Visón americano - Neovison vison (Schreber, 1777)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: American Mink, distribution, Iberian Peninsula.

 

Biología de la reproducción

El visón americano presenta un comportamiento territorial a lo largo del año, exceptuando a los machos en la época de apareamiento cuando abandonan sus territorios en busca de hembras. Como la mayoría de los mustélidos, los machos de visón americano son polígamos. Se han observado cópulas de una hembra con dos machos en agosto, durante un segundo periodo reproductivo en el mismo año, en el río Tormes (Salamanca) (García, 2010).

La época de apareamiento es variable en función de la latitud y el fotoperiodo (Sundqvist et al., 1989), siendo mas tardía a medida que nos acercamos al ecuador. En España (latitud 39,5-43,5 grados) la actividad sexual (celo) se centra entre los meses de febrero y abril tanto en los machos como en las hembras, que ovulan inducidas por la copulación (Enders, 1952). No obstante pueden tener un segundo celo si la fecundación no se ha producido en la primavera. En el sur de Gran Bretaña, las cópulas ocurren de mediados de febrero a principios de marzo, con los partos a finales de abril y principios de mayo (Dunstone, 1993), aunque el celo se puede extender hasta finales de abril (Chanin, 1983). En Irlanda (Smal, 1991), Suecia (Gerell, 1970) y sur de Escocia (Dunstone y Ireland, 1996) el celo ocurre en marzo y todos los partos se producen antes del final de mayo.

En el centro peninsular, según observaciones recogidas entre 2006 y 2010, el emparejamiento tiene lugar entre febrero y marzo (García-Díaz y Lizana, 2013b)1.

Las hembras de visón americano presentan una gestación con implantación diferida del óvulo, lo que significa que el período de gestación es variable. La implantación diferida permite dividir el periodo de gestación en dos etapas. La primera oscila entre 13-15 días y la segunda, el desarrollo embrionario, entre 28-33. En total la gestación puede durar entre  39 y 76 días (media de 51 días) (Enders, 1952). Esta estrategia evolutiva permite adaptar el ciclo reproductivo de las poblaciones a un periodo de máxima disponibilidad de presas.

Se pueden llegar a implantar hasta 12 embriones, aunque lo más habitual son 6-7 (Chanin, 1983; Skirnisson, 1989). Los partos se producen entre abril-mayo y nacen una media de 4 a 6 crías por camada. El nombre de pezones activos indica el número de crías que son alimentadas. Son destetados a las 4 semanas y abren los ojos a los 30 días (Dunstone, 1993). En el material post-mortem, el número de cicatrices uterinas indican el número de embriones presentes en el útero (Dunstone, 1993). Hudson y Cox (1989) examinaron 51 hembras en estado reproductor y contabilizaron una media de 3,4 cicatrices placentarias y 1,7 pezones activos. Amstislavsky y Ternovskaya (1994) examinaron 38 camadas (X = 5,4 ± 0,35) en Rusia. Sidorovich (1997) en Bielorusia examina 29 camadas recién nacidas (X = 7,0), 8 camadas de 2 semanas (X = 7,1) y 29 camadas de 1 mes (X = 5,8).

En el centro peninsular, según observaciones recogidas entre 2006 y 2010, los partos tienen lugar entre abril y julio, con máximos en mayo (40,3%). El tamaño medio de camada fue de 3,43 + 1,01 SD (n= 30). Las diferencias entre dos sitios de estudio en el tamaño de camada se relacionaron con la disponibilidad de presas. Hasta el 75% de las hembras se reprodujeron cada año en los dos sitios. La implantación retardada tuvo lugar antes de un mes o no hubo (García-Díaz y Lizana, 2013b)1.

La mortalidad post-natal es muy elevada y sólo 4 ó 5 crías abandonan la madriguera a las cuatro semanas, una vez destetadas (Eagle and Whitman, 1987; Clode, 1993), con un sex ratio por lo general de 1:1. Observaciones de Clark (1970) y Chanin (1983) indican camadas de cinco y hasta siete crías. Este primer autor estimó fecundidades (hembras) entre 5,6 y 5,8 crías en Devon. Gerell (1971) estimó tamaños de camada de 3,6 y 3,8 crías a partir de observaciones directas. Dunstone e Ireland (1996) calcularon tamaños medios de camadas de 2,0 crías por año en un hábitat costero en el sur de Escocia.  No hay estimaciones concretas para España.

Entre julio y agosto se independizan de la madre e inician la dispersión para encontrar nuevos territorios y refugios para el invierno (Dunstone y Ireland, 1996).

El crecimiento en el visón americano es un proceso generalmente rápido. Las hembras alcanzan el peso máximo en el primer otoño, mientras que algunos machos continúan incrementando el peso durante el segundo año (Eagle y Whitman, 1987). Existe una buena correlación entre el peso de los adultos y la longitud de estos (Eagle y Whitman, 1987) y otras características biométricas. Llegan a la maduración sexual a los 10 meses (Eagle y Whitman, 1987; Dunstone, 1993).

 

Estructura y dinámica de poblaciones

Pueden vivir hasta diez años en cautividad (Bravo, 1997), aunque en la naturaleza no suelen pasar de los seis años (Bonesi et al., 2006). La esperanza de vida es de 3-4 años en estado salvaje (Dunstone y Ireland, 1996), aunque se han dado casos de hasta 8 años (Clode, 1993). El 50 % de los jóvenes mueren durante el primer año de vida (Dunstone y Ireland, 1996). La inexperiencia, la búsqueda de nuevos territorios para el primer invierno y la limitación de recursos son los más importantes factores de mortalidad.

La corta vida reproductiva, el gran número de crías y la alta mortalidad infantil sugieren una elevada renovación de la población. En tres años se puede reemplazar toda una población (Dunstone y Ireland, 1996).

En España, así como en los demás países donde la especie ha sido introducida, las poblaciones no se encuentran en equilibrio ni presentan una estructura de edad estable, aunque se sigue cumpliendo el sex ratio de 1:1.

En una muestra (n= 1306) de visones americanos capturados entre 1998 y 2011 en Cataluña, Álava y Burgos, la edad máxima alcanzada fue siete años en Burgos, cinco años en Cataluña y cuatro años en Álava. La tasa de mortalidad de la le edad 0+ varió entre poblaciones entre 0.40 y 0.58. La edad media fue de 450 d en Álava (rango= 70-1.770 d), 603 d en Burgos (rango= 90-2.808 d) y 504 d en Cataluña (rango= 55-2.165 d). No se observaron cambios en la estructura de edades en las tres poblaciones a lo largo del periodo de estudio a pesar de los esfuerzos de captura (Mañas et al., 2016a)1

En una muestra (n= 1644) del norte de España recogida entre 1998 y 2012 se detectó una mayor proporción de machos, tanto antes como después de la reproducción. La proporción de subadultos durante el periodo pre-reproductivo fue de 0,63 y de 2,31 durante el periodo post-reproductivo. Se observó una mayor proporción de machos en la clase de edad 0+ y de hembras en la clase > 3+. La edad media fue de 327 d y la edad máxima alcanzada 7+ (Mañas et al., 2016b)1.

 

Referencias

Amstislavsky, S., Ternovskaya, Y. (2004). Reproduction in mustelids. Animal Reproduction Science, 60: 571-581.

Bonesi, L., Harrington, L. A., Maran, T., Sidorovich, V. E., Macdonald, D. W. (2006). Demography of three populations of American mink Mustela vison in Europe. Mammal Review, 36(1): 98-106.

Bravo, C. (2007). Neovison vison Schreber 1977. Pp. 299-301. En: Palomo, L. J., Gisbert, J., Blanco, J. C. (Eds). Atlas y libro rojo de los mamíferos terrestres de España. Dirección General para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU, Madrid.

Clark, S. P. (1970). Field experience of feral mink. Yorkshire and Lancashire Mammal Review, 1: 41-47.

Clode, D. (1993). New colonists and old colonials: mink predation of arctic and common terns. Tesis doctoral. University of Oxford.

Chanin, P. (1983). Observations on two populations of feral mink in Devon, UK. Mammalia, 47: 463-476.

Dunstone, N. (1993). The Mink. T. y A.D. Poyser Ltd., London.

Dunstone, N., Ireland, M. (1996). The mink menace? A reappraisal. En: Putman, R. J.  (Ed.). Mammals as Pests. Chapman and Hall, London.

Eagle, T. C., Whitman, J. S. (1987). Mink. En: Novak, M., Baker, J. A., Obbard, M. E., Malloch, B. (Eds.). Wild Furbearer management and Conservation in North America. Ministry of Natural Resources, Ontario.

Enders, R. K. (1952). Reproduction in the mink Mustela vison. Proceedings of the American Philosophical Society, 96: 691-755.

García, P. (2010). Female multiple copulation in the invasive American Mink (Neovison vison). North-Western Journal of Zoology, 6 (1): 138-139.   

García-Díaz, P., Lizana, M. (2013b). Reproductive aspects of American minks (Neovison vison) in central Spain: Testing the effects of prey availability. Mammalian Biology, 78 (2): 111-117.

Gerell, R. (1970). Home ranges and movements of mink Mustela vison in Sweden. Oikos, 21: 160-173.

Hudson, P. J., Cox, R. (1989). Mink problems in the Outer Hebrides: A Pilot Study. Pp 133-135. En: Game Conservancy Annual Review for 1988.

Mañas, S., Gómez, A., Asensio, V., Palazón, S., Podra, M., Casal, J., Ruiz-Olmo, J. (2016b). Demographic structure of three riparian mustelid species in Spain. European Journal of Wildlife Research, 62 (1): 119-129.

Mañas, S., Gómez, A., Palazón, S., Podra, M., Minobis, B., Alarcia, O. E., Casal, J., Ruiz-Olmo, J. (2016a). Are we able to affect the population structure of an invasive species through culling? A case study of the attempts to control the American mink population in the Northern Iberian Peninsula. Mammal Research, 61 (4): 309-317.

Sidorovich, V. E. (1997). Mustelids in Belarus. Zolotoy uley, Minsk, Belarus.

Skirnisson, K. (1989). The reproduction of feral mink in Iceland. XIX Int. Congress of Gambrologists. Trandherm, Norway.

Smal, C. M. (1991). Population studies on feral mink Mustela vison in Ireland. Journal of Zoology London, 224: 233-249.

Sundqvist, C., Ellis, Le G. C., Bartke, A.. (1989). Reproductive endocrinology of the mink Mustela vison. Endocrine Reviews, 9: 247-266.

 

 

Yolanda Melero1 y Santiago Palazón1, 2
1
Departamento de Biología Animal, Universidad de Barcelona
2Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, Generalitat de Cataluña

Fecha de publicación: 5-10-2011

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 31-05-2017

Melero, Y., Palazón, S. (2017). Visón americano – Neovison vison. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/