Carbonero común - Parus major (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

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Macho de Carbonero común. (C) R. Arroyo

 

Identificación

Dorso verde-oliváceo, algo más amarillento en la nuca y obispillo más grisáceo. Partes inferiores amarillas, con una banda negra central. Cabeza negra, con manchas blancas en las mejillas. Alas negruzcas y cola parda, con los bordes externos de las plumas exteriores de color blanquecino. Pico negro.

Sexos similares en plumaje, aunque las hembras tienen tonos más apagados y una banda negra en el pecho más estrecha que los machos. Machos en general más grandes que las hembras.

Longitud aproximada de 12-14 cm, longitud alar entre 22,5 y 25,5 cm y 17-19 g de masa corporal.

 

Voz

La especie muestra una gran variedad de reclamos, como “tsic-tsic”, “tsitsitsi”. El canto también es variable, generalmente a base de dos o tres sílabas, como “chichipa-chichipa”.

 

Estado de conservación

Categoría global IUCN (2012): Preocupación Menor LC.

Categoría IUCN para España (2002): No Evaluado NE.

Varios son los factores que amenazan la especie: disminución del número de agujeros para nidificar, desajuste de la fenología reproductora con la del alimento, uso abusivo de pesticidas, concentraciones anómalas de metales pesados en el ambiente y cambios en el sistema de riego a manta a riego a goteo.

 

Distribución

Se distribuye por casi toda la Península e Islas Baleares. Falta en zonas deforestadas de La Moraña y Tierra de Campos, valle del Ebro, La Mancha, bajo valle del Guadalquivir, costa de Huelva y sureste árido, así como en las Islas Columbretes y Canarias.

 

Hábitat

El Carbonero común puede encontrarse en la mayoría de ecosistemas desde el nivel del mar hasta altitudes superiores a los 2.100 m pero con presencia arbórea y existencia de agujeros. Se les puede observar en bosques perennifolios (coníferas, carrascas) y caducifolios (hayas, robles), en zonas de frutales (naranjos) y parques urbanos. Llega a escasear en ambientes palustres carentes de arbolado, así como en praderas y matorrales alpinos.

 

Movimientos

Especie sedentaria. Forma bandos, en general interespecíficos, en invierno, moviéndose por superficies más o menos extensas. Territorial durante la época de cría, siendo los individuos en general fieles al territorio de cría entre años. La dispersión natal es también de corta distancia.

 

Ecología trófica

El Carbonero común captura su alimento principalmente usando la postura de pie, o dejándose colgar de las ramas. Sin embargo, por razones morfológicas de las patas, la especie no puede colgarse de ramas finas. El alimento capturado para alimentar a los pollos pueden llegar a manipularlo si este presenta apéndices que dificulten su ingestión.

Busca su alimento en el suelo y hojas de los árboles, principalmente de origen animal, orugas de lepidópteros. En naranjales valencianos donde los pollos son alimentados mayormente por imagos de polillas. La diversidad del tipo de alimento aportado a los pollos es mucho mayor que la registradas para especies afines (Herrerillo capuchino Lophophanes cristatus y Carbonero garrapinos Periparus ater). Ambos miembros de la pareja son los encargados de alimentar a los pollos. Acceden fácilmente a comederos artificiales en épocas de escasez de alimento.

 

Biología de la reproducción

Especie territorial, siendo el macho el que define y defiende el territorio cuando comienza la construcción del nido. Las hembras construyen el nido, incuban los huevos y los empollan. Empiezan a criar con un año de edad. Especie monógama, aunque a veces realiza cópulas extraparentales. La pareja, que se forma entre enero y marzo, raramente se rompe durante la estación reproductora (alrededor de tres meses). Especie que requiere de huecos ya existentes para criar, como agujeros de árboles, grietas de rocas, etc., ya que no es capaz de excavarlos. Aceptan fácilmente cajas-nido. Prácticamente no hay datos de nidos naturales y ocasionalmente pueden criar en nidos abiertos. El nido está formado básicamente por musgo, mezclado a menudo con paja o hierba seca, y un forro hecho de hierba fina seca, pelo, lana y/o algunas plumas, variando la composición con la población y el hábitat. En general, tardan sobre una semana en construir el nido, poniendo un huevo diario, entre 8 y 10 huevos por nido dependiendo de la población, y acostumbran a enterrar los huevos entre el material del nido hasta que empiezan a incubar. Normalmente sólo realizan una puesta por temporada, aunque en todas las poblaciones se registran parejas que hacen dos puestas, siendo éstas muy frecuentes en algunas poblaciones. Los huevos son de color blanquecino con manchas o puntos de color pardo rojizo, a menudo concentradas en el polo más ancho del huevo. Son subelípticos, lisos, mate, y los de mayor tamaño de todos los páridos. Comienzan a incubar un día antes de que la puesta esté completa, y están incubando alrededor de 13 días. El macho aporta alimento a la hembra mientras está incubando, aunque el cuidado y ceba de los pollos en el nido se realiza por ambos progenitores. Los pollos permanecen en el nido durante un tiempo tras la eclosión (aproximadamente 18-20 días).

 

Interacciones entre especies

El Carbonero común solapa su dieta en cuanto al tipo y tamaño de presa en un 80-90%% con sus congéneres como el Herrerillo capuchino y el Carbonero garrapinos. Para minimizar la competencia, los congéneres adelantan o atrasan el momento de su reproducción.

Otro de los factores por los que se da la competencia es por la disponibilidad de agujeros con sus congéneres y otras especies trogloditas (Gorrión común Passer domesticus) así como con mamíferos (Rata negra Rattus rattus y Lirón careto Eliomys quercinus).

Los principales depredadores son mamíferos como la Garduña Martes foina, reptiles como la Culebra bastarda Malpolon monspessulanus y otras aves como el Pico picapinos Dendrocopos major. La depredación es de tal magnitud que llega casi al 70% durante el periodo reproductor, en la fase de incubación y pocos días después de la eclosión. La depredación es menor en nidos situados en zonas en las que la vegetación es más densa, dificultando la detección del nido por parte de los depredadores.

Se han encontrado endoparásitos en pollos Leucocytozoon sp., y ectoparásitos en aves adultas Proctophyllodes stylifer causando un efecto negativo sobre el éxito reproductor.

 

Patrón social y comportamiento

Se forman jerarquías en los bandos invernales, con dominancia de los machos adultos y subordinación de las hembras jóvenes. La coloración de diversas partes del plumaje tiene un importante valor de señalización de la calidad de los individuos. En general, muestran mayor actividad de canto y menor de alimentación a primeras y últimas horas del día, con el tiempo de descanso repartido de forma más o menos homogénea. Duermen en huecos cuando las temperaturas son bajas, y entre la vegetación cuando éstas son más benignas.

 

 

Francisco Atiénzar, Elena Álvarez y Emilio Barba

Instituto “Cavanilles” de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBiBE)

Departamento de Vertebrados Terrestres, Universidad de Valencia

C/ Catedrático José Beltrán nº 2, 46980 Paterna (Valencia)

Fecha de publicación: 5-12-2012

Versión 12-04-2016

Atiénzar, F., Álvarez, E., Barba, E. (2016). Carbonero común – Parus major. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org