Tritón alpino - Ichthyosaura alpestris (Laurenti, 1768)

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Portada

 

Identificación

 

Estatus de conservación

 

Distribución

 

Hábitat

 

Ecología trófica

 

Biología de la reproducción

 

Interacciones entre especies

 

Comportamiento

 

Bibliografía

 

 

 

Key words: Alpine Newt, activity, home range, behaviour.

 

Actividad

La actividad anual de esta especie depende de la climatología, por lo que la actividad de las poblaciones que habitan en cotas bajas difiere de la de aquellas poblaciones que viven en zonas de montaña de mayor altitud. En general, se produce un retraso progresivo del inicio de la actividad reproductora conforme las temperaturas medias son más frías. En zonas bajas pueden encontrarse en el agua a partir del mes de febrero, alcanzándose las máximas densidades en abril y mayo. En zonas de montaña la llegada de los adultos al agua se retrasa hasta marzo o abril y las mayores densidades pueden observarse en mayo. Lo más común es que abandonen los medios acuáticos desde junio a agosto, aunque en algunas poblaciones permanecen en el agua hasta septiembre u octubre y algunos ejemplares pueden llegar a permanecer en el agua todo el año (Diego-Rasilla y Ortiz-Santaliestra, 2009).

Se encuentran en el agua en el mes de febrero en poblaciones costeras y de baja altitud de Asturias, alcanzándose las densidades máximas en abril y mayo, y disminuyendo el número de efectivos en junio (Braña, 1980). En zonas de media montaña de Cantabria habitualmente inician su migración hacia las charcas de reproducción a mediados del mes de marzo, alcanzándose las densidades máximas entre finales del mes de abril y mayo; además, los machos son los primeros en acudir a las charcas, mientras que las hembras no resultan abundantes hasta mayo (Diego-Rasilla, 2003b); en estas poblaciones cántabras el número de tritones en el agua disminuye significativamente a partir de junio, aunque es posible encontrar tritones adultos en el agua durante los meses de julio y agosto. En poblaciones situadas al norte de  Burgos se encuentran adultos en el agua a partir del mes de marzo, con máximos en mayo y junio; en estas poblaciones burgalesas pueden encontrase adultos en el agua hasta el mes de octubre (Barbadillo, 1987). En el Parque Nacional de los Picos de Europa se han observado adultos en el agua desde mediados de marzo hasta principios del mes de octubre (Ayllón et al., 2010). En los Picos de Europa las poblaciones de gran altitud (alrededor de 2.000 m) inician la fase acuática con bastante retraso en comparación con las poblaciones de cotas inferiores; así, debido a las condiciones climáticas, pueden iniciar la fase acuática en el mes de junio y permanecer en el agua hasta el otoño. En Peñalara el período acuático se extiende desde abril hasta finales del verano (Martínez-Solano et al., 2002).

La mayor o menor fidelidad a los puntos de reproducción parece estar relacionada con las características del medio acuático. En medios más predecibles las dinámicas metapoblacionales son proclives a la fidelidad a las charcas de origen, mientras que en medios más impredecibles, las dinámicas metapoblacionales tienden a la dispersión de los tritones (Perret et al., 2003).

Registran su mayor actividad durante el crepúsculo y la noche, sobre todo durante su fase terrestre. En su fase acuática permanecen durante el día en las zonas más sombreadas de los medios acuáticos (Montori y Herrero, 2004; Diego-Rasilla y Ortiz-Santaliestra, 2009).

 

Dominio vital

No hay datos ibéricos.

 

Movimientos

Normalmente, los machos son los primeros en acudir a los puntos de reproducción. En diversas poblaciones se ha comprobado que regresan en años sucesivos a los medios en los que se reproducen, y su capacidad de orientarse de regreso a estos puntos de reproducción está bien documentada (Joly y Miaud, 1989, 1993; Diego-Rasilla, 2003b; Diego-Rasilla y Luengo, 2004; Diego-Rasilla et al., 2005). En condiciones experimentales, son capaces de orientarse en ausencia de estímulos acústicos o visuales (Fontanet, 1991), lo que sugiere que pueden orientarse utilizando otros tipos de información. Se ha demostrado que pueden utilizar estímulos olfativos para orientarse hacia los medios acuáticos desde distancias cortas (45 – 110 m) (Joly y Miaud, 1993). También pueden utilizar una combinación de estímulos celestes y magnéticos para orientarse en sus migraciones hacia las charcas en las que se reproducen (Diego-Rasilla, 2003b; Diego-Rasilla y Luengo, 2004; Diego-Rasilla et al., 2005). En experimentos realizados durante la noche, bajo cielos parcialmente nublados y cielos totalmente cubiertos de nubes se ha demostrado que utilizan un compás magnético para orientarse de regreso a las charcas. Así, después de haber sido desplazados experimentalmente desde las charcas en las que se reproducen hasta lugares situados a algo más de 9 km, son capaces de orientarse durante la noche en la dirección de regreso a las charcas utilizando el campo magnético terrestre como única fuente de información direccional (Diego-Rasilla et al., 2005). El compás magnético del tritón alpino funciona bajo los débiles niveles de luz nocturna, incluso en ausencia de la luz de la luna, pero no bajo oscuridad total (Diego-Rasilla, 2003b; Diego-Rasilla et al., 2005; Diego-Rasilla y Rodríguez-García, 2007). El conjunto de la información disponible sugiere que el campo geomagnético es la fuente de información más importante utilizada por los tritones alpinos para orientarse hacia las charcas en las que se reproducen, al menos bajo cielos parcialmente nublados, cuando la luna se oculta tras las nubes, y bajo cielos completamente cubiertos (Diego-Rasilla et al., 2005).

Las larvas de tritón alpino se orientan en la oscuridad de acuerdo con el campo magnético y se desorientan cuando la componente horizontal del vector magnético es suprimida experimentalmente (Schlegel y Renner, 2007).

 

Comportamiento

Ver apartado de Reproducción.

 

Referencias

Ayllón, E., Bosch, J., Diego-Rasilla, F. J., Hernández, P. L., Mora, A., Rodríguez-García, L. (2010). Anfibios y reptiles del Parque Nacional de los Picos de Europa. Serie Técnica. Naturaleza y Parque Nacionales. Organismo Autónomo Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente y el Medio Rural y Marino, Madrid. 211 pp.

Barbadillo, L. J. (1987). La guía INCAFO de los anfibios y reptiles de la Península Ibérica, Islas Baleares y Canarias. INCAFO. Madrid. 694 pp.

Braña, F. (1980). Notas sobre el género Triturus Rafinesque, 1815. (Amphibia: Caudata). I. Observaciones fenológicas y sobre el desarrollo larvario de Triturus marmoratus, T. alpestris y T. helveticus. Bol. C. Naturales I.D.E.A., 26: 211-220.

Diego-Rasilla, F. J. (2003b). Homing ability and sensitivity to the geomagnetic field in the alpine newt, Triturus alpestris. Ethology Ecology & Evolution, 15(3), 251-259.

Diego-Rasilla, F. J., Luengo, R. M. (2004). Mecanismos de orientación durante la migración reproductora del tritón alpino en Cantabria. Locustella, 2, 11-23.

Diego-Rasilla, F. J., Luengo, R. M., Phillips, J. B. (2005). Magnetic compass mediates nocturnal homing by the alpine newt, Triturus alpestris. Behavioral Ecology and Sociobiology, 58: 361-365.

Diego-Rasilla, F. J., Rodríguez-García, L. (2007). Orientación magnética y magnetorrecepción en anfibios. Revista Española de Herpetología, 21: 19-39.

Diego-Rasilla, F. J., Ortiz-Santaliestra, M. (2009). Los Anfibios de Castilla y León. Colección Naturaleza en Castilla y León. Caja de Burgos. Burgos. 237 pp.

Fontanet, X. (1991). Estudio sobre la capacidad de orientación de Triturus marmoratus (Latreille 1800) y Triturus alpestris (Laurenti 1768) (Amphibia, Salamandridae).
Revista Española de Herpetología, 6: 91-100.

Joly, P., Miaud, C. (1989). Fidelity to the breeding site in the alpine newt Triturus alpestris. Behavioural Processes,19: 47-56.

Joly, P., Miaud, C. (1993). How does a newt find its pond? The role of chemical cues in migrating newts (Triturus alpestris). Ethology Ecology & Evolution,5: 447-455.

Martínez-Solano, I., García-París, M, Bosch, J. (2002). Los anfibios de Peñalara: Evaluación de su estado de conservación y bases para su gestión. Terceras Jornadas Científicas del Parque Natural de Peñalara y valle de El Paular. Consejería de Medio Ambiente, Comunidad de Madrid. Madrid: 53-64.

Montori, A, Herrero, P. (2004). Caudata. Pp. 43-275. En: García-París, M., Montori, A. y Herrero, P., Amphibia. Lissamphibia, Ramos, M. A. et al. (Eds.). Fauna Ibérica, vol. 24. Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid.

Perret, N., Pradel, R., Miaud, C., Grolet, O., Joly, P. (2003). Transience, dispersal and survival rates in newt patchy populations. Journal of Animal Ecology,72: 567-575.

Schlegel, P., Renner, H. (2007). Innate preference for magnetic compass direction in the Alpine newt, Triturus alpestris (Salamandridae, Urodela)? Journal of Ethology, 25 (2): 185-193.

 

 

Francisco Javier Diego-Rasilla
Departamento de Biología Animal, Universidad de Salamanca

Fecha de publicación: 30-06-2009

Diego-Rasilla, F. J. (2014). Tritón alpino – Ichthyosaura alpestris. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Martínez-Solano, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/