Halcón peregrino - Falco peregrinus Tunstall, 1771

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

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(C) Juan M. Varela

 

Identificación

Dorso entre gris-azulado y negro, vientre entre blanco y ocre, casco negro con una bigotera marcada y mejilla blanca.

Masa corporal: macho, 540-637 g; hembra, 775-970 g.

 

Voz

Los halcones emiten una notable variedad de sonidos dependiendo de las situaciones, del sexo y de la edad. Todos ellos son combinaciones de piídos más o menos largos y agudos.

 

Estatus de conservación

Categoría global IUCN (2012): Preocupación Menor LC.

Categoría para España IUCN (2002): No Evaluado NE (Península Ibérica e Islas Baleares); En Peligro EN (Islas Canarias).

La principal amenaza es el empleo de biocidas agrícolas y otros contaminantes. Otras amenazas son el expolio de nidos, la persecución directa, la mortalidad en tendidos eléctricos y la mortalidad en parques eólicos.

 

Distribución

Ampliamente distribuido por la península Ibérica, Baleares y Canarias, con las mayores densidades situadas en el tercio norte peninsular y Levante y las poblaciones más escasas en el cuadrante sur-occidental.

 

Hábitat

Las variables que determinan la selección de hábitat de nidificación del Halcón peregrino son el tamaño y abundancia de paredes rocosas, la presencia de huecos y repisas para realizar la puesta y la orientación, estando las tres variables estrechamente relacionadas entre sí. En algunas zonas donde abunda el alimento y escasean o faltan paredes naturales, los halcones anidan en canteras y torres de alta tensión.

Las variables que determinan el hábitat de caza son la abundancia de presas y su accesibilidad para el halcón. Las mayores concentraciones de territorios de halcones se localizan en torno a humedales, colonias de cría de aves marinas, acantilados costeros en rutas migratorias de paseriformes, limícolas y anátidas y llanuras cerealistas. Asimismo, se está dando un auge de los halcones urbanitas que explotan la abundancia de recursos de las grandes ciudades.

 

Movimientos

Los halcones españoles son sedentarios, aunque pueden darse casos de desplazamientos de corta distancia desde los lugares de nidificación a los lugares de caza invernales. Durante el invierno se recibe a un notable número de invernantes que llegan desde el centro y norte de Europa, distribuyéndose principalmente por las dos mesetas y el sur peninsular.

Los jóvenes, tras la independencia, realizan movimientos dispersivos. La tendencia es volver a los lugares de nacimiento, aunque esto depende de la situación poblacional y los huecos vacantes, por lo que no es raro que algunos ejemplares se instalen a notables distancias de donde nacieron.

 

Ecología trófica

Eminentemente ornitófago. Su espectro alimenticio abarca desde los pájaros más pequeños (Reyezuelo y Chochín) hasta aves del tamaño de la Garza real. Las preferencias tróficas guardan relación con la abundancia y disponibilidad de los diferentes tipos de presas y las conductas individuales.

El halcón caza desde posaderos o desde el aire, siendo más efectivo en el primer caso y cuanto menor es la distancia que deben recorrer hasta la presa. En los ataques desde el aire desarrollan los característicos picados que acaban con un golpe de garras contra la presa o atrapándola sin más. También realizan vuelos en persecución, menos efectivos. Muchas veces se unen ambos miembros de una pareja en la caza de una presa, resultando altamente eficaces.

 

Biología de la reproducción

Los halcones españoles suelen mantener la misma pareja a lo largo de todo el año, dándose interacciones que ayudan a estrechar los lazos durante el periodo invernal.

El celo comienza a finales del invierno, cuando ambos sexos realizan picados y juntan las garras en el aire. Las cópulas comienzan tres semanas antes de la puesta, que tiene lugar entre la tercera semana de febrero y finales de marzo, dependiendo de los factores meteorológicos y la latitud. La puesta suele ser de entre 2-4 huevos, rara vez uno y cinco.

Tras 28-33 días de incubación nacen los pollos. Durante las tres primeras semanas de vida requieren del calor y cuidados maternos para sobrevivir, dado que no son capaces de termorregular. La lluvia caída durante esta fase de crecimiento es el factor limitante del número medio de pollos que sobreviven. Tras los 24 días comienzan a despedazar por sí mismos las presas. A los 45 días de edad ya son capaces de volar, comenzando con pequeños vuelos en el entorno del nido para ir ampliando su radio de acción en varios kilómetros durante las dos primeras semanas de vida.

Dos meses después del primer vuelo los pollos ya se han independizado, aunque se dan casos de algunos ejemplares que se quedan en el territorio paterno hasta el invierno.

 

Interacciones entre especies

El caso más común de interacción es el del halcón con el cuervo. Ambas especies comporten los mismos hábitats de nidificación, siendo bastante normal que el halcón utilice los nidos hechos por los cuervos. La relación entre estas dos especies es de mutua tolerancia, pero manteniéndose alejados del nido de la otra especie. Se han dado casos de halcones que mataron cuervos y de cuervos que depredaron sobre pollos de halcón, aunque ambos sucesos son raros.

Las gaviotas, especialmente las patiamarillas, anidan en las proximidades de los halcones costeros, manteniendo una relación de respeto, aunque el halcón caza gaviotas y ataca a aquellas que puedan molestar, y las gaviotas, por su parte, cleptoparasitan a los halcones y atacan a los jóvenes con el fin de matarlos.

El Buitre leonado y el Alimoche seleccionan para anidar parámetros parecidos a los del halcón, por lo que suelen darse casos de competencia por los lugares de nidificación. Además, el halcón ataca agresivamente a ambas especies si se acercan al nido.

El Águila real, el Águila perdicera y el Búho real mantienen una relación de competencia-depredación con el halcón, siendo otro de los factores reguladores de la distribución poblacional.

Varias especies de aves, sobre todo las gaviotas, roban las presas a los halcones cuando estos los llevan al nido o al posadero. Normalmente guarda relación con el tamaño de la presa y el sexo del halcón, resultando que los machos que portan grandes presas muestran un vuelo pesado y rectilíneo que atrae la atención de los piratas.

Por otra parte, algunos halcones se han especializado en robar a otras especies, cornejas y milanos, arrebatándoles la comida en el aire. 

 

Patrón social y comportamiento

Los halcones dedican la mayor parte del día a descansar en los posaderos, oteando, cuidando las plumas o, simplemente, sesteando. Entre un 15% y un 20% del tiempo lo dedican al vuelo, bien sea de caza, de desplazamiento o de desarrollo de otros comportamientos. Las primeras horas del día suelen ser las de mayor actividad, pudiendo volar incluso en condiciones de total oscuridad.

Los halcones son muy agresivos en lo que a la defensa del territorio se refiere, advirtiendo primero y atacando después a los halcones que hagan peligrar sus dominios. El halcón atacado puede acabar con heridas de diferente consideración y en algunos casos puede resultar muerto.

 


Iñigo Zuberogoitia
Estudios Medioambientales Icarus s.l.
Pintor Sorolla 6 1ºC; 26007 Logroño

Fecha de publicación: 21-06-2005

Revisiones: 8-03-2007; 10-03-2008; 30-07-2012

Versión 23-08-2016

Zuberogoitia, I. (2016). Halcón peregrino – Falco peregrinus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/