Topo europeo - Talpa europaea Linnaeus, 1758

Para más información sobre cada apartado hacer click en:

 

Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: European Mole, diet.

 

Ecología trófica

Dieta compuesta sobre todo de lombrices, larvas de insectos, imagos de insectos y otros artrópodos (Skoczeń, 1966b; Funmilayo, 1979; Niethammer, 1990). Se han encontrado crías de micromamíferos (Microtus arvalis) en la dieta (Skoczeń, 1966b).

Un estudio realizado en Huesca, en el que se examinaron 75 ejemplares, mostró un predominio en la dieta de las lombrices. En menor proporción se encontraron miriápodos, coleópteros, larvas de coleópteros (Vericad-Corominas, 1970).

La dieta se compone en Navarra, según análisis de 71 ejemplares y un total de 620 presas, en primer lugar de oligoquetos (27,7%), sobre todo lombrices de los géneros Allolobophora y Lumbricus, y también Dendrobaena y en escasa medida Octolesium. A continuación destacan las largas de coleópteros (27,6%) y las larvas de dípteros (21,6%). También consumen miriápodos quilópodos (9%), himenópteros (5,8%), coleópteros adultos (2,6%), huevos de gasterópodos (2,4%), gasterópodos (1,1%), miriápodos diplópodos (0,6%), hirudínidos (0,5%), arañas (0,3%), dermápteros (0,3%) y afanípteros (0,2%) (Castién y Gosálbez, 1995).

La dieta varió estacionalmente. En invierno consumió sobre todo larvas de coleópteros (32,8%), oligoquetos (22,4%), himenópteros (19,2%) y larvas de dípteros (16%). En primavera consumió larvas de dípteros (24,9%), coleópteros (40,2%) y oligoquetos (21%). En verano consumió larvas de dípteros (42,5%), larvas de coleópteros (14,2%) y oligoquetos (22,8%). En otoño consumió lombrices (48,2%), larvas de coleópteros (14,9%), himenópteros (6,4%) y larvas de dípteros (2,1%). Los quilópodos mantuvieron proporciones similares a lo largo del año (Castién y Gosálbez, 1995).

El tamaño medio de presa observado en Navarra fue 39 mm (n= 100) (Castién y Gosálbez, 1999).

Como otros insectívoros, los topos tienen una tasa metabólica muy alta. El consumo diario de lombrices en cautividad representa el 73,5-88,6% de la masa corporal del topo (Funmilayo, 1977a).

Para detectar sus presas, los topos emplean el sentido del olfato y del tacto; este último está especialmente desarrollado en el hocico, y gracias a él son capaces de percibir las vibraciones que producen las presas al moverse (Quilliam, 1966b; Mason y Narins, 2001; Bartkowska et al., 2010).  

Suelen almacenar alimentos durante todo el año, pero sobre todo en otoño y en invierno. Estos almacenes se localizan en algunos puntos del sistema de galerías y suelen estar formados por lombrices a las que el topo inmoviliza amputándoles los segmentos anteriores del cuerpo (Skoczeń, 1961). Se ha observado una tendencia al almacenamiento de las especies de lombriz de tierra de mayor tamaño (Funmilayo, 1979). Se han registrado depósitos de 42-790 lombrices con un peso de 37-1.551 g (Skoczeń, 1961).

Se ha sugerido que la saliva de los topos podría tener ciertas toxinas que paralizan a las presas. Estas sospechas se basan en que los topos almacenan lombrices en un estado de parálisis y, además, presentan unas glándulas submaxilares de gran tamaño (Dufton, 1992). Sin embargo, esta hipótesis no ha sido demostrada aún (Ligabue-Braun, et al., 2012).

 

Referencias

Bartkowska, K., Turlejski, K., Grabiec, M., Ghazaryan, A., Yavruoyan, E., Djavadian, R. L. (2010). Adult neurogenesis in the hedgehog (Erinaceus concolor) and mole (Talpa europaea). Brain, behavior and evolution, 76 (2): 128-143.

Castién, E., Gosálbez, J. (1995). Caracterisation de la niche trophique de Talpa europaea Linnaeus, 1758 dans les Pyrenees occidentales (nord de la Peninsule Iberique). Mammalia, 59 (1): 43-50.

Dufton, M. J. (1992). Venomous mammals. Pharmacology therapeutics, 53 (2): 199-215.

Funmilayo, O. (1977a). Daily food-consumption of captive moles. Acta Theriologica, 22 (29): 389-392.

Funmilayo, O. (1979). Food consumption, preferences and storage in the mole. Acta theriologica, 24 (27): 379-389.

Quilliam, T. A. (1966b). The mole’s sensory apparatus. Journal of  Zoology, 149: 76–88.

Ligabue-Braun, R., Verli, H., Carlini, C. R. (2012). Venomous mammals: a review. Toxicon, 59 (7): 680-695.

Mason, M. J., Narins, P. M. (2001). Seismic signal use by fossorial mammals. American Zoologist, 41 (5): 1171-1184.

Niethammer, J. (1990). Talpa europaea Linnaeus, 1758 – Maulwurf. Pp. 99-133. En: Niethammer, J., Krapp, F. (Eds.). Handbuch der Säugetiere Europas. Band 3/1. Insektenfresser – Insectivora. Herrentiere – Primates. Aula-Verlag, Wiesbaden. 532 pp.

Skoczeń, S. (1961). On food storage of the mole, Talpa europaea Linnaeus 1758. Acta Theriologica, 5. 23-43.

Skoczeń, S. (1966b). Stomach contents of the mole, Talpa europaea Linnaeus, 1758 from southern Poland. Acta theriologica, 11 (28): 551-575.

Vericad-Corominas, J. R. (1970). Estudio faunístico y biológico de los mamíferos del Pirineo. Publicaciones del Centro Pirenaico de Biología Experimental, 4: 7-229. 

 

Mª Carmen Hernández González
Unidad de Zoología, Departamento de Biología, Universidad Autónoma de Madrid
28049 Madrid

Fecha de publicación: 20-10-2016

Hernández, M. C. (2016). Topo europeo – Talpa europaea. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

 

 

.