Trucha común - Salmo trutta Linnaeus, 1758

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: brown trout, sea trout, description, variation.

 

Identificación

De aspecto fusiforme, muy ligeramente comprimido lateralmente y dotado de un pedúnculo caudal ancho y fuerte. Un carácter común a toda la familia Salmonidae es la presencia de una aleta adiposa situada entre la dorsal y la caudal, y más próxima a esta última. El género Salmo se distingue de otros géneros de su familia por las escamas de la línea lateral más circulares que en Salvelinus y Hucho, mayores que las de líneas adyacentes y solapadas con las anteriores y posteriores, la ausencia de manchas en la aleta caudal y una aleta anal dotada de entre 6 y 9 radios ramificados. La dorsal y anal son más cortas que en el género Oncorhynchus. Se distingue de otras especies del género Salmo por la caudal con márgenes coloreados en individuos menores de 200 mm, 13 a 16 escamas entre la base de la adiposa y la línea lateral, la maxila llega o sobrepasa al margen posterior del ojo, aleta adiposa de color rojo o anaranjado en juveniles y adultos sedentarios, y dientes vomerinos. A menudo con manchas negras y rojas, generalmente rodeadas de un ocelo blanco que se extienden incluyendo el opérculo. Muchas poblaciones de la vertiente mediterránea y alguna de la vertiente cantábrica de la península ibérica mantienen las marcas de alevín hasta la edad adulta (Kottelat y Freyhof, 2007).

 

Sistemática

La proliferación de descripciones de especies en la segunda mitad del siglo XIX hizo que la trucha común, una especie de extensa distribución geográfica, sometida a aislamiento de poblaciones locales, adaptada a un rango amplio de condiciones ambientales y con una gran diversidad de ecotipos y estrategias de vida, se describieran hasta 50 especies a partir de variedades de trucha común (Behnke, 1986), algunas de las cuales reflejaban únicamente estadios de desarrollo (Watson, 1999). A lo largo del siglo XX se estableció una clasificación basada en diferencias de estrategia de vida materializándose en la irregularidad taxonómica de introducir el término forma para designar ecotipos en la nomenclatura científica, siendo frecuente ver clasificaciones de la especie que hacen referencia a las tres estrategias de vida más definidas: S. t. forma trutta a la trucha anádroma (reo); S. t. forma lacustris a la trucha residente en lagos y S. t. forma fario a la trucha sedentaria, presente en ríos y arroyos. A finales del siglo XX la situación entre los taxónomos era de acuerdo general en que se trataba de una única especie politípica (Elliott, 1994) con un continuo de estrategias de vida (Milner, 2003; Cucherousset, 2005).

La revisión más crítica de esta clasificación la proponen Kottelat y Freyhof (2007), asignando el nombre de Salmo trutta a las poblaciones anádromas de truchas atlánticas (hasta la cuenca del Duero, incluida, como límite meridional) y las poblaciones sedentarias y lacustres que derivan de ellas, con la excepción de algunas poblaciones de cuencas atlánticas de los Pirineos que mantienen las marcas de alevín en estado adulto (por lo menos hasta 220 mm de talla furcal). Estas últimas y las poblaciones originarias de la vertiente mediterránea de la Península Ibérica Kottelat y Freyhof (2007) las incluyen en la especie Salmo cetti, que ocuparía también Córcega, Cerdeña, Sicilia y la cuenca italiana del Tirreno.

En la Península Ibérica hay poblaciones sedentarias y hay poblaciones migradoras, no encontrándose la forma lacustre, presente en Europa central. Las poblaciones anádromas son los denominados reos, que emigran al mar donde permanecen desde varios meses a varios años antes de volver a los ríos para reproducirse. En la Península Ibérica solamente hay poblaciones de reos en los ríos de Galicia, norte de Portugal y el Cantábrico. Aunque truchas sedentarias y reos presentan muchas diferencias morfológicas, ecológicas y demográficas, pueden encontrarse en simpatría y pueden reproducirse entre sí (Caballero et al., 2006).

 

Descripción

Es un pez esbelto, con unas proporciones corporales en las que la longitud total es aproximadamente 4 ó 5 veces la longitud de la cabeza. La relación longitud-peso puede expresarse según la fórmula P[g] = a·LT[cm]b, donde a = 0,0097 y b = 3,08 (varias referencias, en www.fishbase.org), y P es el peso en vivo y LT es la longitud total.

La dorsal es corta, con un número de radios ramificados que oscila entre 8 y 11, presenta el borde anterior convexo y unas tres veces más largo que el posterior y nace ligeramente más cerca de la cabeza que del origen de la caudal. La aleta adiposa es pequeña y nace más cerca del origen de la caudal que del borde posterior de la dorsal. La aleta anal es como la dorsal en forma pero menor, con 6 a 9 radios. Cuando se encuentra plegada los radios anteriores recubren a los últimos. La aleta caudal aparece escotada en juveniles y esta escotadura se va haciendo menos conspicua con la edad hasta que en ejemplares viejos llega a ser recta o, incluso, convexa. Las aletas pectorales son algo más largas que las pelvianas. La inserción de estas últimas se encuentra debajo de la parte posterior de la base de la dorsal.

Las escamas son redondeadas y pequeñas disponiéndose en número que varía entre 110 y 115 en la línea lateral (Lozano Rey, 1935). Son tetraploides con un número de cromosomas 2n= 80 (Doadrio, 2002).

La morfología varía mucho según el hábitat (Pakkasmaa y Piironen, 2001) y una mayor longitud de la región caudal parece dotar a los individuos de una mayor capacidad para mantener la natación contra corriente (Ojanguren y Braña, 2003). El color es muy variable entre y dentro de poblaciones; generalmente tienen dorso pardo u oliváceo, flancos verdosos, ocres o amarillentos y vientre amarillento más claro o blanquecino, pudiendo cambiar de tonalidad según la claridad u oscuridad del hábitat que ocupan. Algunos ejemplares son blanquecinos con la misma coloración en tonos más pálidos, y otros son casi negros con el vientre grisáceo y oscuro. Las manchas rojas y negras oceladas, distribuidas por la región dorsal y parte superior de los flancos donde frecuentemente aparecen por debajo de la línea lateral; no llegan al vientre ni a la caudal. La aleta adiposa no tiene manchas negras, y en juveniles y adultos residentes aparece coloreada de naranja o rojo. Con frecuencia presenta manchas negras más grandes en el opérculo. Los alevines de hasta 100 mm muestran una serie de grandes manchas grisáceas y oscuras ovaladas, con el eje mayor vertical que se prolongan en la región dorsal. Estas manchas desaparecen con la edad, aunque en muchas poblaciones ibéricas permanecen en edad adulta (Figuras 1 y 2).

 

Figura 1. Coloración de trucha común de la clase de edad 2+ de diferentes cuencas; de arriba abajo: río Narla. (C) D. García de Jalón; río Tormes. (C) C. Alonso; río Alberche. (C) C. Alonso; río Castril. (C) J. Gortázar; río Cabriel. (C) J. Gortázar.

 

 

Figura 2. Coloración de trucha común de distintas procedencias según clases de edad; de arriba abajo: 1+ (río Cabriel) (C) J. Gortázar; 2+ (río Alberche) (C) C. Alonso; 3+ (río Alberche) (C) C. Alonso; 4+ (río Pelayo, Tiétar) (C) P. Vizcaíno; 5+ (río Castril) (C) J. Gortázar.

 

En el proceso de “esguinado”, como se conoce los cambios fisiológicos que sufren las truchas anádromas, y al liberarse guanina en la epidermis, las escamas de los alevines van perdiendo el aspecto pardo para adquirir una librea plateada que los hace más aptos para su vida en el mar. En este estado mantienen las manchas negras pero muy atenuadas. Al retornar los reos, y cuando llevan 4 a 6 semanas en agua dulce, van perdiendo el color plateado para recuperar los tonos pardos, diferenciándose de las truchas residentes por la falta de colores definidos y una librea broncínea con tenues halos en lugar de ocelos rodeando las manchas. Al mismo tiempo en los machos se desarrolla la mandíbula inferior llegándose a curvar hacia arriba y hacia atrás con más intensidad en los individuos más viejos, aunque nunca de forma tan llamativa como en los machos de salmón atlántico (Ade, 1989).

Se ha detectado una tasa media de hibridación natural con salmón en ríos cantábricos del 2-3% (García de Leaniz y Verspoor, 1989). En todos los casos de hibridación analizados en España, los híbridos eran crías de hembras colonizadoras y machos residentes (Horrero et al., 2011) 1.

 

Tamaño y masa corporal

En la Península Ibérica las truchas sedentarias raramente los 60 cm y 10 kg de masa corporal (Doadrio et al., 2011)2, aunque en otros puntos de su distribución actual puede llegar a alcanzar 90 cm de longitud y 18 kg. Los reos tienen una forma similar a la de las sedentarias, si bien el mayor crecimiento que experimentan en el mar (Berg y Jonsson, 1990) hace que un reo sea significativamente mayor que las truchas sedentarias de su misma cohorte.

En una muestra de los ríos Ucero y Avión-Milanos (cuenca del Duero, Soria) (n= 450), la talla máxima alcanzada es 40 cm y la masa corporal 950 g (Lobón-Cerviá et al., 1986). En una muestra del río Porma (León), la longitud total media fue de 298 mm (rango= 203-689 mm; n= 670) (García-Vega et al., 20172). 

 

Variación geográfica

Hay gran variación de coloración entre las poblaciones ibéricas. Generalmente las poblaciones cantábricas son más oscuras. La talla difiere entre poblaciones de ríos de las cuencas del Tajo y Duero (Nicola y Almodóvar, 2002).

Hay cinco linajes mitocondriales cuyo origen tuvo lugar durante las glaciaciones del Pleistoceno. Uno de ellos se ha denominado Atlántico, que engloba todas las poblaciones de esta cuenca incluyendo además las poblaciones del Atlas (Marruecos). Otro se denomina Danubio, que incluye las poblaciones de las cuencas de los mares Negro, Caspio, Aral y golfo Pérsico. En la cuenca del Mediterráneo hay tres linajes, uno asociado con la cuenca del Adriático, que se denomina marmoratus; otro, denominado Mediterráneo, asociado predominantemente con poblaciones de ríos que vierten en las regiones occidentales de la cuenca. Un tercero, denominado Adriático, asociado sobre todo con poblaciones orientales de la cuenca del Mediterráneo (Bernatchez, 2001).

Las truchas de las cuencas del Tajo, Duero y cuencas cantábricas comparten un haplotipo, indicando una relación histórica entre las cuencas atlánticas. Las poblaciones mediterráneas comparten un haplotipo excepto la cuenca del Segura, que comparte un haplotipo mediterráneo y otro meridional, este último presente en el sur peninsular (Machordon et al., 2000).

En el noroeste ibérico se ha observado estructuración de poblaciones, definiéndose varios grupos geográficos: río Duero, río Tajo, río Sil y ríos cantábricos incluyendo las poblaciones anádromas (Sanz et al., 2000). Hay variación genética significativa entre poblaciones de varios ríos cantábricos (Ulla, Tambre, Mandeo, Eume, Landro, Masma) y aislamiento por distancia, con flujo genético restringido entre ríos vecinos (Campos et al., 2007).

El haplotipo del Duero se encuentra en las partes superiores del río Duero y del Miño. En las partes inferiores del río Duero y del Miño se encuentran haplotipos atlánticos de distribución más amplia (Martínez et al., 2007; Bouza et al., 2008). Ambos linajes entran en contacto en el curso medio del Duero (Martínez et al., 2007) y del Miño (Vilas et al., 2010). En el río Duero hay poblaciones intermedias en los ríos Caracena, Cega, Riaza, Tormes, Esla,  Orbigo y Negro. Hay haplotipo del Duero en el Pisuerga y atlántico en el Agueda. Las truchas del curso inferior tienen la cabeza y la mandíbula más largas y la cabeza más alta y son más robustas (Hermida et al., 2009).

Se ha estimado que la divergencia entre las poblaciones del linaje Duero de este río y las del Galicia del mismo linaje habría tenido lugar hace más de 100.000 años (Vera et al., 2015)2.

 

Referencias

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Carlos Alonso González1, Javier Gortázar Rubial2, Diego García de Jalón1
1
Laboratorio de Zoología, ETS Ingenieros de Montes, Universidad Politécnica de Madrid
Avda. Ramiro de Maeztu, SN. 28040 Madrid
2Ecohidráulica, SL. Rodríguez San Pedro, 13. 28015 Madrid

Fecha de publicación: 3-11-2010

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador.  4-04-2012; 2. Alfredo Salvador. 16-10-2017

Alonso, C., Gortázar, J., García de Jalón, D. (2017). Trucha Común – Salmo trutta. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Sanz, J. J., Elvira, B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/