Culebra de Esculapio - Zamenis longissimus (Laurenti, 1768)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Aesculapian Ratsnake, activity, home range, thermal biology.

 

Actividad

El periodo de actividad se inicia en marzo o abril y se prolonga hasta octubre (Naulleau, 1984; Bea, 1986); no se conocen las particularidades del ciclo en función del sexo. Se trata de una especie de actividad predominantemente diurna (Bea, 1998.; Ayllón et al., 2010), aunque al menos en la vertiente atlántica del País Vasco se ha observado una importante actividad nocturna (obs. pers.), también sugerida por otros autores (O’shea y Halliday, 2001) para ésta y otras  especies similares, cuyo comportamiento semiarbóreo también estaría relacionado, entre otros factores, con la termorregulación (Carfagno y Weatherhead, 2008; Pierce et al., 2008; Lelièvre et al., 2010a). Durante su periodo potencial de actividad permanece inactiva durante épocas más o menos largas; esporádicamente lo hace encaramada en árboles de elevadas dimensiones, e incluso bajo los tejados de edificaciones rurales. A menudo se solea a primeras horas del día sobre ramas de árboles y arbustos a metro y medio del suelo (Salvador y Pleguezuelos, 2002).

Aunque practica el consumo activo, al contrario que la culebra verdiamarilla, parece basar más su estrategia de caza en el camuflaje que en la velocidad de persecución de las presas (Lelièvre et al., 2010a), parte de las cuales las puede capturar en el medio hipogeo (madrigueras de ratones y topillos, etc.).

Se ha descrito la hibernación en grupo, tanto con individuos de la misma especie como de otras (Naulleau, 1984). Se ha observado que ocasionalmente mantiene actividad bajo el suelo y en superficie durante el invierno (Salvador y Pleguezuelos, 2002).

El número de mudas anual es elevado y está en torno a cuatro o cinco; al menos se producen cuatro mudas (Rollinat, 1934).

 

Biología térmica

La temperatura corporal, más que con la del aire, guarda estrecha relación con la de la superficie del suelo. Durante el periodo de actividad, si las condiciones ambientales son desfavorables, es capaz de mantener una temperatura baja pero ligeramente por encima de la exterior o la del sustrato (Naulleau, 1989b). Puede desplazarse a partir de los 10ºC de temperatura corporal y la mayoría de los ejemplares en la naturaleza tienen una temperatura entre 26 y 30 ºC (Salvador y Pleguezuelos, 2002). Tanto los machos como las hembras alcanzan temperaturas máximas similares: 32,8ºC los machos (de 30,2 a 35,6ºC) y 33ºC (de 30,5 a 34,5ºC) las hembras (Naulleau, 1989b). En un estudio realizado en el oeste francés se ha comprobado que la temperatura máxima seleccionada por la especie, tanto en el laboratorio como en el campo, era de alrededor de 25ºC. En pruebas de laboratorio, con una temperatura de 30 ºC la digestión quedaba comprometida produciéndose la regurgitación sistemática de la comida (Lelièvre et al., 2010a).

Durante la hibernación, sobre todo en los extremos de ésta (Naulleau, 1992b), pueden producirse cortos desplazamientos ligados a la necesidad de aumentar su temperatura corporal, y es frecuente una cierta actividad locomotora subterránea por encima de los 10ºC. Las variaciones en la temperatura corporal en ese periodo son bajas y no suelen superar los 2-3ºC (Naulleau, 1989b).

 

Dominio vital

Se ha señalado para los machos un dominio vital de 12.453 m2 (de 67 a 50.101 m2), mientras que para las hembras es de 7.977 m2 (de 1.126 a 17.503 m2). Existen en este aspecto diferencias individuales muy marcadas. El desplazamiento medio de los machos es de 128 m, mientras que el de las hembras es de 109 m (Naulleau, 1989b). Los machos pueden recorrer grandes distancias durante la estación reproductora, a veces de hasta 20 km. A menudo luchan entre sí durante media hora, enroscando ambos contendientes sus cuerpos en toda su longitud (Arnold y Ovenden, 2002).

 

Patrón social y comportamiento

Ver apartado de Biología de la reproducción.

 

Referencias

Arnold, E. N., Ovenden, D. W. (2002). A field guide to the reptiles and amphibians of Britain and Europe. 2nd. Edition. Harper Collins Publishers Ltd, London.

Ayllón, E., Bosch, J., Diego-Rasilla, F. J., Hernández, P. L., Mora, A., Rodríguez-García, L. (2010). Anfibios y reptiles del Parque Nacional de los Picos de Europa. Organismo Autónomo Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino, Madrid. 216 pp.

Bea, A. (1986). Anfibios y reptiles. Pp. 103-145. En: Vertebrados continentales de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Viceconsejería del Medio Ambiente, Gobierno Vasco, Vitoria.

Bea, A. (1998). Elaphe longissima (Laurenti, 1768). Pp. 384-390. En: Salvador, A. (Coordinador). Reptiles.En: Fauna Ibérica, vol 10. Ramos M. A. et al. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid.

Carfagno, G. L. F., Weatherhead, P. J. (2008). Energetics and space use: intraspecific and interspecific comparisons of movements and home ranges of two colubrid snakes. J.  Anim. Ecol., 77: 416–424.

Lelièvre, H., Le Hénanff, M., Blouin-Demers, G., Naulleau, G., Lourdais, O. (2010a). Thermal strategies and energetics in two sympatric colubrid snakes with contrasted exposure. Journal of Comparative Physiology B: Biochemical, Sistemic, and Environmental Physiology, 180 (3): 415-425.

Naulleau, G. (1984). Les serpents de France. Revue Française d’Aquariologie et Herpétologie, 11(3-4): 1-56.

Naulleau, G. (1989b). Etude biotélemetrique des déplacements et de la température chez la couleuvre d’Esculape Elaphe longissima (Squamata, Colubridae) en zone forestière. Bulletin de la Société Herpétologique de France, 52: 45-53.

Naulleau, G., (1992b). Activité et température corporelle automnales et hivernales chez la couleuvre d’Esculape Elaphe longissima (Squamata, Colubridae) dans le Centre Ouest de la France. Bulletin de la Société Herpétologique de France, 64: 21-35.

O’Shea, M., Halliday, T. (2001). Reptiles and Amphibians. Dorling Kindersley Limited, London. Ediciones Omega, Barcelona. 258 pp.

Pierce, J. B., Fleet, R. R., McBrayer L., Rudolph, D. C. (2008). Use of trees by the Texas ratsnake (Elaphe obsoleta) in eastern Texas. Southeastern Naturalist, 7 (2): 359–366.

Rollinat, R. (1934). La vie des reptiles de la France centrale.Delagrave. Paris. 240 pp. (Reeditado en 1980 por la Société Herpétologique de France, 343 pp.).

Salvador, A., Pleguezuelos, J. M. (2002). Reptiles españoles. Identificación, historia natural y distribución. Esfagnos, Talavera de la Reina. 394 pp.

 

 

Xabier Rubio
Alberto Gosá
Observatorio de Herpetología, Sociedad de Ciencias Aranzadi

Fecha de publicación: 20-12-2010

Rubio, X., Gosá, A. (2015). Culebra de Esculapio – Zamenis longissimus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/