Carbonero común - Parus major (Linnaeus, 1758)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Great Tit, activity, home range, behaviour.

 

Actividad

Mace (1989) realizó un estudio comparativo sobre el comportamiento de los machos a lo largo del día, durante la época de cría, en tres localidades europeas [Aracena (Huelva, España), Wytham (Inglaterra) y Turku (Finlandia)]. Se observó que las aves dedican más tiempo al descanso, y se retiran antes a dormir en relación al anochecer, cuanto más al norte (es decir, tienen más “tiempo libre” en lugares donde hay más horas de luz al día). El tiempo dedicado a la búsqueda de alimento aumentó al aumentar las horas de luz hacia el norte, pero no de forma proporcional. La distribución de actividades a lo largo del día fue similar en los tres sitios: mayor actividad de canto y menor de alimentación a primeras y últimas horas del día, con el tiempo de descanso repartido de forma más o menos homogénea.

Durante el periodo de incubación las hembras de una población de Sagunto (Comunidad Valenciana) están activas en promedio desde 7 min después de amanecer hasta 44 min antes de anochecer. La duración de actividad durante el día dura unas 12,5 h, dedicando 11,5 h al descanso nocturno. Las hembras dejan el nido una media de 23 veces durante el día, durando los periodos de incubación 26 min de media y los descansos 12 min. En conjunto, las hembras permanecen sobre los huevos el 67% de su periodo diario de actividad y fuera del nido el 33%. Según progresa el periodo de incubación, la duración de los descansos es menor (Alvarez y Barba, 2014c)1.

 

Dominio vital

No hay datos íbero-baleares.

 

Comportamiento

Patrón social

Durante el periodo otoño-invierno, la especie suele ir en grupos mono y heteroespecíficos reducidos con especies afines como el Herrerillo capuchino Lophophanes cristatus, y otras no tan afines como el Mosquitero común Phylloscopus collybita (Herrera, 1979), aunque hay poblaciones en las que no se forman estos bandos (Yavin, 1987, en Cramp y Perrins, 1993). En un encinar Quercus ilex de Huelva, el Carbonero común aparece en un 48% de los bandos observados, con una media de 1,65 individuos por bando Herrera (1979). La formación de estos grupos, con presencia de otros congéneres menos competitivos (subordinados) como el Carbonero garrapinos Periparus ater y el Herrerillo capuchino, permiten al Carbonero común aumentar el tiempo de alimentación disminuyendo el de vigilancia (Carrascal y Moreno, 1992). Estos autores lo han demostrado utilizando comederos artificiales, observando que el Carbonero común pasa de los 23 segundos dedicados a la vigilancia cuando va en solitario, hasta los 9 cuando va con otros de la misma especie o próxima (ej. Herrerillo común Cyanistes caeruleus). El porcentaje de tiempo de alimentación se reduce cuando come junto con una especie dominante, como el Trepador azul Sitta europaea (Carrascal y Moreno, 1992).

Los bandos suelen ser estables (p. ej., Ekman, 1989; Mattysen, 1990), y se establecen jerarquías, de modo que el orden de dominancia es: machos adultos > machos jóvenes > hembras adultas > hembras jóvenes (Carrascal et al., 1998). Los individuos dominantes tienen en general una mejor condición física (grosor del músculo pectoral), y reponen con más facilidad plumas perdidas (Carrascal et al., 1998). Barluenga et al. (2000) confirman esta organización jerárquica en una población del centro de España, clasificando los individuos en dominantes, subdominantes y subordinados en función de las interacciones entre pares de individuos. Los machos adultos fueron los individuos más dominantes, siendo las hembras juveniles los más subordinados. En general, los individuos dominantes fueron más grandes y pesados (ver también Carrascal et al., 1998), pero las diferencias morfológicas entre clases sociales desaparecen al eliminar el efecto del sexo, lo que sugiere que es el sexo el principal factor responsable de la dominancia social. Puede detectarse cierto comportamiento territorial de los machos durante el otoño (Dhondt, 1971).

Diversos trabajos muestran el valor de la coloración en diferentes zonas como señales hacia otros individuos en interacciones agonísticas. Así, se sabe que los carboneros, cuando se enfrentan a otros individuos de su especie, dirigen sus ataques a la mancha blanca de las mejillas, creando irregularidades de color negro debido a la pérdida de las plumas blancas (Ferns y Hinsley, 2004). Galván y Sanz (2009) han demostrado experimentalmente que la “pureza” del color blanco de las mejillas es una señal de dominancia. Por otro lado, diversos trabajos también han mostrado que individuos con una mayor banda negra en el pecho son más agresivos, dominantes sobre los que tienen bandas de menor tamaño (Senar, 2006; Quesada y Senar, 2007; Galván y Alonso-Álvarez, 2008), que esta señal es muy repetible dentro de los individuos de un año a otro (Senar y Quesada, 2006), y que es heredable (Quesada y Senar, 2009).

En general, la producción de plumas pigmentadas es costosa, bien sea porque los pigmentos deben obtenerse de la dieta, bien porque su producción implique compromisos metabólicos, por ejemplo, reduciendo la protección contra el estrés oxidativo (Alonso-Álvarez et al., 2008; Galván y Alonso-Álvarez, 2008). En esta línea, Galván (2010) ha mostrado que la coloración general del plumaje está relacionada con la condición corporal del individuo, de modo que los machos con mejor condición corporal tienen una coloración con mayor contribución relativa de la reflectancia a longitudes de onda corta en relación a las de onda larga. El blanco de las mejillas, el negro de píleo y banda ventral, el amarillo del vientre, y el verdoso del dorso contribuyen de manera especial al conjunto. Otros trabajos han examinado el valor indicador de algunas zonas concretas del plumaje. Así, Senar et al. (2003, 2008) han encontrado relaciones positivas entre la condición de los individuos y la coloración amarilla del pecho, en concreto con el valor de saturación. Por otro lado, el valor del tono está muy relacionado con la cantidad de pigmentos, sobre todo luteína, en las plumas, un indicador de la capacidad del individuo para incluir este pigmento, procedente fundamentalmente de las orugas (Slagsvold y Lifjeld, 1985), en la dieta (Senar et al., 2008). El tono también está relacionado con la anchura de las barras de crecimiento de las plumas de la cola (Senar et al., 2003), una medida de la eficiencia en la búsqueda de alimento.

Otros comportamientos

Los Carboneros comunes pueden dormir en huecos, cavidades, cajas-nido, etc. durante los meses más fríos, mientras que durante los meses con temperaturas más altas duermen entre la vegetación, aunque las hembras con huevos y pollos pequeños pasan la noche en los nidos (Hinde, 1952).

 

Referencias

Alonso-Álvarez, C., Pérez-Rodríguez, L., Mateo, R., Chastel, O, Viñuela, J. (2008). The oxidation handicap hypothesis and the carotenoid allocation trade-off. Journal of Evolutionary Biology, 21: 1789-1797.

Alvarez, E., Barba, E. (2014c). Within and between population variations of incubation rhythm of great tits Parus major. Behaviour, 151 (12-13): 1827-1845.

Barluenga, M., Barbosa, A., Moreno, E. (2000). Social relationships due to sex, age and morphology in Great tits Parus major wintering in a mountainous habitat of central Spain. Ardeola, 47: 19-27.

Carrascal, L. M., Moreno, E. (1992). Proximal costs and benefits of heterospecific social foraging in Great tit Parus major. Canadian Journal of Zoology, 70: 1947-1952.

Carrascal, L. M., Senar, J. C., Mozetich, I., Uribe, F., Domenech, J. (1998). Interaction between environmental stress, body condition, nutritional status, and dominance in Great tits. Auk, 115: 727-738.

Cramp, S., Perrins, C. M. (Eds.) (1993) Handbook of the Birds of Europe the Middle East and North Africa. The Birds of the western Palearctic. Volume VII. Flycatchers to Shrikes. Oxford University Press, Oxford.

Dhondt, A. A. (1971). Some factors influencing territory in the Great tit, Parus major L. Gerfaut, 61: 125-135.

Ekman, J. (1989). Ecology of non-breeding social systems of Parus. Wilson Bulletin, 101: 263-288.

Ferns, P. N., Hinsley, S. A. (2004). Immaculate tits: head plumage pattern as an indicator of quality in birds. Animal Behaviour, 67: 261-272.

Galván, I. (2010). Plumage coloration can be perceived as a multiple condition-dependent signal by Great tits Parus major. Ibis, 152: 359-367.

Galván, I., Alonso-Álvarez, C. (2008). An intracellular antioxidant determines the expression of a melanin-based signal in a bird. PLoS ONE, 3: 1-7.

Galván, I., Sanz, J. J. (2009). Cheek plumage uniformity as a social status signal in Great tits. Annales Zoologici Fennici, 46: 271-282.

Herrera, C. M. (1979). Ecological aspects of heterospecific flocks formation in a Mediterranean passerine bird community. Oikos, 33: 85-96.

Hinde, R. A. (1952). The behaviour of the Great tit (Parus major) and some other related species. Behaviour, Supplement 2.

Mace, R. (1989). A comparison of Great tits (Parus major) use of time in different day-lengths at three European sites. Journal of Animal Ecology 58: 143-151.

Matthysen. E. (1990). Nonbreeding social organization in Parus. Pp. 209-249. En: Power, D. M. (Ed.). Current Ornithology, vol. 17. Plenum Press, New York.

Quesada, J., Senar, J. C. (2007). The role of melanin- and carotenoid-based plumage coloration in nest defence in the Great tit. Ethology, 113: 640-647.

Quesada, J., Senar, J. C. (2009). Cross-fostering experiments to compare carotenoid-and melanin-based plumage traits and long-term parental effects in post-moulted Great tits. Behaviour, 146: 1235-1251.

Senar, J. C. (2006). Bird colors as intrasexual signals of aggression and dominance. Pp. 125-193. En: Hill, G. E., McGraw, K. J. (Eds.). Bird Coloration. 2. Function and Evolution. Harvard University Press, Cambridge.

Senar, J. C., Figuerola, J., Domènech, J. (2003). Plumage coloration and nutritional condition in the Great tit Parus major: the roles of carotenoids and melanins differ. Naturwissenschaften, 90: 234-237.

Senar, J. C., Negro, J. J., Quesada, J., Ruiz, I., Garrido, J. (2008). Two pieces of information in a single trait? The yellow breast of the Great tit (Parus major) reflects both pigment acquisition and body condition. Behaviour, 145: 1195-1210.

Senar, J. C., Quesada, J. (2006). Absolute and relative signals: a comparison between melanin- and carotenoid-based patches. Behaviour, 143: 589-595.

Slagsvold, T., Lifjeld, J. T. (1985). Variation in plumage colour of the Great tit Parus major in relation to habitat, season and food. Journal of Zoology, 206: 321-328.

 

 

Francisco Atiénzar, Elena Álvarez y Emilio Barba

Instituto “Cavanilles” de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBiBE)

Departamento de Vertebrados Terrestres, Universidad de Valencia

C/ Catedrático José Beltrán nº 2, 46980 Paterna (Valencia)

Fecha de publicación: 5-12-2012

Otras contribuciones: 1. Alfredo Salvador. 12-04-2016

Atiénzar, F., Álvarez, E., Barba, E. (2016). Carbonero común – Parus major. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Morales, M. B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org