Mapache - Procyon lotor (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Northern Raccoon, distribution, Iberian Peninsula, Balearic Islands, Canary Islands.

 

Distribución geográfica

El mapache habitaba los bosques caducifolios del centro y norte de América, entre la costa este de Norteamérica y las Montañas Rocosas. Durante el siglo XIX se expande y ocupa otros hábitats debido a la liberación de individuos para la caza y para controlar, por competencia, a otros depredadores (zorro rojo, Vulpes vulpes; coyote, Canis latrans; lince, Lynx rufus; búhos), a la instalación de granjas peleteras, y también por los cambios en el uso del suelo (agricultura, urbanización) e incluso a causa del cambio climático (Larivière, 2004). La caída del precio de la piel en el mercado pudo favorecer el crecimiento de la población y la expansión del mapache por el continente americano (Gehrt et al., 2002).

El éxito de la introducción del mapache en 2 regiones biogeográficas —Paleártica y Neotropical— y en 3 continentes —América, Asia y Europa— (Figura 1) indica la adaptabilidad y el potencial invasor de la especie.

 

Figura 1. Rango geográfico del mapache común; área de distribución natural (en gris) e invadida (en rojo). Elaboración propia.

 

Islas del Pacífico

A mediados de los años 1940, el mapache es introducido en el archipiélago Queen Charlotte Islands, en la Columbia Británica, costa oeste de Canadá (Figura 1). Se liberan 5 individuos en la isla Graham, con el apoyo de la Comisión Provincial de Caza, para el comercio de piel. En 1980 ya ocupa toda la isla, y coloniza (o se introduce) la de Moresby y al menos 13 islas menores (Hartman y Eastman, 1999). La erradicación del mapache en las islas principales, Graham y Moresby (población fuente), se considera inviable. El objetivo es contener la población,  impedir que el mapache acceda a los islotes (a nado cubre largas distancias), donde nidifican las aves marinas (Hartman y Eastman, 1999).

En los años 1930, también se introduce en las islas Baranof, Prince of Wales y Long Island, del archipiélago Alexander, y otros lugares de Alaska (Figura 1). La población establecida es pequeña y no se considera una amenaza para los ecosistemas costeros.

El mapache también se ha introducido en el archipiélago Islas Marías, en las islas de María Madre y María Magdalena, México (Figura 1). Es el mapache de las Tres Marías, otrora considerado especie endémica (P. insularis) y en peligro de extinción (Helgen y Wilson, 2005).

Islas del Caribe

Introducido en Bahamas y las Antillas Menores (Figura 1); son los antes llamados mapaches de Bahamas (Procyon maynardi), Guadalupe (P. minor) y Barbados (P. gloveralleni; población local ya extinta). Las descripciones se basaron en un sólo especimen (el holotipo) y, además, inmaduro; son casos de introducción de la especie continental P. lotor (Helgen et al., 2008).

La introducción del mapache en Barbados (Figura 1) ocurre entre 1650 y 1680 (Helgen y Wilson, 2002); a la sazón escala en la ruta comercial entre las colonias británicas de Norteamérica (importación del azúcar producido en la isla) y los puertos de África Occidental (trata de esclavos, para trabajar en las plantaciones). Se extingue por deforestación y caza. El último registro es de un macho atropellado en 1972.

A principios del siglo XVIII es introducido en Nueva Providencia, Bahamas (Figura 1), y es posible que también en Jamaica (Helgen y Wilson, 2002). En 1932-1933 se liberan dos individuos en la isla Gran Bahama, que proceden de Florida. Desde hace unos años también está presente en la isla de Abaco.

Antes de 1886 se establece la población de Guadalupe (Figura 1; Helgen y Wilson, 2002). También presente en Maria-Galante, La Deseada, Martinica (al menos desde 1954) y San Martín (1985). Aunque está aún por confirmar, es posible que también se haya introducido el mapache cangrejero.

Después de modificar el estatus de conservación del mapache en las islas caribeñas, de especie endémica a exótica e invasora (Helgen y Wilson, 2003), se identificaron las amenazas y se definieron nuevas estrategias de gestión de la especie. En Bahamas se recomienda la erradicación; en Nueva Providencia y Gran Bahama, el control (BEST Commission, 2003). Sin embargo, en Guadalupe el mapache es muy popular y es el emblema del Parque Nacional (Helgen y Wilson, 2003).

Europa

Los primeros mapaches son liberados de un parque zoológico de Hamburgo en 1927 y en 1934 se sueltan 4 individuos más. Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de alimento, se liberan más individuos y otros escapan de las granjas peleteras de los alrededores de Berlín (Lutz, 1996). El resultado es la fundación de la primera población salvaje de mapaches en Europa.

Hasta 1960 es periodo de latencia, el mapache se adapta a las condiciones ambientales europeas. Entre 1960 y 1975, la población crece en el área de introducción y se expande, también se introduce, a otras regiones del centro y norte del continente (Lutz, 1996); Francia (1934), Holanda (1960), Austria (1974), Suiza (1975-76), Luxemburgo (1979), Hungría (1982), Bélgica (1986), Dinamarca y Polonia (1945). La introducción del mapache en Italia (2004; Canova y Rossi, 2008) y España (2001; García et al., 2012) es reciente y se debe al comercio de especies exóticas como animales de compañía.

También se introduce en la antigua URSS (1936) con el propósito de “mejora y reconstrucción de la Naturaleza”, y también para la cría en granjas peleteras y como especie cinegética. Primero se liberan 22 individuos de parques zoológicos (Aliev y Sanderson, 1966). Entre 1936 y 1958 se liberan 1243 individuos; los primeros son criados en cautividad, luego se capturan y se traslocan individuos asilvestrados (Aliev y Sanderson, 1966). El mapache se ha establecido en la región del Cáucaso (Georgia, Armenia y Azerbaiyán) y el sur de Bielorrusia.

Japón

El mapache está naturalizado en 42 de las 47 prefecturas de Japón (Figura 1; Ikeda et al., 2004) debido a la importación de animales para la cría en cautividad y al comercio de mascotas. Los individuos escapados o liberados se establecen en áreas rurales y urbanas y fundan poblaciones salvajes.

La primera población de mapache establecida en Japón es la de Inuyama, Aichi, en 1962. También se establece en la prefectura de Gifu debido al escape de individuos de un parque zoológico. En 1982, un criador abandona 40 más en Kani aunque la mayoría son capturados.

En 1979, se introduce en Einawa, Hokkaido. Diez mapaches escapan de un centro de cría en cautividad y se establecen en áreas rurales. Nuevos escapes y abandonos refuerzan la población, que se expande por la isla. En los campos de cultivo encuentran alimento (grano, frutos, etc.) y refugio (los fardos de paja). Además, acuden a piscifactorías a cazar.

En 1988, un grupo de mapaches escapa y se establece en áreas urbanas, en Kamakura, Kanagawa. Los mapaches se alimentan de desperdicios, pero también cazan peces en las charcas y las fuentes de los jardines, y se refugian en los conductos de ventilación de las viviendas. En Julio de 1990 se confirma la reproducción en estado salvaje.

Península Ibérica e Islas Baleares

El mapache se ha establecido en la península ibérica y en la isla de Mallorca, y son frecuentes las observaciones de individuos asilvestrados (Figura 2).

Figura 2. Izquierda: Observaciones de mapaches en la península ibérica, las islas Baleares y Canarias. Derecha: Distribución de la población de mapaches del interior peninsular (Salgado, 2012).

 

Mallorca

El primer registro de mapache en España es de 2001, en Algaida (Mallorca), un cazador lo encuentra en el campo y lo abate. En 2006 se encuentran pelos y huellas de dos individuos en Puigpunyent y se fotografía otro en Lloret de Vistalegre. En verano de 2009, técnicos de la Consejería de Medio Ambiente fotografían uno en la finca pública Planícia cuando trabajaban en el seguimiento de mamíferos del Paraje Natural de la Sierra Tramontana con dispositivos de fototrampeo. La consejería solicita la colaboración ciudadana (Conselleria de Medi Ambient, Govern de les Illes Balears, 2009) para la localizar individuos asilvestrados. En Mallorca también se ha establecido el coatí (Nasua nasua). Está incluido como especie cazable en la orden de vedas de caza, se han organizado batidas, incluso un programa de adiestramiento de perros de caza porque, aunque gregario y diurno, el coatí es esquivo.

Madrid y Guadalajara

Los primeros indicios de la presencia de mapache en el interior de la península ibérica se encuentran en la confluencia de los ríos Jarama y Manzanares, el Soto de las Juntas, y en las lagunas de Velilla de San Antonio (Parque Regional del Sureste, Madrid; Figura 2). En el verano de 2007 se capturan 15 individuos, 7 son jóvenes del año (García et al., 2007). Se constata la reproducción del mapache en estado salvaje. La introducción es debida tanto a escapes como sueltas, particulares que liberan al animal cuando es adulto, agresivo y molesto. La población de mapache se establece desde, al menos, 2004 (García et al., 2007). Desde entonces se han capturado más de 400 individuos, en las riberas de los ríos Jarama y Henares. También se encuentran individuos en otros municipios de la Comunidad de Madrid (Manzanares el Real, Chapinería, Aldea del Fresno, Casa de Campo de Madrid; García, et al., 2009) debido a la suelta de mascotas. Muchos individuos liberados o escapados son atropellados. La orden 1613/2013, de 25 de junio, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, por la que se fijan las limitaciones y épocas hábiles de caza que regirán durante la temporada 2013-2014, incluye un artículo sobre medidas de lucha contra las especies exóticas invasoras y se permite la captura y muerte de cualquier ejemplar de mapache durante la práctica de cualquier actividad cinegética autorizada, incluidas las contempladas durante el período hábil de caza (BOCM, núm. 166, de 15 de julio de 2013).

Comunidad Valenciana

En Valencia, desde el año 2000, varios individuos ingresan en centros de recuperación de fauna debido a escapes y sueltas de mascotas en los alrededores de zonas residenciales. La mayoría en Valencia y Alicante, sólo una cita en Castellón, en 2008. Casos de ataques y mordeduras a vecinos de Torrent y Llíria, en Valencia. No se ha constatado reproducción en Valencia, todavía no se ha establecido, pero sí en Alicante; en 2013, un cazador encuentra un mapache atrapado en un lazo y lo sacrifica, avisa a los técnicos de un centro de recuperación de fauna, que detectan por fototrampeo una población de mapaches en el embalse de Guadalest y capturan algunos individuos. El Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, establece las medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunidad Valenciana, en cumplimiento del artículo 61.6 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y Biodiversidad. Se prohíbe la liberación y el comercio, tráfico o cesión de las especies incluidas en el Anexo 1 (caso del mapache), y se obliga a los propietarios a declarar la tenencia y a tomar medidas de prevención para evitar la fuga. Se promueve la creación de un banco de datos y una red de detección temprana integrada por agentes medioambientales, técnicos de parques naturales y particulares para el seguimiento de las poblaciones de especies exóticas y la planificación de actuaciones de control. También se promueven campañas de divulgación sobre la tenencia responsable de especies exóticas.

Andalucía

En septiembre de 2011 se detecta el mapache en el Parque Nacional de Doñana; un dispositivo de fototrampeo captura la imagen de un individuo en las Marismillas (Fernández-Aguilar et al., 2012). También se encuentran huellas en los límites del espacio natural, en el arroyo Algarve. La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente recurre entonces a rastreadores profesionales para prospectar el entorno de Doñana, detectan a un grupo de mapaches en el arroyo Majaberraque, en Bollullos de la Mitación (Sevilla) y los técnicos capturan 11 individuos con jaulas-trampa cebadas, 8 jóvenes y 3 adultos, dos hembras y un macho. Se encentran otros 5 individuos en una finca privada. Se sospecha que el propietario mantenía los animales en cautividad y los liberó o se escaparon; se abre un expediente para averiguar lo ocurrido. Esta población se considera erradicada y desde entonces no se ha localizado otros individuos en Doñana.

Galicia

Un ejemplar fue atropellado en 2010 en la A-6 a su paso por Furco (Becerreá, Lugo) (De Castro y Pérez-Vázquez, 2011). A finales del 2012, se detecta una población de mapache en la cuenca del río Miño, en Lugo (Galicia). Varios individuos atropellados alertan a los técnicos de medioambiente, que por rastreo y fototrampeo constatan el establecimiento del mapache. El foco es el núcleo zoológico de Marcelle, los mapaches escaparon tras una fuerte tormenta, aunque no se descarta la suelta de mascotas. La Consejería de Medio Ambiente emprende un programa de erradicación y los técnicos capturan más de 30 individuos en los alrededores de Lugo y encuentran otros 5 atropellados. Aunque se estima que ahora la densidad de individuos es baja, no se ha erradicado aun la población de mapaches. Se continúa la campaña de trampeo para definir la distribución de la especie mediante la búsqueda de rastros y la instalación de cámaras fotográficas de disparo automático para luego acometer la captura de los mapaches. La Dirección General de Conservación de la Naturaleza solicita la colaboración ciudadana para localizar individuos asilvestrados, e insta a los propietarios de mapaches a que no los liberen.

Cantabria, Cataluña, Canarias

En 2006, se fotografía un individuo en el monte Buciero, Santoña (Cantabria); se intenta la captura, sin éxito. Otro se encuentra atropellado en la autovía Bilbao-Santander, en Laredo. También se detectan indicios de presencia en El Sorbal, junto a la cárcel de El Dueso, al pie del monte Buciero y junto a las marismas de Santoña. Alto riesgo de establecimiento si se introducen más individuos y amenaza para invertebrados, anfibios, aves marinas y otras acuáticas. También se introduce en Barcelona, en parajes de la periferia de la ciudad y el área metropolitana. En Canarias, un individuo capturado, cazaba pardela cenicienta, Calonectris diomedea, y dio muerte a más de cien (García et al., 2012).

Se desconoce el área de distribución de la especie, la detección de las poblaciones de mapache es casi siempre fortuita y son frecuentes las citas de individuos atropellados. En general, las poblaciones de mapache se fundan a las afueras de núcleos urbanos, cerca de ríos; los lugares de liberación de las mascotas. El bosque de ribera es un ambiente benigno, abunda el alimento (cangrejos, peces, frutos, huevos de aves y galápagos) y los mapaches encuentran refugio entre las marañas de vegetación, en las madrigueras subterráneas que excavan otros animales y las oquedades de grandes árboles; la alta densidad de población local se debe a la capacidad de carga del hábitat ripario.

La expansión del mapache se debe a los múltiples eventos de introducción y la fundación de nuevas poblaciones, y a la colonización de nuevos territorios y conexión de poblaciones, cuando la densidad de población es alta y los jóvenes se dispersan por la red fluvial para establecer territorio, o por movimientos de exploración de individuos adultos.

 

Referencias

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Iván Salgado García
Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

Fecha de publicación: 27-02-2015

Salgado, I. (2015). Mapache – Procyon lotor. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

 

 

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