Pato colorado - Netta rufina (Pallas, 1773)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

 

Voz

 

 

Movimientos

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

Key words: Red-crested pochard, pursuit flights, social behaviour, time budgets

 

Comportamiento

El pato colorado es una especie gregaria. La actividad diurna dominante durante la mayor parte del año es el sesteo, dedicando tiempo a alimentarse principalmente a primeras horas del día y últimas de la tarde. Las parejas se forman en invierno, cuando se pueden observar las primeras cópulas. Es monógamo estacional y hay indicaciones de comportamiento promiscuo. Utiliza los vuelos de persecución como un mecanismo de espaciamiento de las parejas durante la temporada de cría.

Actividad

Van Impe (1985) registró la actividad de los patos colorados durante el periodo de muda (agosto) en el embalse del Ebro (Santander/Burgos). En las primeras horas de la mañana los patos se dedicaron principalmente a sestear, incrementando el tiempo de aseo y natación en las horas centrales del día y hasta media tarde, para dedicarse principalmente a la alimentación a última hora de la tarde.

Döpfner et al. (2009) analizaron la actividad de los patos colorados en el lago de Constanza (Suiza, Alemania, Austria) durante el periodo de muda. Encontraron diferencias entre los patos que estaban mudando las plumas de las alas y los que ya las habían mudado; los primeros pasaron más tiempo alimentándose. En general, el patrón de actividad diurna fue similar al encontrado por Van Impe (1985) en el pantano del Ebro, pero en el lago de Constanza los patos colorados dedicaron más tiempo a la alimentación diurna.

Boutin (1986) puso de manifiesto en un estudio en la Camarga (Francia) que durante la invernada (noviembre-marzo) los patos colorados pasaron gran parte de las horas diurnas sesteando (72% − 89% del tiempo), seguido de la natación (8% − 22%) y el aseo (1% − 5%). Dedicaron muy poco tiempo a alimentarse durante el día (< 2%).  En la Camarga el tiempo de sesteo fue mayor en las horas centrales del día y el de cortejo a primera hora de la mañana y última de la tarde.

Durante la invernada en el noroeste de Argelia la actividad diurna dominante fue la alimentación (41%), seguida de la natación (33%) y el aseo (16%), siendo el tiempo dedicado al sesteo (6%) menor que en otras localidades (Oudihat et al., 2017).

En Bengala Occidental (India), Mukherjee et al. (2020) estudiaron variaciones mensuales en la actividad diurna de los patos colorados a lo largo del invierno. Durante todos los meses la principal actividad fue el sesteo (43% − 47% del tiempo), seguida de la alimentación (11% − 17%) y el aseo (9% − 12%).

Dominio vital

Se carece de información sobre las características del dominio vital. Los patos colorados no establecen territorios propiamente dichos. Los nidos suelen estar dispersos, pero en ocasiones pueden estar a 30 m unos de otros (Cramp y Simmons, 1977). 

Patrón social y comportamiento

Por su comportamiento, el pato colorado muestra cierta afinidad con los patos de superficie (Anatini), aunque es más similar a los porrones (Aythyni) (Lind, 1958, 1962; Platz, 1964, 1974; Johnsgard, 1965; Bauer y Glutz von Blotzheim, 1969). Es una especie gregaria durante la mayor parte del año. En las zonas donde pasa el invierno forma agregaciones de tamaño mediano, pero en las de muda se puede presentar en grandes bandadas (Cramp y Simmons, 1977; Madge y Burn, 1988). En las marismas del Guadalquivir el tamaño de los grupos durante el invierno es muy variable y por término medio está compuesto por menos de 75 individuos (véase Estructura y dinámica de poblaciones).

Los cortejos para la formación de parejas tienen lugar en las zonas de invernada. Esos cortejos se realizan en grupo y en ellos hay un predominio numérico de machos (véase Biología de la reproducción: Formación de parejas).

Según Lind (1958) el cortejo consta de cuatro fases: durante la inicial se realizan movimientos no ritualizados, en tanto que durante las otras realizan movimientos ritualizados (sacudir tanto cabeza como cuerpo, aletear) y se emite una llamada de cortejo de tono bajo (véase Voz). Durante una de esas fases los machos que cortejan se persiguen entre sí. Las hembras indican la preferencia sobre un macho incitándolo, para lo cual lo señalan con el pico (Lind, 1958; Johnsgard, 1965).

Las cópulas están precedidas por comportamientos ritualizados (Lind, 1962) y pueden ocurrir mucho antes del comienzo de la temporada de cría (a partir de diciembre en las marismas del Guadalquivir), lo que se considera un mecanismo usado por las hembras para que los machos mantengan la atención sobre ellas, protegiéndolas del acoso de otros machos (Ashcroft, 1976). Las cópulas observadas en las marismas del Guadalquivir siempre ocurrieron sobre el agua, permaneciendo la hembra completamente hundida y apenas sacando la cabeza sobre la superficie. Inmediatamente antes de la cópula, los dos miembros de la pareja permanecieron con los cuellos estirados, sacudiendo rítmicamente sus picos durante 2-3 minutos. A continuación los machos se situaron tras las hembras, que estiraron los cuellos a ras de agua para que sus parejas las montasen. Las cópulas propiamente dichas duraron entre 2 y 13,9 segundos (n = 7). Tras las cópulas las hembras se acicalaron, metiendo 2-3 veces la cabeza en el agua; tanto machos como hembras levantaron el pecho sobre la superficie del agua y aletearon. En dos ocasiones, las parejas volvieron a iniciar el comportamiento pre-copulatorio, efectuando nuevas cópulas casi inmediatamente después de las primeras (J. A. Amat, obs. pers.).

El pato colorado es una especie monógama estacional, con indicaciones de promiscuidad (Bauer y Glutz von Blotzheim, 1969; Cramp y Simmons, 1977). En primavera los patos se dispersan por los sitios de nidificación. Durante el periodo de fertilidad de las hembras, los machos permanecen en la proximidad de los nidos, custodiando a las hembras frente a intentos de cópula por otros machos. Aunque no defienden territorios propiamente dichos, utilizan los vuelos de persecución como un mecanismo de espaciamiento de las parejas (véase Biología de la reproducción: Vuelos de persecución). Esos vuelos suelen originarse cuando una pareja llega al sitio donde está otra y la hembra intrusa es atacada por el macho de la otra pareja (Platz, 1974). Al escapar volando la hembra, ésta es seguida por los dos machos. En las marismas del Guadalquivir la mayor frecuencia de vuelos de persecución en los que participaron dos machos tras una hembra se registró entre la primera quincena de abril y la primera de mayo (Figura 1), siendo la distribución temporal de esos vuelos muy similar a la del período de puestas (Amat, 1982).

 

Figura 1. Número de vuelos de persecución en los que estuvieron implicados dos machos (izquierda) o más de dos machos (derecha) de pato colorado tras una hembra en las marismas del Guadalquivir entre marzo y junio (períodos quincenales).

 

Otros vuelos de persecución se originan cuando las hembras hacen recesos en la incubación y son perseguidas por varios machos que intentar realizar cópulas forzadas  (Platz, 1974). En las marismas del Guadalquivir los vuelos en los que participaron más de dos machos tras una hembra ocurrieron con mayor frecuencia en la segunda quincena de abril (Figura 1), una vez que ya se habían iniciado muchas puestas. El número máximo de machos implicados en un vuelo de persecución tras una hembra en las marismas del Guadalquivir fue 6 (J. A. Amat, inédito), que es menor que el número máximo registrado en otros lugares (hasta 15, véase Biología de la reproducción: Vuelos de persecución).

En las marismas del Guadalquivir la duración de los vuelos en los que participaron dos machos tras una hembra fue más corta (84,3 ± 71,3 segundos, n = 6) que cuando participaron más de dos machos (159,8 ± 109,0, n = 4) (J. A. Amat, inédito).

En las marismas del Guadalquivir muchos patos colorados empezaron a agruparse en bandadas cada vez mayores una vez que hubo muchas hembras incubando o atendiendo pollos. Así, en la segunda quincena de mayo el tamaño de los grupos fue de 60,0 ± 61,8 individuos (n = 4) y en la primera quincena de junio de 114,0 ± 68,0 (n = 10), coincidiendo con el inicio de la migración de muda (Amat et al., 1987).

Para otros aspectos del comportamiento véanse Ecología trófica y Biología de la reproducción.

 

Agradecimientos

María Ángeles Martín, Tony D. Fox y Petr Musil proporcionaron bibliografía. Juan Varela realizó un magnífico dibujo para ilustrar la portada. Rubén Rodríguez Olivares cedió fotografías para ilustrar el texto. Carlos Ruíz escaneó varias diapositivas. SEO/BirdLife proporcionó los resultados de los censos invernales de patos colorados en España. Manolo Máñez facilitó el acceso a los datos sobre censos en las marismas del Guadalquivir.

 

Referencias

Amat, J. A. (1982). The nesting biology of ducks in the Marismas of the Guadalquivir, south-western Spain. Wildfowl, 33: 94-104.

Amat, J. A., Lucientes, J., Ferrer, X. (1987). La migración de muda del pato colorado (Netta rufina) en España. Ardeola, 34: 79-88.

Ashcroft, R. E. (1976). A function of the pair bond in the common eider. Wildfowl, 27: 101-105.

Bauer, K.M., Glutz von Blotzheim, U. N. (1969). Handbuch der Vögels Mitteleuropas. Band 3. Akademische Verlagsgesellschaft, Frankfurt am Main.

Boutin, J. (1986). Comportement diurne de la nette rouse, Netta rufina P., pendant son hivernage en Camargue. Revue d'Ecologie (Terre et Vie), 41: 261-269.

Cramp, S., Simmons, K.E.L. (1977). Handbook of the birds the Western Palearctic. Vol. 1. Oxford University Press, Oxford.

Döpfner, M., Quillfeldt, P., Bauer, H.-G. (2009). Changes in behavioral time allocation of waterbirds in wing-molt at Lake Constance. Waterbirds, 32: 559-571.

Johnsgard, P. A. (1965). Handbook of waterfowl behavior. University of Nebraska Press, Lincoln.

Lind, H. (1958). Eine Untersuchung über das Balzverhalten der Kolbenente (Netta rufina Pallas). Zeitschrift für Tierpsychologie, 15: 99-111.

Lind, H. (1962). Zur Analyse des sexuellen Verhalten der Kolbenente, Netta rufina (Pallas). Zeitschrift für Tierpsychologie, 19: 607-625.

Madge, S., Burn, H. (1988). Wildfowl: An identification guide to the ducks, geese and swans of the world. Christopher Helm, London.

Mukherjee, A., Pal, S., Mukhopadhyay, S. K. (2020). Diurnal time-activity budget and foraging techniques of red-crested pochards (Netta rufina) wintering at the wetlands of West Bengal, India. Turkish Journal of Zoology, 44: 424-439.

Oudihat, K., Moulaï, R., Houhamdi, M. (2017). Phénologie et budget temps diurne en période hivernale de la nette rousse (Netta rufina) et de l'erismature à tête blanche (Oxyura leucocephala) à Dayet El Ferd (nord-ouest algérien). Bulletin de la Societé Zoologique de France, 142: 49-62.

Platz, F. (1964). "Zeremonielles Füttern" bei der Kolbenente Netta rufina. Journal für Ornithologie, 105: 190-196.

Platz , F. (1974). Untersuchungen über die Ontogenese von Auscruckbewegungen und Lautäuẞerungen bei der Kolbenten (Netta rufina Pallas) mit einem Beitrag zur Anatomie des Stimmapparates. Zeitschrift für Tierpsychologie, 36: 293-428.

Van Impe, J. (1985). Contribution à la mue des rémiges chez la nette à huppe rousse Netta rufina (Pallas) en Espagne du Nord. Alauda, 53: 1-10.

Juan A. Amat
Estación Biológica de Doñana (CSIC). Sevilla


Gustavo Ballesteros
Departamento de Geografía. Universidad de Murcia

 

Alfredo Salvador
Las Rozas de Madrid, Madrid

Fecha de publicación: 5-05-2021

Amat, J. A., Ballesteros, G., Salvador, A. (2021). Pato ColoradoNetta rufina. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. López, P., Martín, J. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/