Mapache - Procyon lotor (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Northern Raccoon, habitat, abundance, status.

 

Hábitat

En el área de distribución natural, los mapaches se adaptan y explotan distintos hábitats, desde la pradera americana hasta el bosque tropical húmedo, excepto la alta montaña y los desiertos. A escala de paisaje, la cobertura forestal y la proximidad al agua definen el hábitat del mapache; el bosque caducifolio maduro, los robledales y hayedos, cerca de ríos y lagos (Baldwin et al. 2006). Aunque también viven en las praderas (Larivière, 2004), marismas, pantanos y manglares (Dorney, 1954; Urban, 1970), en la costa (Guerrero et al., 2000), incluso en campos de cultivo (Beasley et al., 2007a), plantaciones madereras (Chamberlain et al., 2002) y áreas urbanas (Prange et al., 2003; Smith, 2002). La presencia de agua es un requerimiento de hábitat, que controla el uso del espacio del mapache (Gehrt y Fritzell, 1998). Las riberas de los ríos y los humedales son las principales áreas de alimentación de los mapaches y se guarecen en cuevas, madrigueras abandonadas, marañas de vegetación, y también en construcciones, para descansar durante el día. Las hembras usan las oquedades de los grandes árboles como paridera y para la cría de los cachorros (Endres y Smith, 1993; Henner et al., 2004). Los mapaches encuentran en el bosque refugio para pasar el invierno, aletargados debido a las bajas temperaturas y la escasez de alimento, y en primavera, cuando las hembras cuidan a los cachorros en los huecos de los grandes árboles. El 40% de los sitios de descanso y más del 90% de los cubiles para la cría de los cachorros son huecos de grandes árboles (Wilson y Nielsen, 2007; Smith y Endres, 2012).

En Europa, los mapaches viven en bosques caducifolios y humedales (Bartoszewicz et al., 2008; Köhnemann, 2008), pero también en mosaicos de bosque, pasto y campo de cultivo (Frantz et al., 2005). Incluso se establecen a las afueras de ciudades y en las inmediaciones de áreas residenciales (Bartoszewicz et al., 2008). Se acercan a los campos de cultivo y las huertas por grano y frutos (Lutz, 1996). En Japón, los mapaches también viven en bosques (Okabe y Agetsuma, 2007), mosaicos de pastizal, arrozal y bosque (satoyama, paisaje cultural japonés; Rika y Keiji, 2009), humedales (Suzuki et al., 2003) y en la periferia de las ciudades (Ikeda et al., 2004).

En la región mediterránea, los mapaches habitan los bosques de galería, parajes casi siempre cerca de núcleos urbanos. Encuentran refugio en los grandes árboles de ribera y alimento en las orillas de los ríos. Los mapaches no sólo se establecen en las riberas de los ríos, también son corredores que facilitan la dispersión de los individuos jóvenes (García et al., 2012).

En general, los requerimientos de hábitat del mapache son manchas de bosque maduro, donde encuentra refugio para el reposo diurno, durante el invierno y para la cría, y cuerpos de agua, las áreas de alimentación. La disponibilidad de agua es el principal factor limitante de la distribución y abundancia del mapache (Beasley et al., 2007a). También aprovecha otras fuentes de alimentación como basureros y se refugia en edificios; se establece en  las inmediaciones de núcleos de población, incluso de grandes ciudades, como comensal del hombre.

 

Abundancia

La densidad de población de los mapaches en el área de distribución natural es de 10-100 individuos/km2 (Wilson, 2005). El tamaño de las poblaciones de mapache es fluctuante, depende del hábitat y también de la estación (Lotze y Anderson, 1979). La abundancia del mapache es mayor en los bordes de bosque que lindan con campos de cultivo y arroyos (Dijak y Thompson, 2000). En la pradera americana la densidad de población es baja debido a la dispersión de los recursos tróficos y es alta en humedales, áreas urbanas y suburbanas debido a la concentración y abundancia de alimento y a la disponibilidad de refugio (Tabla 1).

 

Tabla 1. Densidad de población y proporción de sexos de mapaches en hábitat urbano (ciudad), suburbano (área residencial) y rural (mosaico forestal-agrícola y humedales). Estimación por métodos de captura-recaptura y bolsas de caza. Las poblaciones de mapache en las áreas de distribución invadida se marcan en gris.

Hábitat

Densidad

Sex ratio

Referencia

(individuos/km2)

(M:H)

Rural

250

 

Twichell y Dill, 1949

Urbano

125

1,4:1

Riley et al., 1998

Urbano

111,1

-

Schinner y Cauley, 1974

Urbano

100

~1:1

Michler y Hohmann, 2005

Suburbano

66,7

0,9:1

Hoffman y Gottschang, 1977

Suburbano

55.6

-

Slate, 1980

Urbano

55,6

-

Rosatte et al., 1990

Rural

55.6

-

Lehman, 1977

Rural

43,5

-

Hable et al., 1992

Urbano

35.7

-

Jacobsen, 1982

Rural

27

-

Jacobsen, 1982

Rural

17,5

-

Urban, 1970

Rural

17,5

-

Hasbrouck, 1991

Rural

17.2

-

Sonenshine y Winslow, 1972

Rural

13,9

-

Moore and Kennedy, 1985a

Rural

12.8

-

Slate, 1980

Rural

12,7

-

Kennedy et al., 1991

Rural

12

-

Parsons et al., 2013

Rural

11.8

-

Johnson, 1970

Rural

11,8

-

Lehman, 1984

Rural

11.8

0,9:1

Perry et al., 1989

Rural

10,5

-

Leberg y Kennedy, 1988

Rural

≤10

~1:1

Michler y Hohmann, 2005

Rural

8,5

-

Rosatte et al.,2010

Rural

8.0

-

VanDruff, 1971

Rural

7.9

-

Hoff et al., 1977

Suburbano

6,7

-

Hoffman, 1979

Rural

6,5

1:01

Arjo el al., 2005

Rural

6,5

-

Nixon et al., 1993

Rural

6,5

 

Asada y Shinoara, 2009

Rural

5,6

-

Lehman, 1980

Rural

5,4

-

Rosatte et al., 2007

Rural

5

-

Köhnemann et al., 2008

Rural

4,4

-

Bigler et al., 1981

Rural

3,6

-

Nottingham et al., 1982

Rural

2,5

-

Hohmann, 1998

Rural

1,7

-

Ratnaswamy et al., 1997

Rural

1,4

-

Mech et al., 1968

Rural

0,9

-

Orloff, 1980

Rural

0,7

-

Fritzell, 1978a

Rural

0,7

2,5:1

Larivière et al., 2010

Rural

0,6

-

Kobayashi et al., 2014

 

Se desconoce la densidad de las poblaciones de mapache ibéricas y baleares aunque los datos de captura y los indicios de presencia indican una alta densidad de individuos (Tabla 2). La población del interior peninsular se estima en más de 500 individuos.

 

Tabla 2. Datos de las capturas de mapaches en la Península Ibérica y las islas Baleares. No se indica el esfuerzo de captura, no es posible inferir la tendencia de la población. 

Provincia/año 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 Total
Madrid 15 5 26 31 41 188 101 407
Guadalajara 10 16 8 4 32 70
Mallorca 1 0 12 13
Lugo 30 30
Sevilla           11   11

 

Estado de conservación

Categoría global IUCN (2008): Preocupación menor LC (Cuarón et al., 2008).

Especie común en el área de distribución natural, el centro y norte de América. En expansión a nivel mundial debido al comercio de la piel y como mascota, tanto en el área de distribución natural como en la invadida. Es objetivo de programas de control y erradicación de especies exóticas invasoras. En España, el mapache está catalogado como especie exótica invasora (BOE núm. 185, de 3 de agosto de 2013).

 

Amenazas

El mapache es una amenaza potencial a la diversidad biológica nativa (Kahuala, 1996) y también comporta riesgo sanitario para el hombre y los animales domésticos (Beltrán-Beck et al., 2012). Se ha establecido en el interior y el norte de la península ibérica, en las cuencas de los ríos Jarama, Henares y Miño, y también en Mallorca, y se ha detectado individuos asilvestrados en otras regiones, incluso en las islas Canarias (García et al., 2012; Pinya et al., 2009; Fernández-Aguilar et al., 2012; Layna et al., 2013). La introducción se debe al comercio del mapache como animal de compañía exótico. Los dueños lo sueltan cuando es adulto, agresivo y molesto. Y aunque se ha prohibido la venta, algunos propietarios mantienen aún el animal en casa.

Depredación de especies amenazadas

El incremento de la presión de depredación sobre especies raras y amenazadas podría causar la extinción local de especies autóctonas. En las áreas urbanas y humedales, donde el mapache es abundante, la depredación de presas nativas debe de ser alta. Las aves que nidifican en el suelo o en huras, como las acuáticas y las marinas, son las más vulnerables; el mapache es un depredador de nidos (Hartman y Eastman, 1999). También devora las puestas de las tortugas marinas y dulceacuícolas  (Davis y Whiting, 1977). Los anfibios, los cangrejos de río y otros invertebrados acuáticos son las principales especies presa.

En las islas del Pacífico, el mapache caza las aves marinas que anidan en huecos de acantilados o huras (huevos, pollos y adultos; Hartman y Eastman, 1999); el mérgulo antiguo (Synthliboramphus antiquus), la alcuela de Cassin (Ptychoramphus aleuticus), los paíños rabihorcado (Oceanodroma furcata) y boreal (O. leucorhoa), el alca unicórnea (Cerorhinca monocerata) y el frailecillo coletudo (Fratercula cirrhata). En las islas caribeñas, el mapache depreda iguanas, tortugas marinas, y a la cotorra de las Bahamas (Amazona leucocephala bahamensis), endémica de las islas Abaco e Inagua.

En Japón, la mayoría de presas vive o se reproduce en ambientes acuáticos (Asano et al., 2003). El mapache depreda la almeja de agua dulce (Corbicula leana), el cangrejo de río japonés (Cambaroides japonicus), los cangrejos de mar (Helice tridens y Holometopus haematocheir), las salamandras de Hokkaido (Hynobius retardatus) y Tokyo (Hynobius tokyoensis) (Hayama et al., 2006). También ataca a aves acuáticas (Ikeda et al., 2004).

En Europa, aunque depreda sobre algunas especies amenazadas, todavía no se ha demostrado un impacto negativo en la fauna autóctona (Kahuala, 1996; Lutz 1996). Es probable que el crecimiento de las poblaciones de mapache afecte a las especies presa (Hayama et al., 2006). En la península ibérica, las presas del mapache no son especies amenazadas. En las islas Baleares, el establecimiento del mapache es una amenaza para la biodiversidad local; para el sapillo balear o ferreret (Alytes muletensis), especie endémica que sólo habita en la Sierra Tramontana, y el sapo verde o calàpet (Bufotes balearicus), ya amenazado por otros depredadores introducidos como la rana verde (Pelophylax perezi), la culebra viperina, (Natrix maura) y la comadreja (Mustela nivalis). En Lanzarote un sólo individuo cazó más de cien pardelas (Calonectris diomedea; García et al., 2012).

Competencia con carnívoros nativos

En Japón, el mapache desplazaría a los competidores, los medianos carnívoros (el perro mapache, Nyctereutes procyonoides, y el zorro rojo, Vulpes vulpes), a un hábitat subóptimo por solapamiento de nicho ecológico (Ikeda et al., 2004). Aunque el mapache usa los campos de cultivo y el perro mapache sólo el bosque, no hay evidencia de solapamiento de hábitat (Abe et al., 2006; Okabe y Agetsuma, 2007). También ocupan el cubil de aves rapaces (Ikeda et al., 2004), como el cárabo uralense (Strix uralensis) o el búho manchú (Ketupa blakistoni), una especie amenazada (Kobayashi et al., 2013).

En España, el mapache podría desplazar a los medianos carnívoros ibéricos de hábito acuático, como la nutria paleártica (Lutra lutra), el visón europeo (Mustela lutreola) o el turón (Mustela putorius), por competencia por explotación de recursos (solapamiento de dieta) y por interferencia (expulsión del territorio, el mapache es agresivo). No hay evidencia de que el mapache desplace a especies nativas, aunque la competencia por recursos debe de ser intensa si la densidad de individuos es alta.

Transmisión de enfermedades

La introducción del mapache comporta riesgo sanitario para el hombre, los animales domésticos y la fauna salvaje (Beltrán-Beck et al., 2012). Es reservorio del parásito Baylisascaris procyonis y de otros muchos agentes patógenos (Beltran-Beck et al., 2012). En Japón, la mayoría de individuos cautivos están infestados y se considera un problema de salud pública (Ikeda et al., 2004). En 1991 se registra el primer caso de baylisascariasis en Alemania (Lutz, 1996). La trasmisión de patógenos amenaza la fauna nativa, por enfermedad letal o grave para la especie autóctona; la de B. procyonis provoca la extinción local de la rata de la madera de Allegheny, Neotoma magister (Logiudice, 2003).

Impacto económico

El coste de las campañas de vacunación para prevenir el contagio y de los tratamientos de la rabia y otras enfermedades a población humana y animales domésticos y salvajes. Los daños a la agricultura y la acuicultura, en los cultivos de maíz (Zea mays) y en piscifactorías (Beasley et al., 2008; Rivest et al., 1981; Asano et al., 2003); el mapache es considerado plaga agrícola (DeVault et al., 2007). Las molestias en áreas urbanas y zonas residenciales y los accidentes de tráfico; el atropello es la principal causa de mortalidad no natural del mapache en suburbios y áreas rurales (Prange et al, 2003). El deterioro de infraestructuras, edificios y jardines en áreas urbanas (Rosatte, 2000). El mapache también es depredador de especies de caza como el guajolote gallipavo (Meleagris gallopavo) o el colín de Virginia (Colinus virginianus), que nidifican en el suelo (Chamberlain et al., 2003).

 

Medidas de conservación

 “Impedir que se introduzcan, controlar o erradicar las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitats o especies” (artículo 8, Convenio sobre Diversidad Biológica, Río de Janeiro 1993).

En España se aprueban medidas de control de especies exóticas invasoras: el Decreto 213/2009, para la prevención de la introducción y proliferación de especies exóticas invasoras, en cumplimiento del artículo 61.6 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y Biodiversidad. Las comunidades autónomas establecen los planes de erradicación y control de la especie (Tabla 3).

 

Tabla 3. Poblaciones de mapaches en la Península Ibérica e islas Baleares; año de detección, vía de introducción, fase de invasión (definido por distribución y abundancia) y estrategia de gestión de la especie.

Población

Detección

Introducción

Estatus

Estrategia

Mallorca

2001

Comercio de mascotas

Establecimiento

Erradicación/control

Madrid-Guadalajara

2003

Comercio de mascotas

Establecimiento/Invasión

Erradicación/control

Sevilla

2011

Núcleo zoológico

Erradicación

Erradicación

Lugo

2012

Núcleo zoológico

Establecimiento

Erradicación

Alicante

2013

Comercio de mascotas

Establecimiento

Erradicación

 

En Alemania no es considerada una especie problemática, siquiera en zonas residenciales (Lutz, 1996). La erradicación del mapache no es viable en Alemania (Lutz, 1996). En otros países, la introducción del mapache es reciente y sí se debería acometer. En Japón también se aprueba un plan de erradicación del mapache en un plazo de 10 años pero no se ejecuta por falta de presupuesto (Ikeda et al, 2004). En algunas prefecturas también se controla la población de mapache (Ikeda et al, 2004). Está incluido en la lista japonesa de las 100 especies invasoras más dañinas debido a la depredación de fauna autóctona (Murakami y Washitani, 2002)

Prevención

-Promoción de campañas de educación y divulgación. Concienciar sobre la tenencia responsable de especies exóticas como animales de compañía e informar de la pérdida de biodiversidad, el riesgo sanitario y el coste económico de las invasiones biológicas.

-Control de la vías de entrada. Prohibición de la importación y el comercio del mapache como animal de compañía exótico. Registro de los propietarios, que deben declarar la tenencia del animal y adoptar medidas preventivas, e imposición de una sanción por la suelta o el escape de la mascota (En Hokkaido, se dicta una ordenanza municipal que obliga a los criadores a notificar la tenencia de mapaches y resulta una medida eficaz para evitar las sueltas; Ikeda et al., 2004).

Control y erradicación

-Diseño de planes de contingencia. Localización de los individuos y e intensificación del esfuerzo de captura antes del establecimiento de la especie, cuando aun no se reproduce en estado salvaje y todavía no es abundante. La erradicación sólo es posible en islas pequeñas y en los primeros estadios de invasión.

-Definición de un protocolo de seguimiento y vigilancia de las poblaciones de mapache. Creación de un banco de datos y recopilación de información sobre el estatus de la especie y una red de detección temprana, integrada por agentes medioambientales, técnicos de parques naturales, naturalistas y cazadores para el seguimiento de las poblaciones de mapache y la planificación de actuaciones de control. Muchas veces, la detección del mapache es por caza accidental o atropello (Gehrt et al., 2002; Gehrt, 2003). El Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras, establece la creación de una red de alerta para la detección y el seguimiento de especies alóctonas con potencial invasor. El objetivo del programa de seguimiento de la especie sería detectar pronto a individuos asilvestrados, definir el área de distribución invadida y estimar la abundancia y la tendencia de las poblaciones. La determinación de otros parámetros demográficos como la tasa de crecimiento de población y la fecundidad, mortalidad y longevidad requiere captura y marcaje de individuos.

-Identificación de impactos ecológicos. Estudiar la dieta para valorar el efecto del mapache sobre la fauna nativa por depredación, y la selección y preferencia de hábitat para determinar el solapamiento de nicho ecológico con carnívoros autóctonos.

-Control sanitario. Determinar la prevalencia de agentes patógenos en las poblaciones de mapaches, incluso en los que aún se mantienen como animal de compañía. Valorar el riesgo de propagación de enfermedades y establecer medidas de prevención. Preparación de un plan de contingencia para casos de emergencia.

-Elaboración de un plan de gestión de la especie. Una estrategia mixta, de contención, control y erradicación, y a distinta escala: contener la expansión del mapache en los bordes de distribución y controlar la densidad de individuos en la población fuente, e identificar espacios naturales de especial interés o vulnerables (humedales) en riesgo para evitar la incursión del mapache y, en tal caso, implementar un plan de erradicación a escala local. Evaluación periódica de la estrategia de gestión de las poblaciones de mapache para redefinir objetivos y planear actuaciones.

-Coordinación de las administraciones (Ministerio, Comunidad Autónoma, Ayuntamiento, Confederación Hidrográfica); definición de objetivos comunes. La expansión del mapache por la red fluvial es un problema a escala regional.

-Colaboración entre las administraciones y los centros de investigación. La complementación entre gestores y técnicos de fauna salvaje e investigadores es imprescindible para entender el proceso de invasión del mapache, cuantificar el impacto ecológico y valorar el riesgo sanitario y así mejorar el plan de gestión de la especie.

Métodos y técnicas

Trampeo. Captura selectiva con jaulas-trampa. Requiere personal especializado y un esfuerzo intenso y continuo. La eficacia de captura depende de la edad y el sexo (más capturas de jóvenes y hembras), y también de la época del año: más eficaz durante la primavera (un periodo crítico debido a la baja condición física de los individuos tras el invierno; Mech et al., 1968) y el verano, cuando los mapaches se agregan cerca de cuerpos de agua, las hembras para hacer acopio de alimento y los machos para emparejarse. El agua es el factor limitante que determina la distribución y el éxito reproductor del mapache (Beasley et al., 2007); localizar las áreas de alimentación de las hembras en verano, siempre junto a cuerpos de agua, e intensificar allí la captura. Los animales capturados ingresan en un centro de recuperación de fauna o parque zoológico. Algunos individuos se mantiene en cautividad para actividades de educación ambiental, el resto se sacrifican y los cadáveres se incineran. El trampeo supone un alto coste económico sin apenas garantías de éxito (ninguna población de mapache ya establecida se ha erradicado en Europa). La alta tasa de reclutamiento de las poblaciones de mapache hace que, aunque el esfuerzo de captura sea intenso, tan solo ralentice el crecimiento de la población (Prange et al., 2003). Incluso el mapache recoloniza hábitat de calidad después de una erradicación local (Prange et al., 2003)

Caza. El mapache es especie cinegética en Alemania, Polonia y en la región del Cáucaso pero no es una medida de control efectiva y no ha sido suficiente para contener la expansión del mapache (Lutz, 1995; Bartosiewicz et al., 2008). En otoño, cuando es más activo. Además, el interés de la caza del mapache para el comercio de la piel depende del precio en el mercado (Sanderson, 1987; Gehrt et al., 2002). La eliminación por disparo o trampeo y sacrificio se ha aplicado a escala local para proteger los nidos de tortugas y aves marinas (Engeman et al., 2003; Parsons et al., 2013) y para reducir el coste del daño agrícola (Kotani et al., 2009).

Vallado de exclusión. La exclusión de los mapaches por vallado de fincas (Boggess, 1994; Smith, 2013) no es una medida eficaz para grandes extensiones de cultivos de bajo valor productivo como el maíz y la soja (Conover, 2002).

Manejo del hábitat. Eliminación de fuentes de alimentación, incluso de los sitios de descanso y cría, en entornos urbanos, como vertederos y desperdicios, para evitar el crecimiento de la población de mapaches (Prange et al., 2003; Parsons, et al., 2013). Incluso la inhabilitación de cubiles de cría (Beasley et al. 2007b).

 

Referencias

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Iván Salgado García
Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

Fecha de publicación: 27-02-2015

Salgado, I. (2015). Mapache – Procyon lotor. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

 

 

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