto favorecida por la designación, dentro de los lugares integrantes de la Red Natura 2000 (Lugares de Importancia Comunitaria), en Andalucía, el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, citado también dentro de las áreas herpetológicas de interés por albergar gran parte de las poblaciones de esta especie (Rubio et al., 1998); y la Sierra de Castril, y las Sierras del Nordeste, ya en la provincia de Granada. En la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, la práctica totalidad de las poblaciones se encuentran también dentro de la red de Espacios Protegidos Natura 2000, con el gran LIC albacetense que engloba a todas ellas: “Sierras de Alcaraz y de Segura y Cañones del Segura y del Mundo” (también incluidas dentro de la gran área de interés herpetológico de las sierras Prebéticas -Rubio et al., 1998-), y una parte de ellas (Calares del Mundo y de la Sima), además con la categoría de Parque Natural.

A pesar de este rango legislativo de protección, falta aún concienciación entre los técnicos y coordinación entre las distintas administraciones ambientales (se deberían respetar los parches de hábitat que mantienen pequeñas poblaciones y subpoblaciones ante proyectos de infraestructuras y actividades forestales diversas); igualmente, se hace fundamental el control de las actividades de uso público en los Espacios Naturales Protegidos, en especial las derivadas de los deportes de aventura (barranquismo, y otros), así como la proliferación desmedida del turismo de temporada (sierras de Cazorla y Segura). El elevado desconocimiento aún en la actualidad sobre la situación de la especie tiene que ver con que no se haya realizado hasta ahora un cartografiado a escala de detalle de la distribución de las poblaciones, ni un mapa de hábitat potencial (Rubio y Carrascal, 1994; González de la Vega et al., 2001; Pleguezuelos y Feriche, 2003; Pérez-Contreras et al., 2006).

Lo reducido y delimitado de las localidades con presencia de la especie facilita la aplicación de medidas de conservación, ayudado por la inclusión de la mayor parte de ellas en espacios bajo alguna figura de protección (ver párrafo de legislación); no obstante, a nivel de metapoblación, se hace vital para el mantenimiento de la especie que se garantice la conectividad entre los núcleos poblacionales, a través de la red hidrográfica de barrancos y cauces de arroyos, así como promover la restauración y nueva puesta en uso de las estructuras artificiales de mantenimiento de agua, como los depósitos de piedra para incendios, que favorecen la dispersión de las poblaciones (Rubio, 2002; obs. pers.). Entre los programas y actuaciones directas e indirectas relativas a su conservación, se cita el “Plan de conservación de la lagartija de Valverde en Castilla-La Mancha” (Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1998 - Rubio y Palacios, 1998-), y el proyecto de “Parajes Importantes para la Conservación de Anfibios y Reptiles en Andalucía” (Consejería de Medio Ambiente Junta de Andalucía, 2004-2005 -Reques et al., 2006-) y, a escala nacional, el seguimiento singular de la especie, dentro del Programa SARE, de la Asociación Herpetológica Española-MIMARM (Carretero et al., 20101).

 

Referencias

Arnold, E. N. (1987). Resource partitioning among lacertids in Southern Europe. J. Zool. Lond., 1: 739-782.

Arnold, E. N., Burton, J. A. (1978). Field guide to the reptiles and amphibians of Britain and Europe. Collins, London. 272 pp.

Carretero, M. A., Ceacero, F., García-Muñoz, E., Sillero, N., Olmedo, M. I., Hernández-Sastre, P. L., Rubio, J. L. (2010). Seguimiento de Algyroides marchi. Informe final. Monografías SARE, 1. Asociación Herpetológica Española - Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Madrid. 51 pp.

Cox, N.A., Temple, H.J. (2009). European Red List of Reptiles. Office for Official Publications of the European Communities, Luxembourg.

Fernández-Cardenete, J. R., Luzón-Ortega, J. M., Pérez-Contreras, J., Tierno de Figueroa, J. M. (2000). Revisión de la distribución y conservación de los anfibios y reptiles en la provincia de Granada (España). Zool. Baetica, 11: 77-104.

García-Cardenete, L., Pérez-García, M. T. (2013). Nueva población de Algyroides marchi a elevada altitud en la provincia de Granada. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 24 (1): 71-73.

Gil-Sánchez, J. M. (1992): Dos nuevas localidades de Algyroides marchi (Reptilia, Lacertidae). Resúmenes de Comunicaciones del II Congreso Luso-Español y IV Congreso Español de Herpetología, Granada: 94.

González de la Vega, J. P., Pérez-Quintero, C., Pleguezuelos, J. M. (2001). Algyroides marchi. P. 71. En: Franco, A., Rodríguez de los Santos, M. (coord.). Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía. CMA-Junta de Andalucía, Sevilla. 336 pp.

Henle, K., Dick, D., Harpke, A., Kühn, I., Schweiger, O., Settele, J. (2008). Climate Change Impacts on European Amphibians and Reptiles. Convention on the Conservation of European Wildlife and Natural Habitats. Standing Committee, 28th meeting Strasbourg, November 2008.

IUCN (2001). Categorías y Criterios de la Lista Roja de la UICN: Versión 3.1. Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN. UICN, Gland, Suiza y Cambridge, Reino Unido. ii + 33 pp.

Manzanares, A. (1980). Catálogo de la Comunidad Albacetense de Lagartijas y Lagartos (Lacertidae). AL-BASIT: Revista de Estudios Albacetenses, 7: 149-181.

Palacios, F., Ayarzagüena, J., Ibáñez, C., Escudero, J. (1974). Estudio sobre la lagartija de Valverde Algyroides marchi (Reptilia, Lacertidae). Doñana Acta Vertebrata, 1 (2): 5-31.

Pérez-Contreras, J., Fernández-Cardenete, J. R., Caro, J., García-Cardenete, L. (2006). Distribución y conservación de la herpetofauna en el sureste ibérico. Pp. 421-463. En: Barea et al. (Eds.) Biodiversidad y conservación de fauna y flora en ambientes mediterráneos.Sociedad Granatense de Historia Natural, Granada.

Pérez-Mellado, V., Márquez, R., Martínez-Solano, I. (2009). Algyroides marchi. En: IUCN 2009. IUCN Red List of Threatened Species. Versión 2009.2. <www.iucnredlist.org>.

Pleguezuelos, J. M., Feriche, M. (2003). Anfibios y Reptiles. Diputación de Granada. 185 pp.

Pleguezuelos, J. M., Villafranca, C. (1997). Distribución altitudinal de la herpetofauna ibérica. Pp. 321-341. En: Pleguezuelos, J. M. (Ed.). Distribución y Biogeografía de los Anfibios y Reptiles en España y Portugal. Universidad de Granada-AHE, Granada.

Quirantes, D.; Álvarez, S., García, R. (2000). Algyroides marchi (Lagartija de Valverde), nueva cita en Granada. Bol. Asoc. Herpetol. Esp. 11 (2): 66.

Reques, R., Caro, J., Pleguezuelos, J. M. (2006). Parajes importantes para la conservación de anfibios y reptiles en Andalucía. Informe técnico para la Junta de Andalucía. Inédito, 572pp.

Rubio, J. L. (1996). La lagartija de Valverde. Autoecología de un lacértido de distribución restringida, Algyroides marchi, Valverde 1958. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.

Rubio, J. L. (1997). Algyroides marchi Valverde, 1958. Lagartija de Valverde, Lagartixa de Valverde. Pp. 208-210. En: Pleguezuelos, J. M. (Ed.). Distribución y Biogeografía de los Anfibios y Reptiles en España y Portugal. Universidad de Granada-AHE, Granada.

Rubio, J. L. y Palacios, F. (1998). Distribución, selección de hábitat y conservación de la lagartija de Valverde (Algyroides marchi), el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa). En: Estudio sobre evaluación de poblaciones de especies de mamíferos, anfibios y reptiles amenazados de Castilla-La Mancha. Bases científicas para su conservación. Informe técnico para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Rubio, J. L. (2002). Algyroides marchi Valverde, 1958. Lagartija de Valverde. Pp. 193-195. En: Pleguezuelos, J. M., Márquez, R., Lizana, M. (Eds.). Atlas y libro rojo de los Anfibios y Reptiles de España. DGCN-AHE (2ª impresión), Madrid.

Rubio, J. L., Carrascal, L. M. (1994). Habitat selection and conservation of an endemic spanish lizard Algyroides marchi (Reptilia, Lacertidae). Biol. Conserv., 70: 245-250.

Rubio, J. L., Pleguezuelos, J. M., Moreno, M., Honrubia, S. (1998). Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Alcaraz. En: Santos, X., Carretero, M. A., Llorente, G. A. y Montori, A. (Eds.) Áreas herpetológicas importantes para los Anfibios y Reptiles en España. ICONA, Madrid.

Sánchez-Videgaín, J., Rubio J. L. (1996). Atlas preliminar de los anfibios y reptiles de las sierras prebéticas albacentenses. Al-BASIT: Revista de estudios albacetenses. Segunda época, año XXI, 38: 5-30.

Valverde, J. A. (1958). Una nueva lagartija del género Algyroides Bibron procedente de la Sierra de Cazorla (sur de España). Archivos del Instituto de Aclimatación, 7: 127-134.

 

 

Juan Ramón Fernández Cardenete
Departamento de Biología Animal, Facultad de Ciencias
Universidad de Granada, Severo Ochoa, /n., 18071, Granada

Luis García Cardenete
C/ Carrera de San Agustín, 24, 2ºA
18300 Loja, Granada

Fecha de publicación: 16-12-2009

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 4-09-2015

Fernández-Cardenete, J. R., García-Cardenete, L. (2015). Lagartija de Valverde – Algyroides marchi. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/