Oso pardo - Ursus arctos Linnaeus, 1758

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: brown bear, interactions, predators, parasites.

 

Interacciones entre especies

En el acceso a las carroñas, el oso pardo es dominante sobre los demás carnívoros. Solo en las inmediaciones de un cubil con lobeznos, el oso es alejado agresivamente por el lobo (Ballard, 1982).

Está muy estudiada la relación alimentaria del oso grizzly con la migración de freza de los salmones, agrupándose estacionalmente muchos plantígrados, caso de las cascadas del río Mac Neil, en las zonas donde su captura es más sencilla Nada menos que cinco especies de salmones remontan ríos boreales, entre mayo y noviembre, constituyendo una plétora alimenticia para los osos. Hay frecuentes interacciones agresivas por hacerse con los mejores puestos de pesca y acciones defensivas de las osas a favor de sus crías.

El problema de manejar al oso grizzly y a los turistas en América del Norte es complejo, al haberse dado varios encuentros mortales (Cole, 1972; Cowan, 1972; Herrero, 1972, Martinka, 1976).

La mayoría de los ataques se agrupan en dos categorías: una, la de ejemplares, bien hembras con crías u osos que defienden recursos alimenticios, que lo hacen si la persona se aproxima demasiado; y otra, la de animales adaptados a la gente, habitualmente en zonas de acampada y parques nacionales. La solución en el primer caso consiste en incrementar la educación pública hacia la conducta del grizzly y en evitar el acceso a las áreas y sendas de potencial conflicto. De lejos, el mayor riesgo deriva de los osos acostumbrados a la gente, que acuden a alimentarse en campings y bordes de carreteras, y que actúan agresivamente contra los humanos, como si fuesen plantígrados subordinados. Con frecuencia, en poblaciones densas, los osos conflictivos son eliminados por la guardería. La estadística norteamericana habla de un ataque por parte del oso por cada 60.000 paseantes, en la mayor parte de los casos naturalistas imprudentes o campistas que dejan las vituallas en su tienda de campaña.

En la Cordillera Cantábrica se conocen dos casos de ataques, saldados con heridas leves de los afectados, ambos en la Montaña de Palencia: el de un setero en busca primaveral de setas de San Jorge, que se tropezó a dos metros con un oso encamado en un piornal; y el de un naturalista, que siguió un rastro en nieve hasta un encame en roca del que surgió el oso en fuga que lo atropelló. En los Pirineos, en otoño de 2008, un cazador de jabalíes del valle de Arán, recibió un zarpazo en la pantorrilla por parte de la osa Hvala, al huir de los monteros.

Se ha observado la muerte de un jabalí por una osa con crías tras un encuentro repentino (Blanco et al., 2011)1.

Se ha estimado en Pirineos que el oso pardo dispersa semillas de Vaccinium myrtillus, V. uliginosum, Rubus idaeus, Malus sylvestris, Sorbus sp., Thymus sp., Betula pendula y B. alba a distancias de 0,85 a 1,34 km en un periodo de seis horas (Lalleroni et al., 2017)2.

 

Depredadores

Aparte del hombre, apenas se han descrito episodios en los que un oso pardo sea depredado por otra especie, pero sí casos de canibalismo en los que los oseznos fueron matados y devorados por machos dominantes agresivos (Craighead y Mitchell, 1987). Camarra (1989) señala al lobo, al tigre y al puma como predadores potenciales de oseznos solitarios.

 

Parásitos y patógenos

Cordero del Campillo (1977) cita el nematodo Trichinella spiralis y Cordero del Campillo et al. (1994) citan pulgas (Pulex irritans) en osos pardos ibéricos. Martín et al. (2008), tras analizar 38 muestras de heces recogidas en Somiedo, Belmonte y Proaza, encuentran nematodos (ancilostomas y ascáridos), cestodos (Dipyillobothrium latum, Taenia spp.) y protozoos (Giardia spp. y diferentes coccidios).

Choquette et al. (1969) identifican diversos helmintos en el oso grizzly del norte de Canadá. Entre los cestodos reconocen a Diphyllobothrium ursi, elemento infestante que parasita a la especie tras comer peces que contienen los pleurocercoides. Este mismo género fue reconocido por Worley y otros (1976) en 16 ejemplares de una muestra de 66 osos grizzly, y todos los animales parasitados procedían del ecosistema de Yellowstone.

Choquette et al. (1969) también encuentran a Taenia krubbei, en 2 de los 21 osos procedentes del norte de Canadá, y Worley y otros (1976) detectan al género Taenia, sin describir la especie, en 14 de los 66 ejemplares procedentes de Montana. Otros nematodos parásitos descritos en Canadá y Montana son: Baylisascaris transfuga, Uncinaria yukonensis y la filaria Dirofilaria ursi, esta última también muy frecuente en los osos de Alaska.

La triquina (Trichinella spiralis) es muy común en el oso pardo de Norteamérica, como demuestra que se presenta en 10 de los 20 ejemplares analizados por Rausch y otros (1956), en 21 de 24 animales del norte de Canadá (Choquette et al., 1969), y en 103 de 141 osos de Montana (Worley y otros, 1976). Las larvas enquistadas en la carne del oso, si no son destruídas por el proceso de cocinado, pueden infectar al hombre. Se cree que la triquinosis se mantiene en las poblaciones oseras más como consecuencia del canibalismo y de la ingesta de carroñas de otros carnívoros que por comer en vertederos.

Hay pocos artrópodos parásitos del grizzly. Los principales son pulgas del género Chaeotpsylla: C. setosa en ejemplares de Columbia Británica (Holland, 1949) y C. tuberculaticeps ursi en osos de Alaska y del Canadá occidental (Worley at al., 1976).

La única garrapata encontrada en el grizzly es Dermacentor andersoni (Rogers y Rogers, 1976).

No está estudiado el papel que juegan los protozoos parásitos en las poblaciones del grizzly, y apenas se conocen enfermedades de tipo bacterial, fúngico o viral, más por falta de investigación que por pensar en una gran resistencia de la especie ante enfermedades. Coccidios como Eimeria ursi y Isospora fonsecai se han encontrado en osos pardos de Rusia, y oocistos de coccidios aparecen en los excrementos del grizzly (Worley et al., 1976).

Neiland (1975)  encuentra gran porcentaje de osos del Brooks Range (Alaska) con anticuerpos de Brucella suis tipo 4, el agente de la brucelosis en los caribúes. Esta exposición a la brucelosis por predación o contagio a partir del caribú puede ser importante en determinar la dinámica de población ursina.

Se ha observado infección mortal por Clostridium sordellii en un oso capturado en una trampa ilegal (Balseiro et al., 2013)1.

 

Referencias

Ballard, W. B. (1982). Grey wolf – brown bear.  Relationships in the Nelchina Basin of South Cenral Alaska . Pp. 71-80. En: Harrington, F. H., Paquet, P. C. (Eds). Wolves of the world.

Balseiro, A., Oleaga, A., Polledo, L., Aduriz, G., Atxaerandio, R., Kortabarria, N., García Marín, J. F. (2013). Clostridium sordellii in a Brown Bear (Ursus arctos) from Spain. Journal of Wildlife Diseases, 49 (4): 1047-1051.

Blanco, J. C., Ballesteros, F., García-Serrano, A., Herrero, J., Nores, C., Palomero, G. (2011). Behaviour of brown bears killing wild ungulates in the Cantabrian Mountains, Southwestern Europe. European Journal of Wildlife Research, 57 (3): 669-673.

Choquette, L. P. E., Gibson, G. G., Pearson, A.M. (1969). Helminths of the grizzly bear, Ursus arctos K., in northern Canada. Canad. J. Zoology, 47: 167-170.

Cole, F. G. (1972) Preservation and management of grizzly bears in Yellowstone National Park. Pp. 274-288. En: Herrero, S. (Ed.). Bears: their biology and management. IUCN New Ser. 23. Morgues.

Cordero del Campillo, M. (Ed.) (1977). Comisión para la compilación del índice-catálogo de zooparásitos ibéricos. III. Cestodos. IV. Nematodos. Anejos. Estación Agrícola Experimental de León, León. 207 pp.

Cordero del Campillo, M., Castañón Ordóñez, L., Reguera Feo, A. (1994). Índice catálogo de zooparásitos ibéricos. Segunda edición. Universidad de León, León. 650 pp.

Cowan. I. McT. (1972). The status and conservation of bears (Ursidae) of the world, 1970. Pp. 343-367. En: Herrero, S. (Ed.). Bears: their biology and management. IUCN New Ser. 23. Morgues.

Craighead, J. J., Mitchell, J. A. (1987). Grizzly Bear, Ursus arctos. Pp. 515-556. En: Chapman, J. A., Feldhamer, G. A. (Eds.). Wild Mammals of North America . Biology, Management, and Economics. The Johns Hopkins University Press, Baltimore.

Herrero, S. M. (1972). Aspects of evolution and adaptation in American black bears (Ursus americanus Pallas) and brown and grizzly bears (U. arctos Linné) of North America . Pp. 221-231. En: Herrero, S. (Ed.). Bears: their biology and management. IUCN New Ser. 23. Morgues.

Holland , G. P. (1949). The Siphonaptera of Canada. Can. Dept. Agric. Publ. 817, Tech. Bull. 70.

Lalleroni, A., Quenette, P. Y., Daufresne, T., Pellerin, M., Baltzinger, C. (2017). Exploring the potential of brown bear (Ursus arctos arctos) as a long-distance seed disperser: a pilot study in South-Western Europe. Mammalia, 81 (1): 1-9.

Martín, E., Muñiz, L. Pacheco, M. (2008). Estudio sobre parásitos gastrointestinales en el oso pardo cantábrico. Informe inédito, FAPAS. Llanes, Asturias.

Martinka, C. J. (1976). Ecological role and management of grizzly bear in Glacier National Park, Montana. Pp. 147-156. En: Pelton, M., Lentfer, J., Folk, G. (Eds). Bears: their biology and management. IUCN New Series 40. Morges.

Neiland, K. A. (1975). Further observations on rangiferine brucellosis in Alaskan carnivores. J. Wildl. Disease,11: 45-53.

Rausch, R. L., Babero, B. B., Rausch, R. V., Schiller, E. L. (1956). Studies of the helminthic fauna of Alaska . Part 27: The occurrence of larvae of Trichinella spiralis in Alaskan mammals. J. Parasitology, 42: 259-271.

Rogers, L. L., Rogers, S. M. (1976). Parasites of bears: a review. Pp. 411-430. En: Pelton, M., Lentfer, J., Folk, G. (Eds.). Bears: their biology and management. IUCN. New Ser. 40. Morgues.

Worley, D. E., Fox, F. C., Winters, J. B., Jacobson, R. H., Greer, K. R. (1976). Helminths and arthropod parasites of grizzly and black bears in Montana and adyacent areas. Pp: 455-464. En: M. Pelton, J. Lenfer, Folk, G. (Eds.). Bears: their biology and management. IUCN New Series 40. Morgues.

 

Francisco J. Purroy
Departamento de Biovidersidad y Gestión ambiental
Facultad de Biología, Universidad de León

Fecha de publicación: 15-12-2008

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador.  20-02-2014; 2. Alfredo Salvador. 29-03-2017

Purroy, F. J. (2017). Oso pardo – Ursus arctos. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

 

 

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