Culebrera europea - Circaetus gallicus (Gmelin, 1788)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Short-toed eagle, habitat, abundance, status, threats.

 

Hábitat

Las áreas ocupadas por la Culebrera coinciden evidentemente con las de sus presas, buscando por tanto zonas más o menos abiertas desde el nivel del mar hasta los 2.000 m y con escasas precipitaciones. Existen muy pocos estudios sobre el hábitat ocupado por la Culebrera Europea en España, donde la especie nidifica en árboles de buen porte y construye un nido no demasiado grande teniendo en cuenta el tamaño de la rapaz. Excepcionalmente, se ha constatado la nidificación de la especie en roquedos o en el suelo (Cramp y Simmons, 1980), aunque este hecho no se ha comprobado nunca en España. Según de Juana (1989), la especie anidaba en la década de los 80 tanto en bosques extensos con zonas despejadas próximas para la caza, como en árboles aislados. No obstante, los últimos datos de campo ponen de manifiesto que no ocupa bosques isla ni bosques riparios (Mañosa, 2003), lo que puede interpretarse como una pérdida de estos hábitats marginales de nidificación. En España parece nidificar preferentemente en zonas de pinar mediterráneo, aunque puede hacerlo en otro tipo de formaciones forestales como encinares y alcornocales y, en menor medida, robledales y hayedos (Román et al., 1996).

Selecciona grandes árboles para nidificar (Barrientos y Arroyo, 2014)5.

La heterogeneidad del medio parece favorecer la presencia de la especie. Estudios realizados en la región de Murcia concluyen que la proporción de cobertura forestal de pinares (a pequeña escala) y la cantidad de bordes de transición entre pinares y campos de agricultura extensiva (a mayor escala), son los mejores predictores de la presencia de la especie en la misma. Ambas variables explicaban el 13 % y 34 %, respectivamente, de la variación en la densidad de las parejas de culebrera en esta zona (Sánchez-Zapata y Calvo, 1999). En Andalucía, se ha comprobado igualmente como las variables relativas a la topografía y los usos del suelo son las que mejor pueden predecir la existencia de parejas nidificantes en la región (Bustamante y Seoane, 2004).

En el sureste de la península Ibérica, se distribuye en zonas con matorrales, probablemente porque en estos sitios puede localizar mejor y capturar presas. También prefiere zonas con cobertura intermedia de bosques, pues necesita árboles para nidificar. Además, la presencia de culebreras se correlaciona con la riqueza de especies de serpientes, lo que podría deberse a que depreda sobre varias especies o bien a que la presencia de culebreras favorece la diversidad de ofidios a través de la regulación de arriba hacia debajo de la comunidad de serpientes (Moreno-Rueda y Pizarro, 2007; Moreno-Rueda, 2011).1, 4

En otros países de Europa se han obtenido datos sobre el hábitat de nidificación de la Culebrera, que podrían ser en cierta medida extrapolables a las poblaciones ibéricas. Los bordes de los bosques de pinos son el principal hábitat de nidificación de la Culebrera en el centro de Europa (Ivanovsky, 2002). En Grecia, selecciona igualmente bosques maduros de pino, ubicando el nido en el tercio superior de las pendientes orientadas al sur, próximas a claros libres de vegetación, a una altura media de 8,6 m del suelo y 1,33 m del tronco del árbol. Esta patrón de selección de hábitat, puede contribuir a evitar las interferencias humanas en la proximidad de los nidos y favorecer la detectabilidad de sus presas (Bakaloudis et al., 2000, 2001).

 

Tamaño de población

La primera estimación del tamaño de la población reproductora española - 3.000 parejas - se debe a Garzón (1977). Su población reproductora se estimó en unas 1.450-1.700 parejas en los años ochenta (de Juana, 1989), si bien los últimos estudios de campo apuntan hacia una población de al menos 2.772 parejas (Mañosa, 2003).

En Guipúzcoa se estima una población máxima de 15 parejas (Aierbe et al., 2001), 75-150 en Burgos (Román et al.,1996), 42 en Madrid (Díaz et al.,1994), 50 en Navarra (Elósegui, 1985), 36-42 en la Comunidad Valenciana (Urios et al., 1991), 71-80 en Murcia (Sánchez-Zapata et al., 1995), 150 en Cataluña (Muntaner et al., 1983), 35-50 en Palencia (Jubete, 1997), 45-50 en Granada (Gil y Pleguezuelos, 2000), más de 200 en Aragón (Sampietro et al., 1998) y más de 300 en Extremadura (Mañosa, 2003).

La tabla 1 recoge los resultados del censo efectuado por la SEO en 2009-2010.3

 

Tabla 1. Estimas del número medio de territorios durante 2009-2010 con su intervalo de confianza al 90%.

 

Número medio de territorios

Intervalo de confianza

Andalucía

1.620

1.560-1.680

Aragón

1.340

1.280-1.400

Asturias

240

210-260

Cantabria

110

94-130

Castilla y León

1.760

1.680-1.830

Castilla-La Mancha

1.800

1.750-1.860

Cataluña

690

660-730

Comunidad Valenciana

680

640-730

Extremadura

980

940-1.020

Galicia

370

330-400

La Rioja

93

81-100

Madrid

120

100-140

Murcia

260

250-280

Navarra

190

170-210

País Vasco

120

100-140

 

Abundancia

La densidad de la especie puede estimarse en 1 pareja/52 km2 en Murcia, 1 pareja/142 km2 en Granada, 1 pareja/70 km2 en las sierras prelitorales catalanas, 1 pareja/85 km2 en Madrid, 1 pareja/100 km2 en la Comunidad Valenciana, y 1 pareja/58 km2 en Palencia (Mañosa, 2003). A pesar de los datos que indican una pérdida de los hábitats marginales de nidificación, algunos autores han señalado un incremento de sus efectivos poblacionales en algunas regiones (Mañosa, 2003), lo cual también puede haber coincidido con unas prospecciones de campo más meticulosas.

 

Estado de conservación

Categoría global IUCN (2009): Preocupación Menor LC (BirdLife International, 2011).2

Categoría España IUCN (2004): Preocupación Menor LC (Madroño et al., 2004).

Especie incluida en la categoría SPEC 3 (Tucker y Heath, 1994) a nivel europeo, es decir, especie cuyas poblaciones no están concentradas en Europa pero tienen un estado de conservación desfavorable en la misma. En España, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 439/1990), cataloga a la Culebrera Europea como especie "De Interés Especial", categoría de amenaza que mantiene en todas las comunidades autónomas donde está presente. Igualmente la especie está incluida en el Anexo I de la Directiva de aves (especies objeto de medidas de conservación), en el Anexo III del Convenio de Berna (especies objeto de reglamentación para mantener sus poblaciones fuera de peligro) y en el Anexo II del Convenio de Bonn (especies migratorias con estado de conservación desfavorable que precisan de la colaboración internacional para su conservación).

Muestreos realizados en carretera en Burkina Faso, Mali y Niger han mostrado una disminución significativa de culebreras en las zonas de invernada en áreas no protegidas, registrándose valores de 2,2 + 0,3 culebreras/100 km en 1969-1973 y 1,3 + 0,4 culebreras/100 km en 2003-2004 (Thiollay, 2006).1

 

Factores de amenaza

Alteraciones de hábitat

La disminución de las poblaciones de reptiles y la regeneración forestal en determinadas zonas rurales, parecen ser factores negativos para las culebreras españolas.

Mortalidad por electrocución y/o colisión con tendidos eléctricos

Por otra parte, la electrocución es un serio riesgo para esta especie en España. En una muestra (n= 434) de culebreras ingresadas en centros de recuperación durante el periodo 1990-2006, el 35,2% murieron en tendidos eléctricos; durante el periodo de estudio, el número de muertes en tendidos eléctricos ha aumentado (Martínez et al., 2016)6.

En un seguimiento realizado en Cataluña sobre el impacto de los tendidos eléctricos en las aves, la Culebrera fue una de las especies más perjudicada por los mismos, con un total de 17 individuos electrocutados en 507 postes revisados entre 1995 y 1999 (Mañosa, 2001).

Un estudio realizado en un centro de rehabilitación de Cataluña durante el periodo 1995-2007 mostró que el 29% ingresó por electrocución y el 4% por colisión (Molina-López et al., 2011)6.

Durante el periodo 1991-2006 se han registrado en la cordillera prelitoral de Barcelona un total de cuatro culebreras muertas por electrocución entre un total de 141 aves (Tintó et al., 2010)6.

Entre 2000 y 2010 se registraron 10 culebreras muertas por electrocución en las zonas periféricas y ninguna en el interior de zonas protegidas de la Comunidad Valenciana (Pérez-García et al., 2011)6.

El 73% de las culebreras ingresadas en centros de recuperación de Castilla-La Mancha durante el periodo 2006-2008 (n= 106) lo fue por electrocución (Castaño López, 2010)6.

Durante el periodo 1988-1996, se encontraron en las estribaciones de Sierra Morena oriental y el Campo de Montiel nueve culebreras muertas por electrocución entre un total de 274 rapaces (Guzmán y Castaño, 1998)6.

En un estudio en el que se controlaron 333 líneas y 6.304 postes de alta tensión en Ciudad Real y Albacete entre octubre 2004 y diciembre de 2009 registró 952 rapaces de las que 68 (7,3%) eran culebreras (Guil et al., 2011)6.

El monitoreo de 100 km de tendidos en el área del Parque nacional de Doñana mostró inicialmente siete culebreras electrocutadas más una durante el año siguiente (julio 1982-julio 1983) (Ferrer et al., 1991).2 Durante el periodo 1997-2003 se encontraron siete culebreras europeas muertas por electrocución en tres tendidos eléctricos de Andalucía (Buenavista, Villanueva de los Castillejos y Las Infantas) (Moleón et al., 2007) 5.

En Canarias se ha registrado una culebrera muerta en un tendido eléctrico de Lanzarote (Martín y Lorenzo, 2001)6.

Mortalidad por disparo

Muertes por disparos han sido igualmente citados a lo largo de los últimos años (Sánchez-Zapata et al., 1995).

En una muestra (n= 434) de culebreras ingresadas en centros de recuperación durante el periodo 1990-2006, el 12,9% murió por disparo, aunque el número de muertes por disparo ha disminuido durante el periodo de estudio (Martínez et al., 2016)6.

Un estudio realizado en un centro de rehabilitación de Cataluña durante el periodo 1995-2007 mostró que el 4% ingresó por disparos (Molina-López et al., 2011)6.

Expolio de nidos

El expolio de nidos ha sido citado a lo largo de los últimos años (Sánchez-Zapata et al., 1995).

En una muestra (n= 434) de culebreras ingresadas en centros de recuperación durante el periodo 1990-2006, el 7,4% murió por robo de nidos o cautividad (Martínez et al., 2016)6.

Mortalidad en campos eólicos

La culebrera es una de las especies de rapaces más sensibles a los campos eólicos terrestres según un índice de sensibilidad basado en atributos de las especies y otro de vulnerabilidad espacial desarrollado para la sierra de Boquerón (Valencia) (Noguera et al., 2010).2 En 14 meses de prospección en Cádiz se localizó el cadáver de un macho adulto (De Lucas et al., 2004). El seguimiento durante un año de dos campos eólicos en Tarifa permitió detectar la muerte de dos culebreras (Barrios y Rodríguez, 2004).2 En dos campos eólicos situados en Tarifa (Cádiz), se detectaron durante 10 años (1993-2003) siete culebreras muertas por colisión (de Lucas et al., 2008).2 Atienza et al. (2011) recogen 10 registros de muerte por colisión en parques eólicos de España5.

Mortalidad por atropello

López Redondo y López Redondo, 1992) registran un caso de mortalidad por atropello (un ejemplar de C. gallicus entre 10.288 aves) 5 y PMVC (2003) registran un caso de mortalidad por atropello en carretera (Un C. gallicus entre 16.036 aves5.

Un estudio realizado en un centro de rehabilitación de Cataluña durante el periodo 1995-2007 mostró que el 6% ingresó por atropello (Molina-López et al., 2011)6.

En una muestra (n= 434) de culebreras ingresadas en centros de recuperación durante el periodo 1990-2006, el 2,3% murió por colisión con vehículos (Martínez et al., 2016)6.

Colisión con alambradas

Un estudio realizado en un centro de rehabilitación de Cataluña durante el periodo 1995-2007 mostró que el 2% ingresó por colisión con alambradas (Molina-López et al., 2011)6.

 

Referencias

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Diego Ontiveros
Dpto. Biología Animal y Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada

Fecha de publicación: 2-06-2005

Otras contribuciones: 1: Alfredo Salvador. 6-03-2008; 2. Alfredo Salvador. 30-08-2011; 3. Alfredo Salvador. 6-09-2011; 4. Alfredo Salvador. 14-02-2014; 5. Alfredo Salvador. 22-07-2015; 6. Alfredo Salvador. 25-05-2016

Ontiveros D. (2016). Culebrera Europea – Circaetus gallicus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales. M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/