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(C) J. Ara
Identificación Bóvido de pequeño tamaño, menor y más esbelto que la cabra montés. Ambos sexos poseen cuernos en forma de gancho, siendo los de los machos más gruesos y con el gancho apical más cerrado. Cabeza y garganta claras, con una mancha oscura que cubre el ojo a modo de antifaz. Color del cuerpo marrón oscuro en el dorso, pecho, patas y flancos, más claro en los cuartos traseros y hombros. Pelaje más contrastado en invierno. Masa corporal media, 30 kg en machos y 24 kg en hembras.
Estatus de conservación Categoría global IUCN (2008): Preocupación Menor LC. Categoría España IUCN (2006): Preocupación Menor LC.
Distribución En la Península Ibérica hay dos grupos de poblaciones aisladas, por un lado en la Cordillera Cantábrica se extiende desde los collados del Asón, al oeste de Cantabria, hasta la sierra de Os Ancares en Lugo, Galicia. En los Pirineos, se extiende desde la Garrotxa, en Cataluña, al valle del Roncal, en Navarra. Ambas poblaciones han registrado mínimos poblacionales históricos entre mediados del siglo XIX y mediados del XX, incrementando sus efectivos desde entonces aunque sufriendo reducciones locales debido a episodios de sarna sarcóptica. Entre hace 5.000 y 9.000 años su distribución se extendía hasta la Sierra de Segura (Jaén). Se ha calculado que la población cantábrica rondaba los 17.000 ejemplares en 2008, mientras que la pirenaica alcanzaría unos 53.000 individuos en 2000. El rebeco cantábrico desapareció de algunas sierras del norte de la península donde existían referencias escritas en épocas pasadas. A partir de 1970 se pusieron en marcha intentos de su recuperación en algunas de esas zonas mediante el traslado de ejemplares procedentes de otras áreas cercanas.
Hábitat El rebeco es un animal típico del piso subalpino. Es una especie ecotonal, moviéndose entre el límite superior del bosque y los pastos supraforestales. En primavera, a medida que funde la nieve, los grupos de sarrios se desplazan progresivamente en altitud aprovechando la hierba tierna que brota entre las manchas de nieve. En verano suele ocupar las máximas altitudes, generalmente por encima de la ubicación de los rebaños de ganado. En invierno prefiere ocupar las laderas menos expuestas al viento. En áreas sometidas a la actividad cinegética evita las zonas ocupadas por humanos, aunque en los parques nacionales y otras áreas protegidas se hace tolerante a la actividad humana. Le gusta la proximidad de zonas de escape, preferentemente peñas y el ecotono forestal.
Ecología trófica Tanto rebecos como sarrios prefieren el consumo de gramíneas frente a especies leñosas, incluso cuando ocupan medios forestales. El consumo de especies leñosas (preferentemente brezos, coníferas y arbustos) se incrementa durante el invierno cuando la nieve cubre los pastos.
Biología de la reproducción Partos de una sola cría, escasa o nula constatación fidedigna de partos de dos crías. Tasa de fertilidad relativamente elevada (en torno al 70-80%) con grandes fluctuaciones interanuales y espaciales, que parecen no depender de la densidad. Alta mortalidad de los cabritos durante su primer año de vida (entre un 40-50%), lo cual hace que el crecimiento poblacional sea muy bajo, en torno al 10% anual (oscilando entre el 2 y el 20%). Sex-ratio en adultos desviada a favor de las hembras, oscilando entre 1 y 2 hembras por macho, dependiendo de las poblaciones. Alta longevidad (pueden superar los 20 años de edad), los adultos poseen elevadas tasas de supervivencia (0,90) y no entran en la senescencia hasta los 11-13 años de edad. Mortalidad de los animales de 1-2 años entre 10-40%. En poblaciones en crecimiento una buena proporción de las hembras de 2 años de edad pueden reproducirse. En las poblaciones estabilizadas no lo hacen hasta los 3-4 años de edad.
Interacciones entre especies Aunque el rebeco compite por el pasto con otras especies de ungulados salvajes (ciervo, corzo) y domésticos (cabras, ovejas, vacas y caballos), no forma grupos mixtos con ninguna de las especies citadas. La única especie ibérica que depreda rebecos adultos es el lobo, aunque los cabritos también son atacados por el águila real, el zorro y el oso. La enfermedad de la sarna, causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, provoca lesiones en la piel que pueden llegar a ocasionar la muerte del animal. El brote de sarna sarcóptica, que aún en la actualidad afecta al rebeco cantábrico, fue detectado por primera vez en mayo de 1993 en las proximidades del Pico Torres (Concejo de Aller). Desde entonces el área afectada por la enfermedad se fue extendiendo de forma continua. Entre 1993 y 2008 el brote de sarna avanzó unos 40 kilómetros dirección este, a una media de 2,6 km/año, afectando al 56% de la población y al 60% de su área de distribución. En 2010 su avance continuaba quedando libres de la enfermedad las poblaciones situadas más al oeste del foco de inicio del brote epidémico. La queratoconjuntivitis ha sido una epizootia importante que en los últimos 40 años ha tenido una incidencia notable en los efectivos del rebeco pirenaico.
Patrón social y comportamiento Es un animal gregario. El tamaño de los grupos varía ampliamente dependiendo de la composición social y estación del año. La única agrupación estable es la de madre-hijo, la cual puede prolongarse hasta el segundo año de vida.
Francisco Javier Pérez-Barbería Ricardo García-González Borja Palacios Alberti Fecha de publicación: 16-06-2004 Revisiones: 28-09-2004; 24-07-2008; 28-10-2010 Versión 10-08-2017 Pérez-Barbería, F. J., García-González, R., Palacios, B. (2017). Rebeco – Rupicapra pyrenaica. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
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