Víbora áspid - Vipera aspis (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Asp Viper, activity, home range, behaviour

 

Actividad

Al igual que otras especies de amplia distribución, el período de actividad para V. aspis varía con la altitud, la latitud y las condiciones climáticas locales. De forma general la actividad se inicia en febrero-marzo para los machos y tres semanas más tarde para las hembras, prolongándose hasta mediados o finales de octubre (Duguy, 1958, 1963; Saint-Girons, 1952, 1957, 1975b; Moser et al., 1984; Monney, 1990b, 1992, 1994). En las poblaciones de las zonas montañosas más altas, como los Pirineos y los Alpes, el período de actividad es más corto y dura unos 6 meses (Duguy, 1972; Monney, 1990b, 1992), mientras que en las poblaciones de las zonas costeras del centro de Italia el período de actividad es más largo, ya que las víboras suelen estar activas durante los inviernos más cálidos (Zuffi, 1999; Zuffi et al., 1999).

En la zona de simpatría con V. latastei en el Alto Ebro (NO Burgos) el radio-seguimiento de cuatro machos reveló que la actividad de estos empieza a principios de marzo y se prolonga hasta finales de octubre (Martínez-Freiría, 2009; Martínez-Freiría et al., 20101).

En las zonas bajas hiberna aisladamente, mientras que en montaña pueden agruparse varios individuos (Duguy, 1963). En el Alto Ebro hiberna aisladamente en la cercanía de zonas húmedas, como cauces de ríos y cárcavas, aunque se han encontrado lugares (o refugios) donde hiberna con varios ejemplares de V. latastei e híbridos entre ambas especies (Martínez-Freiría et al., 20101).

Es una especie con actividad diurna (Saint-Girons, 1952; Naulleau, 1968), aunque en verano y en días con temperatura muy elevada presenta actividad nocturna (Naulleau, 1975; Zuffi, 1999). Presenta un ritmo circadiano de actividad unimodal en primavera y otoño, y bimodal en verano (Saint-Girons, 1952; Naulleau, 1965, 1966, 1975; Zuffi, 1999). Este patrón de actividad parece ser el que presenta V. aspis en el Alto Ebro (Martínez-Freiría, 2009).

El ciclo de muda varía en función de la edad, el sexo y el estado reproductor (Saint-Girons, 1980c): i) en los neonatos se producen cuatro mudas anuales; ii) en los inmaduros se producen tres mudas anuales a principios de mayo, en junio-julio y a principios de agosto; iii) en los machos adultos se producen dos (V. aspis zinnikeri) o tres mudas anuales (V. aspis aspis), siendo la primera siempre postnupcial, ocurriendo en mayo, la segunda en julio y la tercera en agosto; parece que las poblaciones de montaña de V. aspis zinnikeri también pueden realizar una tercera muda entre agosto y septiembre (Duguy, 1972); iv) en las hembras reproductoras se producen dos mudas al año en junio y en agosto; v)en las hembras en estado de reposo reproductor se producen dos mudas en mayo-junio y en agosto (normalmente antes que las hembras reproductoras) o incluso tres, en junio, en julio-agosto y en septiembre, en las poblaciones con ciclos de reproducción trianual.

En el Alto Ebro se ha observado la existencia de dos períodos de muda para los adultos: entre marzo-mayo y agosto-octubre en los machos, y entre abril-junio y agosto-septiembre en las hembras (Martínez-Freiría et al., 20101).

 

Biología térmica

No existen datos sobre termorregulación en V. aspis para la península Ibérica.

Estudios en cautividad han revelado que la temperatura mínima voluntariamente tolerada es de 11,0-11,5º C; la temperatura preferida de una víbora sin presa y no gestante es de unos 30,5º C y el máximo voluntariamente tolerado varía entre 32,0 y 37,0º C; la temperatura preferida a lo largo de la digestión es algo menor (Duguy, 1963, 1972; Saint-Girons, 1975b, 1978b; Naulleau, 1979). V. aspis no acepta presas por debajo de 15º C. La duración de la digestión sigue una función inversa a la temperatura, aunque parece que los machos digieren las presas más rápidamente que las hembras (Naulleau, 1982, 1983). En condiciones de laboratorio se ha puesto en relieve la influencia de los refugios en los niveles de estrés y la eficacia digestiva de esta especie; la falta de estos provoca un aumento metabólico en condiciones de calor y un descenso de la actividad digestiva en condiciones frías (Bonnet et al., 2013).2

Se ha comprobado que en las hembras la duración de la gestación guarda estrecha relación con la temperatura (Naulleau, 1986). En condiciones de laboratorio, variaciones de temperatura durante la gestación influencian la duración de la misma, la viabilidad de los embriones y la variación fenotípica de las crías (Lourdais et al., 2004).2

La variación fenotípica en la coloración parece tener ciertas repercusiones en la temperatura interna de las hembras gestantes. Así, la temperatura interna registrada para hembras gestantes melánicas fue superior a la de las hembras gestantes no melánicas en un estudio realizado en el cantón de Vaud en los Alpes suizos (Muri et al., 2015).2

 

Dominio vital

Aunque presenta importantes diferencias individuales y poblacionales, los machos se desplazan a lo largo del año más que las hembras. Naulleau (1966) se refiere a una distancia anual media de 884 m para 35 machos y 377 m para 15 hembras, mientras que Saint-Girons (1997) reseña una distancia anual media de 259 m para 18 machos y 178 m para 16 hembras.

El dominio vital también difiere notoriamente entre ambos sexos: 2.800-2.940 m2 para los machos y 1.200-1.770 m2 para las hembras (Naulleau, 1966; Moser et al., 1984). Se ha señalado que las hembras gestantes no suelen desplazarse tras la hibernación a los lugares de alimentación y efectúan los partos en las proximidades de los refugios de hibernación (Duguy, 1963). Sin embargo, Monney (1992) se refiere a un desplazamiento anual de 200 m y un dominio vital de 4.237 m2 para una hembra gestante en la región pre-Alpina del oeste de Suiza, mientras que Naulleau et al. (1996) describen un dominio vital medio de 3.715 m2 para 19 hembras gestantes en el centro-oeste de Francia.

La distancia anual media para cuatro machos de V. aspis monitorizados con técnicas de radio-telemetría en la zona de simpatría del Alto Ebro (NO Burgos) ha sido de 1.033m (rango = 253-1.910m); tanto las distancias recorridas por día, como los dominios vitales, aumentan de manera muy marcada en primavera y en otoño, probablemente debido a la búsqueda de hembras para copular (Martínez-Freiría et al., 20101).

 

Dispersión

Al igual que el resto de las víboras europeas, los adultos de V. aspis son animales esencialmente sedentarios, viviendo prácticamente cada año sobre el mismo terreno; son los juveniles los que efectúan movimientos de dispersión, ya sea inmediatamente después de nacer, en el caso de nacimientos precoces, o tras la primera hibernación (Saint-Girons, 1981). Las distancias recorridas por varios juveniles en el Loira Atlántico (Francia) difieren bastante de manera individual, dándose distancias de 64-90m en un día y medio, así como de 75-280m entre el nacimiento y la entrada en hibernación (Saint-Girons, 1981).

No existen datos de dispersión para V. aspis en la península Ibérica.

 

Patrón social y comportamiento

Al igual que el resto de las especies del género Vipera, la víbora áspid es un animal principalmente solitario (Saint-Girons, 1971): los adultos solamente interaccionan con otros miembros de su especie bien durante los períodos de reproducción, bien durante la hibernación. De hecho, durante la mayor parte del ciclo anual, machos y hembras reproductoras suelen seleccionar diferentes hábitats (Martínez-Freiría, observación personal), probablemente para reducir la competencia intraespecífica.

Aunque se trata de una especie ovovivípara, no se ha descrito ningún tipo de cuidado parental por parte de la madre hacia sus crías.

 

Referencias

Bonnet, X., Fizesan, A., & Michel, C. L. (2013). Shelter availability, stress level and digestive performance in the aspic viper. Journal of Experimental Biology, 216: 815-822.

Duguy, R. (1958). Le comportement de printemps chez Vipera aspis. Vie et Milieu, 9(2): 200-210.

Duguy, R. (1963). Biologie de la latence hivernale chez Vipera aspis L. Vie et Milieu, 14(2): 311-443.

Duguy, R. (1972). Notes sur la biologie de Vipera aspis L. dan les Pyrénées. La Terre et la Vie, 1: 98-117.

Lourdais, O., Shine, R., Bonnet, X., Guillon, M., & Naulleau, G. (2004). Climate affects embryonic development in a viviparous snake, Vipera aspis. Oikos, 104: 551-560.

Martínez-Freiría, F. (2009). Víbora áspid - Vipera aspis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

Martínez-Freiría F., Lizana, M., do Amaral, J. P., Brito, J. C. (2010). Spatial and temporal segregation allows coexistence in a hybrid zone among two Mediterranean vipers (Vipera aspis and V. latastei). Amphibia-Reptilia, 31 (2): 195-212.

Monney, J.-C. (1990b). Comparaison des cycles annuels d’activité de Vipera aspis et Vipera berus (Ophidia, Viperidae) dans une station des préalpes bernoises (Ouest de la Suisse). Bull. Soc. Herpetol. Fr., 71-72: 49-61.

Monney, J.-C. (1992). Note sur l’utilisation de l’habitat et les desplacements chez la Vipère áspic, Vipera aspis L., dans une station de l’Intyamon. Bull. Soc. Fribourg. Sci. Nat., 81: 28-40.

Monney, J.-C. (1994). Comparaison des cycles annuels d’activité de Vipera aspis et Vipera berus dans une station des préalpes bernoises. Bull. Soc. Herp. Fr., 71-72: 49-61.

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Zuffi, M. A. L., Macchia, M., Ioalé, P., Giudici, F. (1999). Winter activity in a coastal population of Vipera aspis (Reptilia, Viperidae). Rev. Ecol. (Terre Vie), 54: 365-374.

 

Fernando Martínez Freiría
CIBIO, Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos,
Universidade do Porto.
Instituto de Ciências Agrárias de Vairão R. Padre Armando Quintas
4485-661 Vairão Portugal

Fecha de publicación: 8-07-2009

Otras contribuciones. 1. Alfredo Salvador. 9-09-2015. 2. Fernando Martínez-Freiría 26-04-2021

Versión 26-04-2021

 

Martínez-Freiría, F. (2021). Víbora áspid – Vipera aspis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J., Martínez-Freiría, F. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/