Quebrantahuesos - Gypaetus barbatus (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Keywords: Bearded Vulture, habitat, abundance, status, threats.

 

Hábitat

Su presencia está ligada a montañas, siendo patente en España una correspondencia entre la distribución histórica del quebrantahuesos y las curvas de nivel superiores a 1.000 m. Las técnicas de vuelo, el hábitat en el que obtiene el alimento y los sitios de nidificación muestran su estrecha dependencia de las zonas montañosas (Hiraldo et al., 1979; Donázar et al. 1993; Margalida et al., 2008).

La densidad de reproductores se correlaciona positivamente con la altitud y con la topografía accidentada y negativamente con las precipitaciones de nieve (Donázar et al., 1993). El quebrantahuesos alcanza mayores densidades en zonas con escasa vegetación y baja densidad de población humana (Margalida et al., 2007).

El uso de hábitats varía estacionalmente. Las aves preadultas y flotantes muestran variación estacional en el uso del espacio pirenaico. Durante el invierno, seleccionan la vertiente sur en su sector central, mientras que la vertiente norte, tanto en su sector central como occidental, es utilizada sobre todo durante el verano (Antor et al., 2005).

Sitios de nidificación

Elige para la nidificación cortados rocosos, emplazando la mayoría de los nidos en cuevas (74,3%) y el resto en cornisas cubiertas por extraplomos (22,9%) y en chimeneas (2,9%) (n= 35) (Hiraldo et al., 1979). Según Canut et al. (1987), en Pirineos anida preferentemente en cuevas (70%), seguido a distancia por repisas extraplomadas (15%), grietas (8%) y cornisas cubiertas (7%). Según otro análisis de Pirineos basado en un tamaño mayor de muestra, las cuevas son el lugar preferido para la nidificación (68%), seguido de repisas extraplomadas (14%), cornisas cubiertas (12%) y grietas (6%) (n= 130) (Heredia, 1991).

Altitud de nidificación 

La altitud de nidificación es muy variable. En una muestra pirenaica de 130 nidos, la altitud media fue de 1.256 m y el rango de 700-2.210 m (Heredia, 1991a). De un total de 48 nidos de Pirineos y Prepirineos centro-orientales, la altitud media es de 1.387 m (rango= 650-2.130 m) (Margalida et al., 2005). Donázar et al. (2005) amplían el rango de los nidos pirenaicos a altitudes entre 600 y 2.300 m. Hay un incremento de la altitud media de los nidos en dirección sur-norte de la cordillera pirenaica, debido a que los cortados más apropiados están a más altura. La altitud de los nidos se va incrementando en dirección este-oeste, debido a que los cantiles más apropiados están situados a mayor altura en la zona occidental y el clima tiene a su vez una influencia más atlántica (Heredia, 1991a). En otro análisis más detallado, los valores más elevados se encuentran en el Pirineo central, con una moda de 1.700-1.800 m, mientras que en el Prepirineo la moda es de 1.300-1.400 m y en las Sierras Exteriores entre 900-1.000 m (Canut et al., 1987). En la sierra de Cazorla se citan nidos entre 850 m y 1.730 m (Donázar, 1993).

Orientación de los nidos 

En la vertiente sur de Pirineos los nidos se orientan preferentemente hacia el este y el norte (Hiraldo et al., 1979). En el Alto Pirineo, el 56 % (n= 63) de los nidos está orientado al primer cuadrante NE, mientras que en el Prepirineo y en las Sierras Exteriores predominan las orientaciones del segundo y tercer cuadrante entre el este y el suroeste, 71% (n= 37) y 60% (n= 30) respectivamente (Heredia, 1991a). Según Canut et al. (1987), en el Pirineo los nidos se orientan sobre todo hacia el este (22%), noroeste (20%) y norte (20%), en el Prepirineo hacia el norte (25%), este (21%) y suroeste (17%) y en las sierras exteriores hacia el este (32%) y el sur (21%). Estos resultados sugieren que no hay una orientación predominante (Donázar, 1993). Sin embargo, en el Pirineo catalán predominan las exposiciones al sur (58,3%), seguidas de al este (18,8%), al norte (16,7%), y al oeste (6,3%) (Margalida et al., 2005). Según estos autores, en zonas más elevadas se evitan las orientaciones al norte, más expuestas al viento y menos soleadas; en las zonas más bajas, si los nidos no están en cuevas, se evitan las exposiciones al sur para evitar la insolación.

Selección de sitios de nidificación

La probabilidad de ocupación de un cortado para la nidificación se relaciona con el relieve topográfico, altitud, distancia al nido más cercano y distancia al pueblo más próximo. Los quebrantahuesos eligen para nidificar cortados en las zonas de topografía más irregular, lejos de otras parejas nidificantes, a una altitud media y lejos de pueblos (Donázar et al., 1993, Margalida et al., 2008a).

La selección de los sitios de nidificación en Pirineos no ha variado entre 1991 y 2002, a pesar de haberse registrado un incremento de 53 a 93 territorios. Los nidos antiguos y los recientes tienen características similares de topografía, altitud y grado de influencia humana (Donázar et al., 2005; Margalida et al., 2008).

 

Abundancia

La distancia al nido ocupado más próximo (una medida inversa de la densidad de reproducción) fue en 1991 de 11 km de media (rango= 2,1 – 28 km; n= 51) (Donázar et al., 1993). En 1995, en Cataluña la distancia media entre nidos de parejas vecinas era de 12,7 km (rango= 3-26,2 km; n= 18), estimándose una densidad media de 2,3 territorios/ 1000 km2 (García et al., 1996). Entre 1991 y 2002, la distancia entre nidos de parejas vecinas se ha reducido de 11,1 a 8,9 km, con una densidad de 226 km2/territorio en 2002 (Margalida et al., 2008).

 

Tamaño poblacional

En 1978 había 38 parejas reproductoras en los Pirineos españoles (Heredia 1991a, Carrete et al., 2009). En el año 2010, en el Pirineo español había 117 territorios de los cuales 105 estaban ocupados por unidades reproductoras. En Aragón se encontraban 71 territorios, 38 en Cataluña y 8 en Navarra. En la vertiente francesa de los Pirineos había 35 territorios. En Andorra había un territorio con una unidad reproductora (Heredia, 2005; R. Heredia y M. Razin, com. pers.).

 

Estatus de conservación

Categoría global IUCN (2009): Preocupación Menor LC (BirdLife International, 2010).

Categoría España IUCN (2004): En Peligro EN (Antor et al., 2005).

 

Amenazas

Las principales amenazas que hay sobre la especie son las siguientes:

-Venenos. El consumo de cebos envenenados ha sido (Hiraldo et al., 1979) y es en la actualidad una de las principales causas de mortalidad, suponiendo el 90% de las muertes registradas en individuos radio-monitorizados desde 1986 (Margalida et al., 2008b).

Durante el periodo 1990-2010 se registraron en España 53 casos de envenenamiento de quebrantahuesos por cebos ilegales (Margalida, 2012)1. Durante el periodo 1992-2013 se registraron en España 29 quebrantahuesos entre un total de 6.307 rapaces envenenadas (Cano et al., 2016)1.

-Caza. La persecución sistemática por caza ilegal ha sido una de las principales causas de mortalidad de la especie (Hiraldo et al., 1979). En la década de los ochenta la muerte por tiro fue el principal factor de mortalidad registrado, causando el 60% de las pérdidas conocidas. En la última década ha supuesto el 16,2% de las muertes registradas (n= 37) (Antor et al., 2005).

Entre 1983 y 2006 se registraron en quebrantahuesos de Pirineos 13 casos de muerte y dos de heridas por disparos (Gil, 2011)1.

-Colisiones y electrocuciones con tendidos eléctricos. La muerte por colisión es una de las causas que históricamente (Hiraldo et al., 1979) tenía mayor repercusión. Los accidentes con tendidos eléctricos han supuesto el 23,3% de las muertes registradas en la última década (n= 30) (Antor et al., 2005) descendiendo al 19,5% si se tiene en cuenta el total de casos estudiados en los Pirineos españoles entre 1955 y 2006 (Margalida et al., 2008b).

En una muestra de 119 buitres leonados, 8 quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), 8 alimoches (Neophron percnopterus) y 34 milanos reales (Milvus milvus) de los Pirineos franceses recogidos entre 2005 y 2012, la electrocución fue la causa del 6% de la mortalidad (Berny et al., 2015)1.

-Perturbaciones por la actividad humana. Las molestias causadas por el hombre cerca de los lugares de nidificación son motivo de fracaso reproductor (Hiraldo et al., 1979; Layna y Rico, 1991; Arroyo y Razin, 2006). Se citan como tales las batidas de caza, las maniobras militares, los vuelos de baja altitud, las prácticas forestales, la construcción de infraestructuras y los deportes de montaña (Arroyo y Razin, 2006).

Entre 1987 y 2011 se registraron en nidos de quebrantahuesos de Pirineos 11 casos de molestias y fracasos de la reproducción causados por actividades de parapente, maniobras militares, escalada, senderismo, tránsito de vehículos y helicópteros, ocho casos de molestias y fracasos de la reproducción por batidas de jabalí, tres casos por fotografía y observación de nidos y un caso por mantenimiento de infraestructuras (Gil, 2011)1.

-Regulación de la alimentación suplementaria. Las restricciones impuestas por la normativa sanitaria sobre la eliminación de animales muertos para la prevención de encefalopatías espongiformes de transmisión, exigen la retirada de cadáveres de bovinos y ovinos, con la consiguiente reducción de la disponibilidad de alimento (Donázar et al., 2009; Margalida et al., 2010).

Un estudio realizado a largo plazo (1994-2011) mostró que la reducción de alimento disponible a partir de 2005 por los cambios en la política sanitaria de la Unión Europea sobre retirada de carroñas produjo retraso en la fecha de puesta y una tendencia regresiva en el tamaño de puesta, éxito reproductivo y supervivencia. El incremento de mortalidad se habría debido a una mayor exposición a alimento contaminado (Margalida et al., 2014)1.

-Disminución de la ganadería extensiva. El abandono de usos ganaderos tradicionales está provocando la disminución de la disponibilidad de alimento (Antor et al., 2005).

Los ungulados silvestres son un componente importante de la dieta en Pirineos. Sin embargo, en las sierras exteriores, donde los ungulados silvestres son menos abundantes, dependen del ganado doméstico (Margalida et al., 2011)1.

-Contaminación química. La contaminación por insecticidas organoclorados y PCBs y la intoxicación por plomo a través de la ingestión de fragmentos de munición de caza son causas potenciales de amenaza (Antor et al. 2005). Se han encontrado evidencias de que la exposición al plomo podría ser un factor significativo de mortalidad (Hernández y Margalida, 2009). La carga total de contaminantes organoclorados en cadáveres de quebrantahuesos muestra una tendencia alcista desde los años noventa, aunque el descenso del éxito reproductor y la productividad en la población pirenaica parece estar relacionado con otros factores (Hernández, 2005a).

Entre 1983 y 2006 se registraron en quebrantahuesos de Pirineos dos casos de intoxicación por plomo (Gil, 2011)1.

En una muestra de 119 buitres leonados, 8 quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), 8 alimoches (Neophron percnopterus) y 34 milanos reales (Milvus milvus) de los Pirineos franceses recogidos entre 2005 y 2012, el envenenamiento fue la causa principal de muerte (24,1%). El uso ilegal de pesticidas fue la causa más importante de envenenamiento (53%), seguido del plomo utilizado en la munición de caza (17%). Se ha encontrado una relación positiva entre enevenenamiento por plomo y trauma (Berny et al., 2015)1.

La carne de ungulados silvestres contaminada con plomo de munición además de ser responsable del envenenamiento de quebrantahuesos en Europa representa un importante problema de salud pública al ser comercializada para su consumo humano. Son urgentes acuerdos a nivel internacional para hacer frente a este problema que involucren a científicos, conservacionistas, ganaderos, cazadores y legisladores (Margalida et al., 2013)1.

-Contaminación por antiparasitarios. Se han detectado antiparasitarios en quebrantahuesos pirenaicos, aunque en baja proporción (<= 1 mu g/g). Sin embargo, los niveles observados de diazinón pueden afectar a la termorregulación (Mateo et al., 2015)1.

-Competencia por el lugar de nidificación. El incremento poblacional del buitre leonado pude provocar competencia por los sitios de nidificación (Margalida y García, 1999).

 

Medidas de conservación

-Plan coordinado de actuaciones. Consta de actividades de conservación (potenciar la actividad reproductora de las parejas nidificantes, eliminar las causas de mortalidad no natural y garantizar la protección legal de las áreas críticas), seguimiento y control (disponer de información actualizada y continua sobre la evolución de la población y establecer un seguimiento anual de las medidas adoptadas) e investigación (Heredia, 1991c). Existencia de un grupo de trabajo nacional para la coordinación de esfuerzos y toma de decisiones (Antor et al., 2005).

-Planes de recuperación autonómicos. Cubren la totalidad de los territorios de reproducción: Navarra, Aragón y Cataluña (Antor et al., 2005).

-Seguimiento anual de la reproducción. Tiene el objetivo de control de la evolución de la productividad y del tamaño de la población reproductora (Antor et al., 2005).

-Población preadulta. Seguimiento de la evolución del tamaño de la población preadulta mediante el marcaje de aves y la realización de cuatro censos simultáneos anuales (Antor et al., 2005).

-Seguimiento de los factores de mortalidad. En la actualidad, 16 individuos radiomarcados con emisores GPS son controlados para estudiar las causas de mortalidad (A. Margalida, datos inéditos).

-Seguimiento de aves preadultas. Tiene como finalidad conocer los movimientos y asentamientos estacionales y por lo tanto las áreas importantes para las aves no reproductoras (Antor et al., 2005).

-Corrección de tendidos eléctricos. Tiene como finalidad señalizar y aislar los tendidos y soportes más peligrosos. En aplicación del plan de recuperación del quebrantahuesos en Aragón, se ha propuesto la corrección de 138 líneas eléctricas, 1.127 km y 4.804 postes (Gil, 2009).

-Plan de alimentación suplementaria. Tiene como objetivos incrementar la supervivencia preadulta, reducir el erratismo de los jóvenes y potenciar la capacidad reproductora de las parejas nidificantes (Hiraldo et al., 1979; Terrasse, 1985; Heredia, 1991b; Sesé et al., 2005). En la actualidad hay 27 comederos en Pirineos (Antor et al., 2005; Sesé et al., 2005). Sin embargo, los comederos son utilizados sobre todo (70%) por aves inmaduras (Heredia, 1991b). El seguimiento a largo plazo de 95 individuos marcados en Pirineos ha corroborado una correlación positiva entre alimentación suplementaria y supervivencia, pero solamente en preadultos (Oro et al., 2008). Los comederos han favorecido la formación de grandes agrupaciones de aves no territoriales dentro del área de cría, favoreciendo la saturación del hábitat. La localización de los comederos debería ser planificada con cuidado para evitar consecuencias demográficas indeseadas (Carrete et al., 2006a, b; 2009). La alimentación suplementaria específica a parejas reproductoras se ha propuesto como alternativa aunque los resultados sugieren que no se produce un incremento del éxito reproductor si los factores de mortalidad no-natural continúan operando (Margalida, 2010).

El quebrantahuesos acude pronto a los puntos de alimentación suplementaria para evitar interacciones con el buitre leonado. Esta especie se ve favorecida por una mayor biomasa de alimento en los comederos durante la crianza del pollo (Moreno-Opo et al., 2015)1.

El depósito en puntos de alimentación suplementaria de pequeños ungulados como ovejas y cabras troceados en piezas pequeñas favorece el consumo por parte del quebrantahuesos (Moreno-Opo et al., 2015)1.

-Regulación de las batidas de caza. Tiene como objetivo evitar el fracaso reproductivo debido a las molestias causadas (Antor et al., 2005; Arroyo y Razin, 2006).

-Vigilancia de nidos. El éxito de reproducción de 8 nidos vigilados de 6 parejas fue 2,5 veces superior que el de 23 nidos sin vigilancia de las mismas parejas (Layna y Rico, 1991).

-Seguimiento con videocámaras. La monitorización de los nidos con videocámaras permite identificar las causas del fracaso reproductivo y mejorar la productividad (Margalida et al., 2006). Este método permite optimizar el rescate del segundo pollo (Margalida et al., 2005, 2010).

-Programa de cría en cautividad. A partir del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en los Alpes (Llopis y Frey, 2005), se está desarrollando un programa de reproducción en cautividad con el objetivo de su reintroducción en el parque natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas (Simón et al., 2007) y se ha puesto en marcha un programa de recuperación del quebrantahuesos en el Parque Nacional de Picos de Europa (Báguena y Sánchez-Castilla, 2005).

Se ha propuesto un programa de reintroducción mediante translocaciones basado en la extracción de pollos extra criados en libertad obtenidos en territorios de poca calidad con un programa de alimentación suplementario. Este programa no tendría efectos relevantes a largo plazo sobre la viabilidad de la población donante pero habría una reducción de población durante el periodo inicial, lo que se podría amortiguar con la alimentación suplementaria. Este programa sería siete veces más barato que un programa de reproducción en cautividad (Ferrer et al., 2014)1. Sin embargo, una estimación de la tendencia de población para los próximos 30 años bajo diferentes escenarios demográficos y de extracción de huevos, pollos o volanderos proyecta declive poblacional en el 77% de los 57 escenarios analizados. Entre los 13 escenarios que predicen un incremento de población, solamente cuatro parecen realistas por lo menos si se mantienen constantes la edad en la primera reproducción y la productividad. Estas simulaciones recomiendan la suelta de juveniles criados en cautividad o la remoción solamente del segundo pollo nacido para su crecimiento en cautividad (Margalida et al., 2015)1.

-Contaminación por antiparasitarios. Se recomienda lavar con agua las patas de cordero para reducir los niveles de antiparasitarios antes de depositarlos en comederos (Mateo et al., 2015)1.

-Recuperación de ungulados silvestres. Se deberían recuperar las poblaciones de ungulados silvestres para mitigar la dependencia de los ungulados domésticos de los quebrantahuesos (Margalida y Martín-Arroyo, 2013)1.

 

Referencias

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Antoni Margalida
Grup d’Estudi i Protecció del Trencalòs
Apdo. 43, 25520 El Pont de Suert, Lleida

 Fecha de publicación: 11-02-2011

Otras contribuciones. 1. Alfredo Salvador. 11-10-2016

Margalida, A. (2016). Quebrantahuesos – Gypaetus barbatus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/