Salamandra rabilarga - Chioglossa lusitanica Barboza du Bocage, 1864

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Keywords: Golden–striped salamander, reproduction, age, clutch size.

 

Biología de la reproducción

Para su reproducción, las salamandras rabilargas se reúnen en lugares concretos (minas, fuentes subterráneas) caracterizados por estructuras rocosas con fuerte pendiente, muchas veces verticales, con elevada humedad y agua corriente limpia con temperatura y cauce constante (Gonçalves, 1963; Arntzen, 1981; De la Peña, 1984; Vences, 1990). Parece existir fidelidad hacia estos lugares de apareamiento y ovoposición (Arntzen, 1981, 1995). Una característica probablemente importante de estos lugares es una temperatura muy constante, sobre todo del agua; Vences (1990), observó temperaturas de 12 y 14°C en dos lugares de Coruña, con oscilaciones anuales de menos de 2°C. En otro lugar de apareamiento, en Pontevedra, la temperatura del aire sólo osciló entre 15 y 20°C durante un año entero (Vences, 1990).

Sequeira et al. (2001) señalan que en la mina de Inferno, junto a Porto, las puestas se encuentran tanto en las paredes como entre las raíces sumergidas. Estos autores señalan que el número de huevos depositados en dicha mina varió entre los años 1994 y 2000, citándose un mínimo de 781 huevos en el año 1996 y 3.732 huevos en el año 2000.1

A diferencia de otros salamándridos, la cloaca de los machos carece de glándulas dorsales, lo que podría estar relacionado con el tipo de cortejo (Brizzi et al., 1999).2

El acoplamiento es terrestre y fué descrito por primera vez por Thorn (1966) y más tarde en detalle por Arnold (1987). Las observaciones de otros autores (Arntzen, 1981; Vences, 1989, 1990; Gilbert y Malkmus, 1989) coinciden con esta descripción.


Figura 1. Apareamiento de Chioglossa lusitanica. (C) M. Vences

 

El macho en celo adopta una postura erguida en sus extremidades anteriores, y sigue a cualquier salamandra en movimiento. Si ésta resulta ser una hembra, el macho la toca brevemente con su cabeza, se desliza por debajo y agarra con sus miembros anteriores los de la hembra. Durante el acoplamiento, que puede durar por lo menos 20 minutos, el macho suele mostrar diferentes tipos de movimientos, como undulaciones del cuerpo, de la cola o de la cabeza, durante las que el macho roza con sus partes dorsales las partes ventrales de la hembra (Arnold, 1987). A veces, dos machos pueden simultáneamente acoplarse con una hembra, y en vez de agarrar a la hembra por las extremidades anteriores esto puede ocurrir por equivocación por las extremidades posteriores (Vences, 1990).

Se ha descrito un comportamiento de giros rotacionales durante el amplexus. Observaciones realizadas en 19 amplexus indican que en el 73,7% de los casos se produjeron giros. Tras una pausa más o menos breve (5 – 80 s), los giros volvieron a repetirse. En la mayor parte de los casos ambos individuos terminaron separándose, aunque en dos ocasiones finalmente la hembra se inmovilizó y el amplexus terminó con la deposición del espermatóforo en 25 – 40 min. Los amplexus en que no se produjeron giros fueron minoritarios (26,3%), pero en ellos el 60% (n= 5) terminó con la deposición del espermatóforo en 16 – 22 min. Estas observaciones sugieren que la rotación de la hembra sobre sí misma es un comportamiento de defensa y rechazo (Galán, 2008).3

Como todos los salamándridos, Chioglossa presenta fecundación interna. Durante el acoplamiento, el macho deposita una estructura gelatinosa, el espermatóforo, que la hembra posteriormente introduce en su cloaca. Esta estructura, en Chioglossa, es un cono regular de una altura de 5 mm y un diámetro basal de 2 mm. Está cubierto de una capa de esperma de menos de 1 mm en diámetro (Arnold, 1987).

 

Figura 2. Adultos junto a una puesta. (C) M. Vences

 

El periodo de reproducción es bastante variable en diferentes partes de su área de distribución. En las poblaciones mejor estudiadas, en el noroeste de Portugal, se encontraron puestas entre agosto y diciembre y larvas eclosionando entre octubre y enero (Arntzen, 1981; Veenstra, 1986; Vences, 1989, 1990; Gilbert y Malkmus, 1989), aunque parece haber variación entre años también en estas poblaciones (Sequeira et al., 2003). En la provincia de Pontevedra, De la Peña (ver Vences, 1990) observó puestas entre junio y noviembre. En cambio, Vences (1989, 1990), en poblaciones de La Coruña, pudo observar apareamientos en mayo y junio, y encontró larvas recientemente eclosionadas en febrero, lo cual indica puestas ya en lo meses invernales (diciembre-enero).

En el noroeste de Portugal, donde el ciclo reproductor está mejor estudiado, Sequeira et al. (2003) encontraron variación anual tanto en los ciclos de los machos como en el de las hembras. Espermatogénesis y ovogénesis ocurren sobre todo en verano y otoño. También el peso de otros órganos (gónadas, hígado y cola) presentaron variación anual que posiblemente está relacionada con el ciclo reproductor. El número de huevos en hembras grávidas era de 9-34 (media 17,8), claramente correlacionado con la longitud cabeza-cuerpo de las hembras pero no con su longitud relativa de la cola o su edad (Sequeira et al., 2003).

 

Demografía

En poblaciones portuguesas, basado en estudios de esquelotocronología, las larvas presentan edades de uno o dos años, mientras que la edad modal en individuos adultos es de 5-6 años y los individuos más viejos encontrados tenían una edad de ocho años. La madurez sexual se alcanza 4-5 años después de la metamorfosis, con longitudes cabeza-cuerpo de 43-44 mm en machos y en hembras (Teixeira et al., 1998; Lima et al., 2001). La tasa de crecimiento puede presentar variaciones importantes entre poblaciones, aunque normalmente las larvas crecen menos en los meses invernales.

 

Referencias

Arnold. S. J. (1987). The comparative ethology of courtship in salamandrid salamanders. 1. Salamandra and Chioglossa. Ethology,74: 133-145.

Arntzen, J. W. (1981). Ecological observations on Chioglossa lusitanica (Caudata, Salamandridae). Amphibia-Reptilia, 1: 187-203.

Arntzen, J. W. (1995). Temporal and spatial distribution of the golden-striped salamander (Chioglossa lusitanica) along two mountain brooks in northern Portugal. Herpetological Journal, 5: 213-216.

Brizzi, R., Delfino, G., Rebelo, R., Sever, D. M. (1999). Absence of dorsal glands in the cloaca of male Chioglossa lusitanica and the possible correlation with courtship mode. Journal of Herpetology, 33 (2): 220-228.

De la Peña, F. (1984). La desconocida biología de la salamandra rabilarga. Vida Silvestre, 50: 103-109.

Galán, P. (2008). El comportamiento de giros rotacionales en el amplexus de la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica). Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 44-47.

Gilbert, A., Malkmus, R. (1989). Laichplatz von Chioglossa lusitanica in einem Bergwerksstollen in Portugal. Herpetofauna, 11 (61): 6-8.

Gonçalves, L. (1963). A reprodução de Chioglossa lusitanica Bocage. Algumas notas. Naturalia, 8: 72-74.

Lima, V., Arntzen, J. W., Ferrand, N. (2001). Age structure and growth patterns in two populations of the golden-striped salamander Chioglossa lusitanica (Caudata, Salamandridae). Amphibia-Reptilia, 22: 55-68.

Sequeira, F., Ferrand, N., Crespo, E. G. (2003). Reproductive cycle of the golden-striped salamander Chioglossa lusitanica (Caudata, Salamandridae) in NW Portugal. Amphibia-Reptilia, 24: 1-12.

Sequeira, F., Teixeira, J., Goncalves, H. (2001). Chioglossa lusitanica (golden-striped salamander). Reproduction. Herpetological Review, 32 (3): 177.

Teixeira, J., Sequeira, F., Alexandrino, J., Ferrand, N. (1998). Bases para a Conservaçao da Salamandra-lusitanica (Chioglossa lusitanica). Estudos de Biologia e Conservaçao da Natureza, 22: 1-34.

Thorn, R. (1966). Observations sur l'accouplement chez le chioglosse portugais (Chioglossa lusitanica Bocage, 1864. Salamandridae). Archs. Inst. gr.-duc. Luxemb. (Sect. Sci. nat. phys. math.; n.s.), 31: 165-167.

Veenstra, G. (1986). Heeft de aanplant van eucalyptus gevolgen voor de goudstreepsalamander, Chioglossa lusitanica? Lacerta, 44: 106-115.

Vences, M. (1989). Biología de la salamandra rabilarga. Quercus, 42: 19-23.

Vences, M. (1990). Untersuchungen zur Ökologie, Ethologie und geographischen Variation von Chioglossa lusitanica Bocage, 1864. Salamandra, 26: 267-297.

 

  Miguel Vences
Institute for Biodiversity and Ecosystem Dynamics
Zoological Museum, University of Amsterdam
PO Box 94766, 1090 GT Amsterdam, Holanda

Fecha de publicación: 23-06-2003

Otras contribuciones: 1: Alfredo Salvador. 13-12-2004; 2: Alfredo Salvador. 13-12-2004; 3: Alfredo Salvador. 12-03-2009

Vences, M. (2015). Salamandra rabilarga - Chioglossa lusitanica. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Martínez-Solano, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/